Diana Morán
El 23 de septiembre de 1973, el poeta y político chileno Pablo Neruda falleció en una clínica de Santiago de Chile, pocos días después del golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende; de su muerte todavía se dice que pudo ser causada por situaciones políticas, o bien, por el cáncer de próstata que padecía. Lo cierto es que el poeta tuvo una gran relevancia en los mundos artístico y político.
Para recordar su legado, y con motivo del aniversario luctuoso de Neruda, recordamos el libro Pablo Neruda en Morelos 1941-1966 (2016), escrito por el periodista, escritor y experto en Neruda, Mario Casasús, quien falleció recientemente, el 28 de julio de este año a los 42 años de edad.
Ataque nazi
“Atraco de quintacolumnistas al Cónsul de Chile. Está lesionado D. Pablo Neruda. Fue atacado por un grupo de nazis al brindar ayer en Cuernavaca”, se leía en el diario Excélsior el 29 de diciembre de 1941, un día después del ataque del que fue víctima el entonces cónsul chileno en México, el poeta Pablo Neruda.
De este acontecimiento poco se ha hablado, ni el propio Pablo Neruda (Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto) lo menciona en sus memorias Confieso que he vivido (1974), sin embargo, existen registros de su existencia como la citada nota periodística, de la que se tiene constancia gracias a la investigación hemerográfica y labor periodística que realizó el periodista y escritor Mario Casasús, experto en Neruda.
Con este suceso —casi inédito— inicia Casasús su libro Pablo Neruda en Morelos 1941-1966 (2016), en el que recopila datos poco conocidos del poeta chileno que formó estrechos lazos con nuestro país. Es una detallada investigación hemerográfica lo que se encuentra en dichas páginas.
Así, Casasús logra reconstruir detalles importantes de la vida del poeta chileno mediante una recopilación de datos de otros autores, periodistas y personajes que han abordado biografías de Neruda, por ejemplo, Edmundo Olivares, así como testimonios de cercanos al poeta como Poli Délano y de su padre. Con ello, Mario Casasús brinda al lector detalles íntimos de la vida de Pablo Neruda, como su divorcio en Morelos o su amistad con Siqueiros.
Como bien escribe Gunther Castanedo Pfeiffer en el prólogo: Casasús recoge todos los detalles de la fraternal relación de Neruda con México y concretamente con el estado de Morelos, que fue protagonista en la vida del poeta.
Divorcio en Morelos
“Ley Puente, cuando la capital de Morelos era la meca de los divorcios”, escribe Casasús a mitad de su libro. Allí se divorció Pablo Neruda de Maruca Hagenaar, su primera esposa, y no sólo él, lo hicieron muchos personajes y celebridades del mundo gracias a una ley que permitía el divorcio incluso si el matrimonio se realizó fuera del Estado de Morelos, o si lo solicitaba sólo un cónyuge, del mismo modo que no exigía el requisito de residencia para iniciar el juicio de divorcio.
De esa manera Neruda obtuvo su libertad el 8 de febrero de 1943, para después casarse con la pintora chileno-argentina Delia del Carril, La Hormiguita, quien “ejerció gran influencia en las opiniones políticas del poeta. Estrechó sus relaciones con militantes comunistas e izquierdistas que simpatizaban con la URSS”, según recopila Casasús del periodista Luis Alberto Mansilla.
Ese divorcio es una de las narraciones más relevantes que contiene Pablo Neruda en Morelos 1941-1966, pues se trata de uno de los hechos más personales y con mayores testigos que Casasús recopila, y se incluye hasta una copia del acta de matrimonio con Delia del Carril, La Hormiguita; ahí la evidencia de la investigación hemerográfica que realizó el autor.
Amor a México, a Michoacán y a Siqueiros
Además, de Neruda nos enteramos también de cómo era su estrecha relación con el pintor David Alfaro Siqueiros, amistad que duró hasta el final de los días del poeta. Una amistad que nos detalla Mario Casasús mediante sucesos propios de la época: el encarcelamiento de Siqueiros en Lecumberri, por ejemplo, el tenso ambiente político que se vivía y el papel que llegó a desempeñar Neruda en dichas situaciones. Pero no sólo de eso, también hay alguna que otra mención de Casasús a mujeres amantes de Neruda que en algún momento lo fueron de Siqueiros, sin embargo, aquello no surge como tema relevante en la historia dado que la amistad entre ambos prevaleció sin importar los triángulos amorosos.
Los gustos de Neruda y su amor por nuestro país es de los sentimientos que más resalta Mario Casasús en su investigación, así como el agradecimiento que los mexicanos le devolvieron a Neruda, por ejemplo, el Doctorado Honoris Causa que la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo otorgó en 1943 al poeta. Además, Casasús incluye una serie de fotografías que ilustran sobre todo la relación del poeta con Siqueiros y, además, con algunos otros personajes como Diego Rivera.
Pablo Neruda fue un conocedor y viajero incansable de nuestro país: “lo recorrí por años enteros de mercado a mercado. Porque México está en los mercados”, cita Casasús de Confieso que he vivido (1974). Un admirador de su gastronomía, sus artesanías y, por su puesto, de su gente.
