Desafección juvenil y la necesaria participación digital: #SerJovenEs
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Desafección juvenil y la necesaria participación digital: #SerJovenEs

Luis Josué Lugo y Víctor Vilchis Castillo[1]

En el actual periodo de pandemia global, los jóvenes son un  sector que está siendo impactado directamente, entre modelos inciertos de educación a distancia, brechas económicas que se acentúan, y sistemas políticos que parecen alejados de esa población.

Por ejemplo, María Fernanda “N”, joven de 20 años, empieza su día desayunando para después realizar un poco de ejercicio, revisar sus redes, ir ocasionalmente al mercado, barrer su cuarto (o espacio de seguridad como ella le llama, ante cualquier contingencia). Espacios que parecen irse perdiendo porque otros jóvenes no tienen “zonas de seguridad”, porque éstas eran sus escuelas o determinados espacios públicos, que  continúan inhabilitados. Y si en lo público se hace la acción política, ¿qué está pasando con su participación? Cuando a María Fernanda le preguntan sobre la participación política, su expresión se torna confusa y dice no interesarse mucho por eso, aun así, su mural de Facebook muestra repetidas publicaciones sobre salud mental y emocional, responsabilidad afectiva y autocuidado.

En apariencia, parecería que a la joven no le interesa la política, lo que recordar a Antonio M. Jaime Castillo, profesor de la Universidad de Málaga, quien afirma que a los jóvenes entre 18 y 24 años tienen una participación política “no convencional”, con lo que se les estigmatiza como  “apáticos” por su desafección política institucionalizada, aunque es en el terreno de sus prácticas, deseos y sentires donde demuestran la liberación del cuerpo a través de la música y el baile, publicaciones en muros que tejen redes de apoyo, resistencias ante el cambio climático; testimonios que demuestran que lo personal también es político.

Un espacio de participación que hemos denominado “societaria” puede ser el Congreso de la Asociación Mexicana de Investigadores de la  Comunicación (AMIC) o el MoveNet; donde la juventud se activa con actividades culturales, artísticas, no precisamente institucionales. Se trata de otras lógicas y narrativas ya conocidas, con metodologías y talleres  que permiten aprovechar el potencial de participación societaria; que combatan la desafección política, la alienación escolar y la falta de organización. Ejemplo de ello, es la utilización de Animal Crossing para visibilizar la violencia de género.

Tema que dio origen al proyecto #SerJovenEs, realizado por  la Universidad Simón Bolívar (a quien se agradece el financiamiento de este proyecto) y la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (junio de 2019 a julio de 2020). Aquí algunos resultados del proyecto, que tuvo como fin involucrar a jóvenes en la vida pública, a pesar de la pandemia.

Cómo acercarse a los jóvenes a través de #SerJovenEs

Actualmente, los procesos de desafección política se han acentuado, como señala Sara Selva para Ser, al describir que el 67,5 % de los jóvenes entre 18 y 24 años no simpatiza por los partidos políticos y un considerable 36,8 % considera que ningún partido es cercano a sus ideas.

Ante esta situación María Luz Morán y Jorge Benedicto, catedráticos de la Universidad Complutense de Madrid, cuestionan equiparar desafección como un recelo hacia la democracia o despolitización, pues si hay una menor participación en los procesos institucionalizados también se gesta una reconfiguración semántica de la política que pasa a ser experiencia vivida y vinculada a la acción propia.

La alternativa para la política es comprenderles desde sus propios contextos y prácticas culturales. Esto, sobre todo porque en el estudio que se realizó (mediante etnografía digital, análisis de redes y entrevistas), se observó que los jóvenes sienten que otras generaciones los pre juzgan o estigmatizan, toda vez que incluso hoy se han ido poniendo en cuestión ideas como las de los “nativos digitales”. Así lo manifestó una de las participantes del proyecto: Ser joven para mí significa ser muy flexible y muy abierta. Si hablas de poliamor a tus papás te van a decir: ¿qué es eso? ¿qué te pasa? y si llegas con otro compañero que no sea tan abierto puede decir que suena interesante, no lo va a satanizar. En otras palabras, se trata de acercar posturas que cuestionen adultrocentrismos para co-crear, co-participar e interactuar entre culturas de pares, como sugieren metodologías participativas y éticas hacker.

El proyecto se apoyó en la categoría de tecnosaberes de Fernando Peironé, autor de Los saberes tecnosociales, que es la conjugación de tecnologías digitales, habilidad para manejarlas y generar una reflexión colectiva dentro de Internet. Con ello, pretendimos comprender las culturas políticas de los jóvenes con quienes se trabajó. Para luego emprender acciones micropolíticas junto a ellos. Las acciones micropolíticas son las propuestas que provienen desde la ciudadanía que no tiene acceso a bienes o servicios necesarios, que corresponderían a las instituciones ofrecerlas. Por ello en Internet se realizan propuestas de cambio político, que sumándose forman una colectividad, como describe el doctor en Filosofía Javier de la Cueva (Universidad Complutense de Madrid).

Considerando sus saberes tecnosociales y acciones micropolíticas, posteriormente se impulsaron proyectos e inquietudes que los propios jóvenes habían desarrollado, como micro seminarios de alfabetización digital, pero respetando su libertad. La idea fue responder a la inquietud de “ser joven”.

Reflexiones finales

Es muy importante entender las razones de la desafección política e incluso cierta alienación educativa (en jóvenes), que  puede potenciarse por la crisis de la pandemia. Sin embargo, se propone que además del análisis de esta situación, se pase a la ejecución de metodologías participativas entre juventudes, academia e instituciones públicas y educativas. Sin duda, lo primero es seguir trabajando en abatir brechas (hoy, según el INEGI, 3 de cada 10 mexicanos siguen sin acceso a la red), pero como acto seguido, se encuentra el reto de coadyuvar a la formación de sujetos históricos; es decir, que intervengan en sus propios contextos. Si algo mostró #SerJovenEs como experiencia tecnopolítica es que esto es posible, siempre y cuando se respete la libertad de juventud, y se les acompañe mediante procesos de alfabetización digital.

Se halló el carácter transformador de ser joven: “muchas veces se cree que por ser joven es sinónimo de inmadurez, pero creo que es como energía, motivación, como comerse al mundo”, dijo un joven en las entrevistas. Destaca la apertura e interés en temas como género, diversidad sexual, feminismo, responsabilidad afectiva o sustentabilidad, cuidado emocional, adopción de animales en situación de calle, e incluso cuestiones de arte para la transformación social, y rechazo a la violencia, especialmente la de género. Se observa un marcado interés por resolver problemáticas sociales vividas personalmente. Destacó la fuerte participación feminista, (en el Estado de México, el feminicidio aumentó 45% y la violencia intrafamiliar 78%, como señala Informador.mx.

Conviene seguir impulsando otras micro acciones políticas que politicen los espacios de jóvenes para propiciar ejercicios de co-participación mencionadas. En agenda pública hay varios temas: impulso a economías locales, legalización de la marihuana. Las micro acciones políticas pueden ser un recurso fundamental para profesores y profesoras en las aulas, porque permite entender cómo algunos jóvenes, se están apropiando de temas específicos (como migración que incluso logró  trending topic entre estudiantes de la FCPyS, UNAM).

Además permite que los estudiantes puedan explicar sucesos desde la teoría, pero llevados también al ámbito de incidencia pública. En las experiencias que se han tenido, varios alumnos mencionan que al hacer este tipo de micro acciones, encuentran sentido y motivación teórica. Ergo, si se considera que partidos políticos contratan bots para “agitar las redes”, intervenciones como #SerJovenEs pueden representan una excelente forma de impulsar el “contra peso ciudadano” y la generación de información propia que permita hacer frente a las fake news ( según el Instituto de Tecnología de Massachusetts, se distribuyen más rápidamente porque tienen un 70% más de posibilidades para ser “retuiteadas”). 

Varios jóvenes manifestaron que posteriormente pudieron ocupar lo aprendido en estas micro acciones en otros sitios. La alumna de la FCPyS Sofía Cerón, lo hizo en su grupo de boy scouts, con quien armó campañas que los relacionan al espacio público y a los problemas que viven como jóvenes. Si la Comunicación Política precisa de gobierno, instituciones y ciudadanía, es importante que se escuche a este último componente. Si se trata de jóvenes, a veces se piensa que esto se hace sólo a través de encuestas. Sin embargo, en el marco de la Sociedad de la Información, hay otras formas.

Y no sólo para hablar y escuchar unidireccionalmente. Sino para construir. Qué habría pasado si este tipo de acciones se hubieran considerado desde antes de la pandemia. Quizás varios jóvenes y profesores hubieran llegado a este momento con más herramientas, y la crisis político/educativo sería menor, por lo menos en contextos específicos. Finalmente, para visualizar otros resultados de este proyecto, se puede encontrar en Twitter como @Microacciones. Y en la siguiente página de Internet:  https://microacciones.wixsite.com/labrecha

[1] Como parte del equipo del proyecto agradecemos a Jesús Vega, Víctor Barojas y Carlos Sánchez.

31 de agosto de 2020