Diego Ríos
Con una cantera de plumas como Pablo Hiriart, Lourdes Mendoza, Macario Schettino, Luis Pazos, Juan Ignacio Zavala y Javier Risco, el periódico El Financiero se ha posicionado como un medio opositor desde hace dos años cuando asumió la Presidencia Andrés Manuel López Obrador. En sus análisis, se ha puesto en duda desde la forma de vestir y hablar, hasta la salud mental del primer mandatario. Sin contar que no hay política pública que no haya sido menospreciada, e incluso, objeto de burla en sus páginas.
Esta mañana, el presidente López Obrador dio a conocer los detalles de un préstamo de Nacional Financiera (Nafin) por 80 millones de dólares otorgado a la empresa de medios propiedad de Manuel Arrollo Rodríguez, el 18 de noviembre del año 2014 para pagarse en 7 años, que tras 9 meses fue liquidado con otro crédito, ahora de Bancomext, que le permitió “ampliar la línea de capital de trabajo en 50 millones de dólares”, a pagar en diez años.
El Presidente señaló: «no es un asunto que damos a conocer porque se trata de un periódico, no” reiteró el mandatario, y mencionó que tiene una sana relación con Arrollo Rodríguez, a pesar de la línea editorial de su medio: “llevo buena relación con el dueño de El Financiero, pero este no es un asunto de amistad ni de nada por el estilo, esto es un asunto público”, indicó.
El reporte entregado por Nafin al Presidente relata la evolución de los créditos otorgados a El Financiero, a los que “en mayo de 2017, Bancomext autorizó la reestructuración de los adeudos de la compañía ampliando el plazo a 15 años y cambiando una parte del crédito en dólares a pesos: mil 312 millones de pesos”.
Al día de hoy el saldo de la deuda es “de 2 mil 120 millones de pesos, el plazo restante para pagar es de 12 años”; los pagos se han efectuado en tiempo y forma. Y en caso de que se incurriera en omisión de pagos existen varios inmuebles y un terreno en Santa Fe que quedaron como garantía.
En noviembre del año 2012 Manuel Arroyo Rodríguez concluyó la compra de El Financiero a la familia Cárdenas.
Ayer, el presidente López Obrador mencionó que tras leer la denuncia filtrada a la prensa de Emilio Lozoya Austin, se percató del crédito y pidió al director de Nafin, Carlos Noriega Romero, un informe actualizado que expuso hoy en conferencia.
En la página 36 de la denuncia de Lozoya Austin ante la Fiscalía General de la República menciona: “antes de concluir dicha reunión me puso como ejemplo el caso del grupo de medios El Financiero. Resulta que dicho grupo acudió a Luis Videgaray para conseguir un crédito con Nafin de 100 millones de dólares, ya que estaba a punto de quebrar. Debido a que Nafin negó el crédito, él ‘se calentó’ -según me dijo- y estuvo a punto de remover a Jacques Rogozinski (director general de Nafin durante el sexenio 2012-2018). Sin embargo, sí consiguió que Bancomext hiciera el préstamo. Como es de dominio público, a menos de un año del otorgamiento de dicho crédito ya había impagos y fue reestructurado de nueva cuenta con riesgos financieros para el Estado Mexicano”, relató el ex director de Pemex.
En la misma denuncia de Lozoya, este atribuye al exsecretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, haber dicho que mantenía a raya a periodistas con sobornos mensuales.
Lozoya tuvo razón en cuanto al crédito multimillonario para El Financiero por el que intercedió Videgaray. Ahora sólo queda pendiente conocer la lista de periodistas a los que se mantenía contentos con “cañonazos de $50.0000.00 a $100.000.00 pesos mensuales”.
«Pregunté a Luis Videgaray Caso cómo hacía para mantener una prensa favorable, me dijo: ‘tú no sabes usar el poder'», le contestó.
