El gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, dijo que solicitará a la Fiscalía mexiquense que revise de nuevo el caso de Jorge Claudio, vendedor de tamales quien fue arrollado por Ken Omar “N” que conducía en aparente estado de ebriedad y quedó en libertad porque el hecho delictivo por el cual es investigado es de comisión culposa y no amerita prisión preventiva oficiosa, según determinó la misma autoridad estatal.
En la habitual conferencia presidencial de este viernes, el mandatario mexiquense manifestó que no debe haber ninguna injusticia y no deben pasar sin ninguna consecuencia este tipo de situaciones, como la ocurrida el pasado 24 de diciembre en el municipio de Cuautitlán Izcalli. “Vamos a estar apoyando y acompañando a la familia en lo que se pueda y pedirle a la Fiscalía que revise el caso nuevamente”, agregó.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que tuvo conocimiento del hecho y que la responsabilidad es de la Fiscalía mexiquense. “Le tengo mucha confianza al gobernador Del Mazo, seguramente ya está viendo este asunto, puede revisarlo Alfredo, es sensible, sabe que no deben cometerse injusticias”.
Ayer jueves, familiares, amigos y vecinos de Jorge Claudio se manifestaron para exigir justicia a las autoridades tras la liberación de Ken Omar “N”. Su hijo Jorge Raziel dijo en una entrevista que su papá tenía más de 20 años haciendo tamales y vendiéndolos en la colonia Santa María las Torres, con lo cual sostenía a su familia integrada por su esposa y sus dos hijos, ambos estudiantes universitarios.
¿Cómo opera la justicia en México?
Con este hecho cabe preguntarse de nuevo cómo se maneja la justicia en México, donde se tiene la percepción de que las personas con conexiones políticas o económicas reciben un trato preferente en el corrupto sistema legal.
Otro ejemplo reciente fue el caso del futbolista de ascendencia camerunesa Joao Maleck, que en junio de 2019 circulaba por las calles de Guadalajara en un vehículo deportivo y en una intersección impactó a otro vehículo en el que viajaban unos recién casados. Debido a la alta velocidad a la que manejaba, no pudo evitar el accidente que cobró la vida de la pareja conformada por María Fernanda Peña y Fernando Castro.
En ese momento Maleck tenía 20 años y luego de un largo proceso fue declarado culpable del delito de doble homicidio culposo agravado, ya que en las investigaciones se comprobó que Joao iba bajo los efectos del alcohol y superó el límite de velocidad permitido. En octubre de 2020 fue sentenciado a tres años, ocho meses y 15 días de prisión.
Sin embargo, en enero de 2021 dejó el Penal Estatal de Puente Grande, Jalisco, debido a su comportamiento y a que la aseguradora automotriz del jugador pagó una indemnización a los familiares de María Fernanda Peña y Fernando Castro.
Después intentó retomar su carrera en el futbol y ha pasado por varios equipos de categorías inferiores sin lograr destacar. Tuvo una audiencia más en el Tribunal de Justicia de Guadalajara por la apelación de la familia de las víctimas y se abrió la posibilidad de que volviera a prisión. Pero la petición no procedió.
