Brenda Calderón*
En México el acceso y disponibilidad de agua está reconocido como un derecho humano y un bien común. En otras naciones el líquido es de propiedad privada y sujeto a las reglas del mercado. En Estados Unidos el agua cotiza desde hace un mes en la bolsa de futuros de materias primas buscando dar certidumbre del abastecimiento y precio en actividades industriales y agrícolas.
La disputa-tensión entre ciudadanos y la escasez de agua era un tema de estudiosos en prospectiva pero hoy es una realidad que se ha convertido en crisis hídrica en diversos territorios de nuestra nación. En la ciudad de México, una de las grandes metrópolis del mundo, el reto sigue siendo tenerla en suficiencia, calidad y con accesibilidad.
La dotación depende principalmente de fuentes externas a la CDMX y en algunas zonas, solo se tiene por tandeo, en horarios y días determinados o no llega a domicilios por la falta de infraestructura.
En el poniente de la ciudad las alcaldías Cuajimalpa y Álvaro Obregón, tiene amplias zonas verdes y recursos naturales con manantiales o afluentes y al mismo tiempo alta ocupación habitacional y demanda por el creciente desarrollo inmobiliario.
En esa zona es importante la dotación para zonas habitacionales, ejidales y desarrollos inmobiliarios, atendiendo problemáticas diversas como asentamientos irregulares, hundimientos, cortes de suministro, aprovechamiento de manantiales, obras e inundaciones.
En ambas alcaldías es importante aplicar la llamada infraestructura verde, un concepto nuevo para la conservación de biodiversidad, disminución de inundaciones, manejo de drenajes, entre otras que aumentan el valor económico de bienes inmuebles y logran una resiliencia hídrica
En mi encuentro con vecinos y representantes de Cuajimalpa y Álvaro Obregón el tema adquiere diversos enfoques, pero en coincidencia es indispensable una nueva ley de aguas para CDMX, con normas de uso adecuado, que innove con métodos de almacenamiento.
Las grandes empresas y establecimientos comerciales de la zona requieren sistemas de captación y almacenamiento del líquido, tratándose de grandes consumidores y el mayor polo de desarrollo de la capital del país.
Por ley se debe establecer que las viviendas tengan equipamiento para almacenaje como ya ocurre en más de 20 mil, en las alcaldías Iztapalapa, Xochimilco, Tláhuac, Tlalpan y Milpa Alta, con el programa “Cosecha de lluvia”, de la Secretaría del Medio Ambiente.
Estas disposiciones y otras que impliquen el suministro y uso adecuado del agua deben estar en la nueva ley de la materia, que trabajaron los legisladores en el Congreso de la Ciudad de México, pero no se concretó en las sesiones de final de año.
El tema requiere participación y coordinación de los órganos legislativos, en concreto de la Cámara de Diputados y de instancias del Ejecutivo Federal y Local, además de la Academia y por supuesto los vecinos.
En la Ley se debe considerar la asignación presupuestal para reparar el 40% de fugas de agua, dato que se mantiene desde hace años, y genera la perdida de 177 litros de agua al día por habitante. El cuidado del agua es responsabilidad de todos.
*Asesora legislativa.
