Con textos de Joana Carro y César Sánchez, El libro del futuro (Planeta), se convierte en el obsequio perfecto para que ellos puedan realizar múltiples actividades que, entre sus páginas, les permitirán echar a volar la imaginación y de manera creativa comprender la importancia del presente en su vida futura.
¿Te gustaría poder regalarles a tus hijas, hijos, sobrinos, nietos o a cualquier niña o niño, la oportunidad de hablar con su yo del futuro?
Cuando se es niño siempre se imagina cómo sería convertirse en adulto: se desea tener súper poderes, convertirse en personas a las que se admira, que inspiran seguridad y que con su inteligencia y habilidades logran hacer cosas que siendo pequeños se ven inalcanzables.
Esta máquina del tiempo reúne a chicos y grandes para disfrutar en familia, motivando a los padres a agilizar la mente de los niños, incitándolos a crear un proyecto de vida, expresando en sus propias palabras, libres de prejuicios, cómo y qué les gustaría ser y hacer cuando sean grandes. Con ello, se podrán guardar sus sueños de hoy para que los cumplan mañana.
Uno de los objetivos principales de este “cofre” es lograr que los pequeños puedan formar criterios propios, planear su futuro y quizá por vez primera encontrar sus verdaderos intereses y afinidades.
El viaje comienza con una invitación a recordar quién eres y cómo es tu mundo, después de realizar todas las actividades, como escribir y dibujar en sus páginas, poner calcomanías y recortes, los pequeños tendrán que hacer uso de todo su ingenio y llevar a cabo lo que tal vez sea la acción más interesante del libro, para que, transcurridos 15 años, regresen a este valioso regalo y recuerden aquella experiencia de haberse transportado en el tiempo, sin importar lo que se ha quedado en el camino para alcanzar los sueños y metas que se tenían en la infancia e, incluso, que la meta haya cambiado por completo.
Regalar a una niña o niño El libro del futuro “es un modo de conservar un recuerdo. Y también decirle al futuro lo que es importante para nosotros HOY, en el presente”, indican los autores.
