Día Mundial de la Astronomía, una ciencia vital para la sociedad
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Día Mundial de la Astronomía, una ciencia vital para la sociedad

Redacción

Basta con mirar hacia arriba en campo abierto para preguntarnos sobre lo que vemos y también por todo aquello que no. La Astronomía se desarrolló como ciencia en el siglo XIX, observaciones, descubrimientos y entendimiento sobre los cuerpos celestes, sus movimientos y fenómenos han evolucionado desde el origen de la humanidad. Sin embargo, es tan inmenso e incalculable el Universo como la ambición de conocimiento del ser humano. En revista Zócalo recorremos los títulos más sobresalientes relacionados con la disciplina y celebramos este 13 de abril el Día Mundial de la Astronomía.

Neil deGrasse Tyson es uno de los mayores divulgadores científicos de la actualidad. Con un máster de Astronomía por la Universidad de Texas reúne en Cartas de un astrofísico (Paidós), la correspondencia que en 20 años ha mantenido con el público: consultas que van desde el origen del Universo hasta los valores familiares, desde el significado de la vida hasta el porqué de los fenómenos paranormales. El punto de confluencia de las cartas es la búsqueda de la verdad, así como del significado y la comprensión del lugar que cada uno ocupa en el Universo.

No solo estrellas y planetas hay en el Universo, cuando Avi Loeb, catedrático de Astronomía de Harvard, sugirió que Oumuamua, inicialmente catalogado como asteroide, era la evidencia de vida y tecnología extraterrestre en el espacio, se desató el que probablemente sea el debate científico más relevante en décadas. En Extraterrestre(Planeta) Loeb presenta por primera vez su teoría y nos ofrece un fascinante viaje por el Universo desde los orígenes del tiempo, del espacio y de la vida.

Resulta obvio y cuestionable que el surgimiento de la humanidad en la tierra tenga relación estrecha con el Universo y sus componentes. En Somos polvo de estrellas, José Maza, Premio Nacional de Ciencias Exactas de Chile (1999), nos explica cómo la historia del cosmos es también nuestra, y que no podemos perder esa curiosidad con la que miramos el mundo cuando fuimos niños, pues es esa la llave del conocimiento: “La historia cambia de nombre pero el contenido es el mismo: todos los átomos que componen su cuerpo, amigo lector, y el mío, salvo el hidrógeno, han sido fabricados al interior de una estrella”.

Elena Poniatowska cuenta en El Universo o nada (Booket), la apasionante historia de su marido, Guillermo Haro, revolucionario, astrónomo y gran impulsor de la educación entre los jóvenes. Un mexicano universal que supo contagiar su pasión por la ciencia, cuya inteligencia lo llevó a crear los observatorios astronómicos del siglo XX en México y a descubrimientos que lo situaron a la altura de los grandes astrofísicos.

Para que existan grandes y notables astrónomos, hace falta sembrar curiosidad. En Astrofísica para chic@s con prisa (Paidós), Neil deGrasse Tyson explica con claridad qué son las estrellas enanas, los agujeros negros, los quásares y las posibilidades de que no estemos solos en el Universo. Lleno de anécdotas divertidas, también habla de la imposibilidad de viajar más rápido que la luz y de la esperanza de encontrar los agujeros de gusano que nos permitirían conocer otros mundos.

13 de abril de 2021