(Primera de dos partes)
Javier Esteinou Madrid*
El retorno a la nueva normalidad
Por primera vez desde que la pandemia de COVID-19 llegó a México más de 15 meses atrás, Eduardo Clark, director de Gobierno Digital de la Agencia Digital de Innovación Pública, anunció el 17 de junio de 2021 que la Ciudad de México pasaría del semáforo color amarillo al semáforo color verde.
La misma política se aplicó al Estado de México.
La apertura se efectuó un día después que se realizaron las elecciones intermedias de 2021, y con ello, se aprobó la realización de actividades entre ellas: clases presenciales en los centros educativos, talleres, casas de cultura, casas comunitarias y guarderías con asistencia voluntaria, uso obligatorio de cubrebocas, medidas de sana distancia y suspensión de actividades cívicas o festivales. Operación de hoteles al 60%. Funcionamiento de tiendas departamentales y centros comerciales con aforo al 50%, restaurantes con cupo de 50% al interior y salones de eventos con “actividades permitidas” con aforo al 50%, pudiendo ofrecer servicio hasta la media noche.1
Sin embargo, debido al aumento de fallecimientos y contagios acaecidos luego de la apertura, dos semanas después el 21 de junio de 2021, contradictoriamente la Ciudad de México, tuvo que regresar forzadamente al semáforo amarillo junto con otras siete entidades: Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Nuevo León, Colima, Veracruz y Campeche. Así, se produjo un enfrentamiento entre la jefa de gobierno de la CDMX, la Dra. Claudia Sheinbaum, y el subsecretario de Salud, Dr. Hugo López-Gatell, pues paradójicamente en su conferencia de prensa de mediodía, la primera declaró que la pandemia en la Ciudad de México estaba contenida, sin informar nada sobre el cambio de color de semáforo, incluso se anunció el incremento de aforos en eventos de entretenimiento en espacios cerrados, cines y teatros. No obstante, tal posicionamiento oficial, ese mismo día por la noche la Secretaría de Salud federal opuestamente aseguró que la capital no reunía las características para permanecer en verde debido a que se registró un aumento de 20.07% en el número de casos activos por Covid-19 y colocó a la capital de la República en semáforo amarillo del 21 de junio al 4 de julio. Frente a lo cual el gobierno capitalino, se subordinó indicando que respetaría las políticas federales, y aclaró que el regreso al amarillo no representaba un conflicto con las autoridades centrales y tampoco significaba restricciones en las actividades económicas.2
Debido a ello, la Secretaría de Educación Pública a través de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México, nuevamente suspendió las clases presenciales en las escuelas públicas y privadas de Educación Básica, Normal y de actualización del Magisterio en la Ciudad de México para evitar mayores riesgos de contagios de Covid-19.3 Las escuelas continuarán el ciclo escolar con clases a distancia, como lo habían hecho a lo largo de la pandemia y cada comunidad escolar podría decidir si su plantel operaría como Centro Comunitario de Aprendizaje, con lo cual los responsables tendrían que garantizar medidas como aforo limitado, sana distancia entre las personas asistentes y suspender actividades presenciales si detectaran algún caso sospechoso.4
Todo ello, reflejó los desencuentros existentes entre las autoridades de Salud federales y las de la CDMX, ocasionando fuertes confusiones en la población al recibir mensajes cruzados para saber cómo comportarse ante la epidemia, pues cada jefatura de gobernabilidad tuvo su interpretación sobre el nivel de algidez de la pandemia y alertó de manera distinta sobre el grado de riesgo de esta, manteniendo las actividades sociales sin modificarlas.
De esta forma, “las autoridades actuaron con gran ligereza al aparentar que la situación epidémica estaba bajo control dejándolas sin solución, con lo cual no se pudo culpar a las personas que hicieron fiestas o reuniones cuando se les informó que ya pasó lo peor, o cuando se les dijo que se pondría el semáforo en color amarillo, pero dejarían los niveles de concurrencia en los mismos porcentajes de ocupación que cuando estaba el color verde. Tales mensajes contradictorios lo único que produjeron fue el desconcierto de los ciudadanos, fomentando que cada persona realizara lo que su interpretación subjetiva le indicara”.5Ante ello, surge la pregunta ¿de que sirvió definir los diversos colores del semáforo epidémico si estos se precisaron en base al capricho de los intereses políticos de los distintos funcionarios y no considerando la realidad concreta de la crisis sanitaria en el país?
El fin de las conferencias vespertinas
Dentro de este contexto, el 11 de junio de 2021 después de un año y medio de transmisiones ininterrumpidas de las “conferencias vespertinas de salud” sobre la situación de la epidemia del Covid-19 en México, y cuando el país llegó a un total de 229,821 defunciones por Coronavirus, con 2,448,820 casos de contagio confirmados; el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Dr. Hugo López-Gatell, anunció el fin del modelo de comunicación gubernamental de salud basado en la difusión de ruedas de prensa diarias para anunciar la situación de la pandemia en la República mexicana. Las razones que argumentaron las autoridades gubernamentales para concluir dicho estilo de práctica informativa cotidiana fueron, entre otras, las siguientes:
1.- La contingencia sanitaria se estabilizó registrando cinco meses a la baja de fallecimientos y contagios en el país y 19 estados están en riesgo mínimo, lo cual implica que ya no se requiere difundir tanta información sobre tal circunstancia.
2.- Existe un avance muy sustancial en el Plan Nacional de Vacunación contra el Coronavirus así como indicadores de una amplia inmunidad poblacional que se conocerán y actualizarán con los esfuerzos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021
3.- El país se recupera en distintos aspectos globales y, aprovechando que la epidemia se encuentra estable, la atención de la sociedad ya no debe continuar centrándose privilegiadamente en el combate y las repercusiones del Covid.
4.- La dinámica de la conferencia puede llegar a un punto de saturación y agotamiento, por lo que es pertinente modificar el esquema de comunicación.
5.- Empresas comenzarán a vacunar a trabajadores contra Covid-19 a partir de julio, prevé la Coparmex.6
Dicho prototipo de comunicación basado en las “conferencias vespertinas” sobre el SARS-CoV-2 acumuló entre marzo de 2020 y junio de 2021 más de 44,191,273 vistas en los diversos canales de YouTube del Gobierno de México, Canal Catorce y la Secretaría de Salud. Del total de estos impactos 2,182,000 manifestaron reacciones de likes con ‘me gusta’ y 44,555 con ‘no me gusta’. La conferencia más vista fue la del 30 de marzo de 2020, en la que se anunció que la pandemia de Covid-19 se convirtió en una emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor, con 1,569,000 vistas. La reunión más aprobada fue la del 27 de mayo de 2020, cuando López-Gatell explicó los conceptos de mortalidad y letalidad. El encuentro menos gustado fue la del 23 de marzo de 2020, donde el doctor Gatell se dedicó a responder preguntas de la prensa, con fuertes críticas hacia los periodistas.
Con ello, se concluyó la instrumentación de un largo ciclo de comunicación periódica de las autoridades sanitarias con la población para informar sobre el estado de la pandemia y se abrió otra nueva fase de difusión cambiando de formato y de periodicidad, compuesta por entrevistas, cápsulas informativas y conferencias de prensa ocasionales. Se continuó monitoreando y atendiendo la pandemia en el país y el “Semáforo Covid” siguió vigente, además de que los martes, en la “conferencia mañanera” del presidente Andrés Manuel López Obrador, se mantuvo el espacio para hablar sobre el “pulso de la salud”.
Sin embargo, aunque finalizara este sistema de información social sobre la salud nacional ello no significó que la epidemia hubiera concluido, pues esta se encontraba en una fase de meseta. La pandemia solo se podría considerar terminada hasta que la sociedad evolucionara a uno de dos siguiente escenarios: “por una parte, que existiera una interrupción completa de la transmisión en todo el mundo; por otra parte, cuando se alcanzara un grado endémico, es decir, una situación en donde el virus Sars- Cov-2, y consecuentemente la enfermedad Covid-19, empezara a manifestarse como una enfermedad persistente, –probablemente con ciclos de subidas y bajadas que correspondan a estaciones del año–, tal como ocurre con muchos otros virus respiratorios como la influenza”.
La herencia del viejo modelo comunicativo
Debido a la prolongación de la crisis sanitaria y de la creación de un nuevo modelo de comunicación acerca de este tema, es necesario considerar que la interpretación y difusión que le dio el tradicional modelo de comunicación epidémico de la Cuarta Transformación a la severa pandemia del SARS-CoV-2 ante la opinión pública, se caracterizó por enfocarse fundamentalmente en la entrega de estadísticas diarias de muertos, número de contagiados, cantidad de hospitalizados, porcentaje de casos recuperados, cambios en la gráfica epidémica, avance de ciudadanos vacunados, algunos pequeños comentarios al respecto; pero nunca se dimensionó el caso como un mega evento social dentro del largo ciclo de la historia nacional. Cuando más, en el mejor de los casos, se ubicó como un fenómeno de salud grave que existía en el país que debía atenderse para que no afectara la dinámica económica que estaba en crisis, el funcionamiento social paralizado y el futuro proceso electoral intermedio de 2021.
La conducción comunicativa de la pandemia produjo la versión de la existencia simultánea de un doble país: por una parte, la nación fantasiosa creada por la Secretaría de Salud donde la crisis sanitaria estaba “domada”, el número de muertos era “normal”, el manejo fue “exitoso”, los recursos médicos existían en abundancia, el personal especializado trabajaba sin obstáculos, no habría rebote epidémico; y por otra parte, el crudo México real, donde la mortandad fue exponencial, el contagio estaba fuera de control, los medicamentos no alcanzaban, el cupo hospitalario quedó desbordado, el personal médico se encontraba exhausto la gráfica no cedía, las funerarias y crematorios no paraban de incinerar cadáveres. Todo ello construyó comunicativamente un país esquizofrénico donde la narrativa, la propaganda, el discurso, la oratoria y las cifras oficiales, no representaron las dolorosas circunstancias que enfrentó la población en tierra, creando artificialmente otra representación publicitaria de la realidad ante la percepción de los ciudadanos para salvar la imagen del gobierno en turno.
Redimensionar la epidemia
Tal inercia constató que la existencia de la crisis sanitaria en México no puede concebirse comunicativamente, como un evento colectivo menor, que se pueda menospreciar sosteniendo que “no pasa nada”, “podemos besarnos y abrazarnos”, “la curva ya está aplanada”, “el cubrebocas no nos protege”, “podemos blindarnos con detentes y estampitas”, “hemos tenido éxito frente a la pandemia”, “es normal lo que sucede”, “somos un ejemplo para el mundo en el manejo epidémico”, “no hay que vacunar preventivamente a los médicos privados”; sino que el errático manejo de la epidemia del SARS-CoV-2 por el gobierno morenista de la Cuarta Transformación Histórica junto con comportamientos irracionales de la población civil, ocasionaron un evento fúnebre descomunal en la joven historia de México. Esto dejó una profunda devastación demográfica, económica, laboral, social, educativa, psíquica y emocional de enorme magnitud que marcó de forma negativa la vida contemporánea de los ciudadanos mexicanos en la segunda y tercera década del siglo XXI.
Hacia otra comunicación sanitaria
Por ello, es fundamental que la sociedad mexicana cuente con un nuevo modelo de comunicación que permita conocer fielmente los que sucede con el fenómeno sanitario y que no se subordine a la política. Sistema de comunicación que este dirigido por la ciencia y no por los intereses del poder en turno.
(Continuará).
* “Profesor Distinguido”, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, Ciudad de México, [email protected]
Referencias:
1 Santiago, David, “COVID-19: la CDMX y el Edomex pasan a semáforo verde tras 15 meses de pandemia”, Política Expansión, Sección Covid, Ciudad de México, México, 4 de junio de 2021, https://politica.expansion.mx/cdmx/2021/06/04/covid-cdmx-y-edomex-pasan-a-verde-tras-15-meses-de-pandemia
2 Hernández, Elizabeth, “Chocan Sheinbaum y López-Gatell en semáforo”, Eje Central, Sección Covid-19, Ciudad de México, México, 18 de junio de 2021, https://www.ejecentral.com.mx/chocan-sheinbaum-y-lopez-gatell-en-semaforo/; Zamarrón, Israel, “CDMX regresa a semáforo amarillo tras dos semanas en verde”, Forbes, Sección México, Ciudad de México, México, 18 de junio de 2021, https://www.forbes.com.mx/cdmx-regresa-a-semaforo-amarillo-tras-dos-semanas-en-verde/
3 Camhaji, Elías, “Ciudad de México suspende las clases por el regreso del semáforo amarillo”, periódico El País, Sección La Crisis del Coronavirus, Madrid, España, 19 de junio de 2021, https://elpais.com/mexico/2021-06-19/ciudad-de-mexico-vuelve-a-semaforo-amarillo-por-el-riesgo-frente-a-la-covid.html
4 “La SEP suspende el regreso a clases presenciales en la CDMX”, Expansión Política, Sección Epidemia Covil-19, Ciudad de México, México, 19 de junio de 2021, https://politica.expansion.mx/cdmx/2021/06/19/la-sep-suspende-el-regreso-a-clases-presenciales-en-la-cdmx
5 “El semáforo daltónico”, El cristalazo de Rafael Cardona, Noticiario José Cárdenas Informa, Todas las Noticias, Todas las Voces, Radio Centro, Ciudad de México, México, 18 de junio de 2021, https://www.youtube.com/watch?v=EP-VuiQiHpk
6 “Coronavirus: Conferencias vespertinas llegan a su fin; López-Gatell anuncia nuevos canales de comunicación”, Aristegui Noticias, Redacción, Ciudad de México, México, 9 de junio de 2021, https://aristeguinoticias.com/0906/mexico/coronavirus-conferencias-vespertinas-llegan-a-su-fin-lopez-gatell-anuncia-nuevos-canales-de-comunicacion/