El gobierno de Gran Bretaña aprobó este viernes la extradición a Estados Unidos de Julian Assange, fundador de WikiLeaks, para enfrentar cargos de espionaje. En tanto que WikiLeaks señaló que apelará la determinación, para lo cual tiene un plazo de 14 días.
La secretaria del Interior británica, Priti Patel, firmó la orden de extradición luego de que el 20 de abril una corte determinó que Assange podía ser enviado a la Unión Americana para ser juzgado por 17 cargos de espionaje y uno de uso indebido de computadoras.
En un comunicado, el Ministerio del Interior señaló que los tribunales de Gran Bretaña no encontraron que extraditar al fundador de WikiLeaks “pueda ser opresivo, injusto o un abuso procesal”, y por ello el ejecutivo aprobó la medida.
Agregó que tampoco se determinó que la extradición sea incompatible con sus derechos humanos, incluido su derecho a un juicio justo y a la libertad de expresión, y “mientras esté en Estados Unidos será tratado de forma adecuada, incluyendo en relación con su salud».
Por su parte, los seguidores y los abogados de Assange aseveran que actuó como un periodista y tiene derecho a las protecciones de la Primera Enmienda a la libertad de expresión por la publicación de documentos. Asimismo, sostienen que el caso tiene motivaciones políticas y que en EU no podría tener un juicio justo.
A su vez, la esposa de Assange, Stella Assange, dijo que “hoy no es el final de la lucha, sino el comienzo de una nueva batalla legal”, así como un “día oscuro para la libertad de prensa y para la democracia británica”.
Agnes Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, puntualizó que la extradición pondría en peligro a Assange y “envía un mensaje escalofriante a los periodistas en todo el mundo”.
(Con información de AP)
