Altibajos del humor político en “El Pulso de la República”
Comunicación Política, Hemeroteca

Altibajos del humor político en “El Pulso de la República”

Tanius Karam

Sin duda uno de los fenómenos más interesantes surgidos en el internet y las redes sociodigitales, son los llamados influencers, protagonizados por personajes quienes producen contenidos donde mezclan información, entretenimiento, espectáculo y dosis de análisis político.

Este nuevo tipo de sujeto social ha cobrado importancia porque con frecuencia sus dichos o excesos son convertidos en argumentos para discutir otros asuntos sociales, como ocurre con el vbloger o influencer José Manuel Torres, autonombrado Chumel Torres, conductor del famoso infoshow El Pulso de la República.

En el análisis de influencers hay que diferenciar los géneros que existen y que forman un verdadero universo en sí mismo, como youtubers porque podemos ver usuarios y canales que producen temas como animación, videojuegos, cuestiones infantiles, moda y belleza, de bitácora (contar lo que alguien va haciendo cada día), cocina, comedia y bromas, así como otros variopintos o de curiosidades; pero de entre ellos, y no son precisamente los de mayor atracción en la youtosfera, si se nos permite el forzado neologismo, están los vbloger informativos.

Dentro del mundo en YouTube, sin la cantidad de seguidores de los vblogers como Luisito Comunica o los Polinesios, cabe señalar ese espectro de canales que pudiéramos esquemáticamente dividir “a favor” y “en contra” del presidente Andrés Manuel López Obrador. El primer grupo, más numeroso, abarca usuarios y canales tan diversos como Campechaneando, Nopal Times, El Chapucero, Benditas Redes Sociales, El Charro Político, Quesadilla de Verdades, Sin Censura, El Chapucero Today, que según el sitio <Chequeando.com> la suma de los anteriores llega a 40 millones de seguidores. Los youtubers antiAMLO parecen menos numerosos e incluyen canales como Lectómano y Francisco López, quienes dicen ocultar su rostro porque temen censura y represión, o bien Beto Alfa Noticias.

Empero lo anterior, hay otros canales informativos en YouTube que nos parecen realizan un ejercicio equilibrado, como Mientras tanto en México, más cercano de hecho a los medios convencionales, o A mí me dicen Muñe, con elementos analíticos que lo hacen propio —algunos programas de hecho sobresalientes— y aun cuando ha abandonado la frecuencia del formato audiovisual, intenta proseguir la producción de contenido a través del audio sólo con rasgos propios que merecen comentarios aparte.

Una primera mirada al mundo de los videoblogs quisimos abarcarlo en Entrada discursiva al estudio de los videoblogs…[1], donde reconocimos rasgos y características dentro de este género comunicativo y en el que definíamos a este género discursivo a partir de cierta “escenificación del habla” y de una retórica multimodal donde los sujetos enunciadores dramatizan su discurso y realizan una puesta en escena que se mueve entre el comentario, el sketch y muy distintos grados o niveles de análisis de la realidad.

De los varios youtubers informativos o influencers que comentan noticias en México nos centramos en el conocido “El Pulso de la República”, conducido por Chumel Torres. Hace algunos años que nos acercamos a este influencer por primera vez —a propósito del tratamiento que estaba haciendo de la reforma secundaria en telecomunicaciones durante el sexenio de Peña Nieto[2]— nos pareció un ejercicio que articulaba humor y análisis y creíamos lo hizo con originalidad y éxito comunicativo. La aparición de estos espacios e influencers daba la impresión de un acercamiento “alternativo” (y las comillas son obligadas por lo que este concepto significa políticamente) a los mecanismos convencionales de la información audiovisual, sobre todo de esa televisión privada acartonada, convencional y altamente estereotipada.

Cabe recordar lo que hace 20 años decía Lev Manovich (Cf. The Language of New Media, 2001) del principio del estudio de los lenguajes de los nuevos medios, que hay cosas que parecen nuevas que no lo son tanto. El canal de estos videoblogs difundidos a través de YouTube apareció no tanto como algo muy distinto, sino una combinación particular de recursos y géneros que preexistían como el monólogo, el sketch cómico, la parodia de temas nacionales. Lo que sí YouTube abrió un espectro de expresión, permitió un lenguaje más directo y abierto hasta la frontera con los límites de la libertad de expresión.

Estos videoblogs se suman a una ecología que no sustituye a la televisión y la radio convencionales —que siguen teniendo altos niveles de popularidad—, sino que por el contrario interactúan con aquéllos; así podemos ver influencers en la pantalla chica como Chumel Torres y su paso por canal HBO, o bien, el ya mencionado A mí me dicen Muñe, que es comentarista ocasional en Milenio TV.

Estos videoblogs, con algunas excepciones —como el mencionado Mientras tanto en México— permiten una difusión “didáctica”, si se nos permite el término, de algunos temas que facilitan las noticias o los asuntos públicos a seguidores, no tan atentos a la agenda de los medios. Estos nuevos actores informativos contrastan a los formatos históricos de la vieja televisión y en lugar de esquemas formales que cumplían labores oficiosas del régimen en turno, tenemos segmentos audiovisuales donde abunda el humor, el juicio fácil, ligero, y asistimos a distintos niveles de creatividad.

El (no tan) extraño caso del “Chumi-Bebe”

“El Pulso de la República” fue uno de los primeros videoblogs en posicionarse muy exitosamente dentro de este tipo de canales en YouTube en México. Los videos de “El Pulso de la República” se transmiten en YouTube desde 2013, lo que lo hace coincidir con el inicio del sexenio de Peña Nieto.

El primer acercamiento que tuvimos con este blogger en 2015 contaba con 483 mil suscriptores en YouTube y hoy día tiene 2.7 millones, siendo quizás el de mayor “comunidad” dentro de este subgénero del YouTube.

En los últimos años la producción de “El Pulso de la República” se ha sofisticado en recursos, cantidad de personajes en los sketchs y elementos de producción. A partir de 2021 “El Pulso de la República” continúa con sus dos emisiones semanales, pero en lugar de subirlas al sistema lunes y jueves para que puedan ser vistas desde el mediodía, ahora se transmiten en vivo la noche de estos días (previa venta de tickets en la plataforma de la marca que produce el programa “Máquina 501”) y al día siguiente ya se pueden ver en la plataforma.

Si bien no se puede restar mérito a Chumel y el equipo de “Máquina 501”, hemos observado tropiezos y claras diferencias a lo que fueron sus primeros cinco años. El problema es que estos cambios en “El Pulso” no son parte de una política editorial, sino modificaciones en el sentido mismo del trabajo hecho por “Máquina 501”. “El Pulso” ya no es un programa con creatividad para distintos temas, sino que ahora ha asumido centralmente una tarea contra el gobierno de López Obrador, sus funcionarios, familia y aliados políticos. Ahora se ha tornado en una obsesiva e irregular arenga contra AMLO, lo que quizá sin ser su intención, ha generado perversiones de espacios seudoperiodísticos como el canal “Latinus”[3] para ser este recurso directo de ataque político contra AMLO financiado por grupos contrarios al tabasqueño.

Ahora bien, es posible identificar razones y situaciones en este cambio de orientación en “El Pulso de la República”. Dicho viraje se acelera a partir de 2018. Torres había concluido el sexenio de Peña Nieto; su programa ganaba prestigio y reconocimiento, al grado que incluso en una de sus últimas apariciones públicas el expresidente invitó a Torres a que participe en una conversación. Con guiño de coqueteo e insinuación sexual que gusta al conductor, Torres le suplica a Peña que no se vaya, y éste, dentro del juego, dice que ahora sí se va.

En el gobierno de Peña, la producción parecía gozar de un sustrato de credibilidad y sin ser una orientación única contra el mexiquense. Con la llegada de López Obrador, el contraste con el expresidente Peña no pudo haber sido mayor: un presidente priista autorreplegado, acartonado, con mal manejo de crisis de comunicación (véase caso “Casa Blanca”), distante de la sociedad que incluso cuando quería “hacerse simpático”, erraba, a diferencia ahora del actual habitante de Palacio Nacional: amante de la plaza, hábil manipulador para desviar la atención y enfrentar frontalmente a quienes le critican, además de un culto adicional por la propia imagen que gestiona como nadie en sus amadas o aborrecibles “mañaneras”.

Algo que ha pasado es que se han evidenciado las zonas del humor políticamente incorrecto y la ligereza con la que Torres a veces aborda algunos temas. También se ha dado que “El Pulso de la República” ha caído en el juego de la polarización. De alguna manera, y lo más importante, por momentos Torres ha perdido cierta perspectiva de su propio trabajo, montado en una concepción ingenua de la libertad de expresión y del tipo de relación que puede tener con el poder.

Uno de los incidentes más importantes del que incluso Torres no pudo ejercer la autocrítica, se dio en la fuerte polémica del 16 de junio de 2020 tras la invitación que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) hizo al polémico influencer para que participara en un foro donde hablaría sobre racismo y clasismo. El foro se organizó en plena pandemia del COVID-19 y se transmitiría por las redes sociales del Consejo. Las críticas no se hicieron esperar e incluyeron hasta la misma Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente, quien la mañana del 16 de junio de 2020 desde su cuenta de Twitter expresó molestia por la invitación hacia Torres, a quien llamó “individuo” que no le quedaba hablar de esos temas y añadió el hashtag #ConLosNiñosNo. Gutiérrez hizo recordar cómo un año antes (el 22 de julio de 2019), en el video “El palacio de chocoflán”, el influencer se había burlado de su hijo, el menor de edad Jesús Ernesto López Gutiérrez, al ser llamado “chocoflán” por alusión al color de su cabello.

Tomado de https://laverdadnoticias.com/mexico/Beatriz-Muller-estalla-contra-Chumel-Torres-por-ofensas-y-burlas-contra-su-hijo-20200616-0055.html

La crítica alcanzó al Conapred por haber considerado a Torres como autoridad para hablar sobre la discriminación cuando el propio influencer basa una gran parte de su programa en chistes, bromas vinculadas al clasismo, machismo, homofobia. Este hecho hizo que la titular del Consejo, Mónica Maccise Duahye, dijera primero que el foro convocado para el 18 se cancelaba y al día siguiente presentó su renuncia. López Obrador tomó este incidente para señalar que el Conapred debía desaparecer, lo que por otra parte le permitió abonar a su idea de desmantelar a los organismos descentralizados o instituciones autónomas. Si bien después López descartó su desaparición, hasta noviembre 2021 el Conapred seguía sin titular.

Por si lo anterior no hubiera sido suficiente, otra consecuencia que vivió Torres fue que el canal HBO decidió suspender su programa que tenía cuatro años al aire. Visiblemente molesto, el comediante no dejó de comentar y acusar de franca censura, y hasta la fecha no deja de hacerlo cuando aparece algún tema que pueda relacionar con la censura.

En este como en otros casos, algunos influencers han conocido los límites de cierto uso de libertad de expresión —véase lo sucedido con Yoseline Hoffman, mejor conocida como la youtuber YosStop, y aunque YouTube tiene políticas que pueden llevar eventualmente a cierre de espacios, lo de Torres es un ejemplo no tanto del efecto al usar malas palabras o decir chistes de dudoso gusto, sino una actitud de un comediante respecto a un tipo de confrontación con el poder y los poderes fácticos, lo que ha llevado a una descentralización de su ejercicio como histrión, para asumirse por momentos como lo que no es: un tipo de analista político o peor aún, un activista a favor de los valores de la libertad, la democracia y la inclusión que dice defender.

Sin dejar de reconocer programas o momentos creativos e inteligentes, los conflictos durante el sexenio de López Obrador han permitido ver otro rostro “conservador” del influencer, quien incluso ha dicho —en broma y en serio como suele ser su estilo— “extrañar” al expresidente Peña. Sin llegar al extremo de “Latinus” (¿o sí?), El Pulso de la República ha hecho de su animadversión contra López Obrador el eje de sus contenidos, lo cual redunda temáticamente en falta de creatividad, ahora sólo volcada a la crítica-comentario-parodia de lo que en la mañana dice el presidente. Ello le ha hecho abandonar la habilidad que tenía para explicar algunos temas —como el que comentamos de la reforma secundaria en telecomunicaciones— a públicos más amplios y que lastimosamente hoy decanta por el acartonamiento repetitivo. En lugar de innovar en cuanto la crítica social, la producción se ha hecho un espacio más, igual y reiterado dentro del mar de argumentos contra lo que muchos repiten contra el gobierno actual, mientras que López Obrador sigue con popularidad, y la “oposición” (todo lo que ello implique) —como el propio Chumel— no saben quizá qué hacer.


[1] Se puede ver en “Entrada discursiva al estudio de los videoblogs. Entre el desparpajo y el imperio de la doxa”, en Estudios del Discurso. Vol. 1 Num.1. Universidad Autónoma del Estado de Morelos (México), en http://riaa.uaem.mx/xmlui/bitstream/handle/20.500.12055/48/esdi112015Entrada.pdf?sequence=1&isAllowed=y.

[2] El trabajo se puede ver Karam T. “El discurso de los videoblogs en torno a la ley secundaria en telecomunicaciones”, en Meneses M.E., J. Braco y M. Gabino (ed.), Telecomunicaciones y radiodifusión en la encrucijada. Regulación, economía y cambio tecnológico, Fontamara, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, 298-307.

[3] Un grado extremo de este uso burdo de la comedia, la parodia y la información ha pasado con lo que no es propiamente un videblog pero que se difunde por YouTube con capítulos. Nos referimos a “Latinus”, conducido por Carlos Loret de Mola y el payaso Brozo, que lejos de ser un espacio informativo es una arenga permanente contra la figura de AMLO.

27 de enero de 2022