De México a Colombia; de Shakira a Juanes, a Maluma
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De México a Colombia; de Shakira a Juanes, a Maluma

Por Mario A. Medina

De uno de los grupos de WhatsApp me llega un video: “NO al socialismo en México”. Una grabación donde sólo se escucha una voz acompañada de textos al estilo del Frente Nacional Anti-AMLO (Frenaaa).

La voz de un hombre durante cinco minutos alerta del “peligro” de que nuestro país vaya al socialismo y señala que desde 2018 durante el Foro de Sao Paulo, “se planteó convertir a México en tres etapas”, donde Morena y el PT “firmaron su adhesión al foro y su integración al bloque socialista”.

El personaje habla de la acciones del gobierno morenista para llevarnos a esa “desgracia”, entre otras, que haya “equidad de género”, “desmitificar religiones”, “controlar a los medios”, “agenda progresista”, “aborto”, “homosexualidad”, “reformar la educación para igualdad”, “adoctrinamiento y lucha de clases”. 

Sigue: Favorecer la “lucha por los pobres con la bandera de la corrupción del neoliberalismo”; que “se vayan los empresarios”; “control de bancos”, y en una tercera etapa: “distribución de la riqueza, viviendas, empresas y terrenos” que pasarían a ser propiedad del partido, (Morena) y sus dirigentes.

En dos líneas se afirma: “El comunismo no es más que odio a quienes prosperan o son superiores por su talento o esfuerzo”, expresión mentirosa, tramposa, clasista.   

Traigo esto a colación luego de que, insisto, en estos últimos años han querido vendernos a la población  que con la llegada de Andrés Manuel López Obrador México y los mexicanos viviríamos represión, pobreza, aumento de precios e impuestos, falta de alimentos, que “no habría papel del baño”, que el país se iría al caos.

Esta campaña está impulsada desde luego por la derecha nativa, por grupos empresariales, partidos como el PAN, el PRI y tristemente el PRD, que aún presume ser de izquierda y que forma parte todavía del Foro de Sao Paulo. Esta campaña también está azuzada destacadamente por los ex presidentes Felipe Calderón y Vicente Fox, y desde afuera por personajes como el ex presidente de Colombia Álvaro Uribe quien a decir de los mismos colombianos sigue gobernando aquel país en un maximato al estilo Plutarco Elías Calles.

Carlos Fazio, analista y uno de los mejores conocedores de la vida política, social y económica en América Latina escribió en abril de 2008: “Calderón no ignora que los ocho partidos que llevaron a Uribe al poder están siendo investigados por sus vínculos con la mafia y el paramilitarismo”, que Uribe y Calderón se profesan una “comunión ideológica”, y que “la careta ´democrática de Uribe no admite el menor análisis. Son públicos los nexos orgánicos de la familia Uribe con los antiguos cárteles de Medellín y Cali”. Lo mismo que ex el presidente mexicano de quien se ha documentado de manera seria y profusa sus vínculos con los cárteles de la droga.

Hoy Colombia lleva más de dos semanas en medio de disturbios no sólo por la decisión del actual presidente Iván Duque Márquez de aplicar una reforma fiscal contraria a las clases más jodidas sino también por la pobreza que durante décadas han vivido los colombianos, y que hoy por el sólo hecho de protestar están siendo reprimidos de manera violenta por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) con la participación de grupos paramilitares.

Periodistas como Jonathan Bock Ruiz, de la fundación para la Libertad de Prensa, ha dicho que “la prensa es uno de los sectores que más han sido afectados” y ha acusado que aquel país vive una suerte de censura a la libertad de expresión. Por su parte el periodista e investigador colombiano Gonzalo Guillén ha señalado que la protesta principalmente de los jóvenes se ha dado “de manera espontánea y sin ningún líder visible”, porque su reclamo va más allá de estar en contra de la reforma tributaria sino también por el “empobrecimiento” porque la sociedad está “sufriendo hambre”.

Hace unos días Uribe, “héroe” de Felipe Calderón, escribió en su cuenta de Twitter: “Apoyemos a los soldados y policías a utilizar sus armas para defender su integridad y para defender a las personas y bienes de la acción criminal del terrorismo”. Este es su talante, mientras en Colombia suman más de 40 muertos y cerca de 400 desaparecidos, amén de mujeres violadas por el Esmad.

Derivado de la presión internacional, Duque retiró su reforma tributaria pero la sociedad colombiana, principalmente los jóvenes, dijeron ¡“ya basta”! Decidieron protestar frente a la situación que viven allá, que como en México en los gobiernos priístas y panistas, la corrupción priva y los empresarios han sido beneficiados con la exención de impuestos y se les ha otorgado grandes beneficios. Uribe es acusado de robarse las tierras de los campesinos y de pagar casi nada de impuestos.

Analistas ven con preocupación lo que está viviendo aquel país y no descartan que derivado de esta represión, de la pobreza y la desocupación, entre otros muchos factores, “las posibles consecuencias políticas” desemboquen en un “estallido social para el país y para la región” y que más temprano que tarde a Colombia llegue un gobierno populista”.   

Ese panorama preocupante que la derecha mexicana y latinoamericana habían vaticinado para México y los mexicanos, lamentablemente está sucediendo en Colombia con un gobierno corrupto  de la ultra derecha. Esos escenarios que a diario y hoy en plena campaña electoral, nos remachan y nos  advierten que “no tardan en ocurrir” para espantarnos, no están aconteciendo aquí. Estamos lejos de eso.

Es Shakira, es Juanes, es Maluma; son quienes en sus redes están denunciando la “brutalidad policiaca”,  exigen se “pare ya la violación a los derechos humanos”, llaman al “diálogo con honestidad”, lamentan que “la intolerancia e incertidumbre se han apoderado de las vidas de los colombianos; no más muertes, no más agresiones”, pero al mismo tiempo han advertido: “Las balas jamás podrán silenciar la voz de los que sufren”. 

Que no le cuenten…

Me ha sorprendido Carmen Aristegui. En su noticiero de este viernes afirmó que el Presidente Andrés Manuel López Obrador debería centrar su “energía, tiempo y atención” en lo ocurrido en la línea 12 del Metro para que se aclaren responsabilidades en esa tragedia. Está bien. Sin embargo la periodista calificó como un “despropósito” del Presidente,  y que está “fuera de lugar” que en estos momentos de la tragedia de la L-12, envíe  una nota diplomática de protesta por el financiamiento que desde el gobierno de EU se le entrega (50 millones en 2018) a la organización de Claudio X. González: “Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad”.  Carmen dijo: “Me cuesta muchísimo trabajo aceptar que el Presidente ocupe el tiempo valiosísimo de un mandatario en este momento (…) para pedir explicaciones a EU por un financiamiento a una organización que se dedica a investigaciones periodísticas”. ¡Órale!  ¡”Qué le pasó a Carmen”! ha de decir desde su tumba el Presidente Salvador Allende.

17 de mayo de 2021