El uso de láser facilita el mapeo de zonas arquelógicas
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El uso de láser facilita el mapeo de zonas arquelógicas

La aportación del sistema LIDAR brinda la posibilidad de mapear una ciudad en forma precisa

*La Dirección de Comunicación del Conocimiento de la UAM realiza el ciclo Jueves UAM de Ciencias.

Las investigaciones arqueológicas actuales emplean un sistema de escaneo a partir del láser para elaborar mapas topográficos denominado LIDAR, que realiza la detección a partir del rango de luz que inspecciona la superficie, señaló el doctor Carlos Miguel Varela Scherrer en el ciclo Jueves UAM de Ciencias, organizado por la Dirección de Comunicación del Conocimiento de la Casa abierta al tiempo.

LIDAR –que surge del acrónimo Light Detection and Ranging o Laser Imaging Detection and Ranging– es un escáner montado en una aeronave que emite cientos de miles de pulsos de láser al suelo que rebotan y se hace un registro de la vegetación y del territorio, obteniéndose una nube de puntos muy densos que son analizados. Para cada indagación se hace una configuración de la zona.

En la serie Láseres. De Star Wars a Palenque. Las herramientas de Indiana Jones, el arqueólogo señaló que el láser no atraviesa la vegetación, sino que traspasa los huecos que dejan las hojas de los árboles para llegar al piso. El LIDAR logra dar detalles de hasta 15 centímetros de altura y con ello se han podido ubicar cientos de poblaciones en diversas franjas del mundo.

Al dictar la conferencia Descubrimientos arqueológicos a partir del láser, explicó que en el área maya éste se ha usado en Petén, Guatemala, la selva Lacandona en Chiapas y las reservas forestales de Quintana Roo, Campeche y Yucatán, lo que ha cambiado la concepción de los asentamientos humanos por los caminos, los estanques para almacenar agua y las edificaciones, apuntó el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Chiapas.

El primer vuelo LIDAR se realizó en 2009, cuando se mapeó el sitio arqueológico de El Caracol en un área de 192 kilómetros cuadrados, que se extendió a mil kilómetros cuadrados en el año 2012, descubriendo cientos de caminos y estructuras. En 60 años de mapeo previo con instrumentos tradicionales se habían conocido únicamente 23 kilómetros cuadrados.

En El Pilar, Belice, en sólo unos años se encontró cómo los mayas adaptaron su paisaje de acuerdo con sus necesidades y fueron localizados cientos de asentamientos humanos. De acuerdo con los análisis debieron pasar periodos de estrés por el uso del suelo y agotamiento de la capa vegetal; sin embargo, esos datos siempre deben ser comprobados en el terreno.

En Chactún, Campeche, donde se ha realizado un estudio sistemático del ordenamiento del sitio, “fue encontrada una calzada que sobresale entre diez a 15 centímetros del piso para evitar las inundaciones o para realizar procesiones religiosas. En maya yucateco esas calles se llaman sacbé o camino blanco y entre los más largos se encuentra el que conecta las ciudades de Cobá y Yaxchilán, con una extensión de 100 kilómetros”, apuntó Varela Scherrer.

También se ha reportado la cimentación de albarradas para limitar las propiedades en la zona maya, construcciones que aún se usan en la actualidad y en el campo se han localizado terrazas para detener al agua y evitar la erosión del suelo, donde también se plantaban especies vegetales comestibles y medicinales.

Actualmente, “conocemos casi por completo varias zonas arqueológicas como Palenque, donde en 1999 se levantó un mapa topográfico de la ciudad y se registraron fuentes, caminos, casas, templos y acueductos, en tanto que la UNAM y el INAH usarán la tecnología LIDAR para analizar la zona”.

Los estudios LIDAR se han convertido en una herramienta para conocer la organización espacial de las ciudades antiguas, “pues nos han dejado ver que el panorama es más complejo de lo que pensamos, aunque no es una ventana mágica al pasado”.

La aportación del método es brindar la posibilidad de mapear una ciudad en forma precisa con el control de las capas para centrarse en las edificaciones. En el caso de Palenque “podremos ver mayores evidencias de la ingeniería hidráulica que emplearon los mayas y las arquitecturas que aún no conocemos”.

Para el especialista del espacio de esa región la arqueología es el estudio de los restos materiales que las sociedades que vivieron hace cientos o miles de años han dejado en un espacio determinado.

“Desde que el hombre se asentó en la tierra ha dejado una huella indeleble como casas, tumbas, sembradíos, templos y sistemas de riego, que ha sido documentada por la arqueología mediante el recorrido de la superficie, el uso de mapas geomorfológicos o fotografía aérea para lo cual se han empleado recursos tecnológicos como drones, fotogrametría y el láser a partir del sistema LIDAR”, concluyó.

Jueves UAM de Ciencias es un ciclo permanente organizado por la Dirección de Comunicación del Conocimiento de la Rectoría General de la Casa abierta al tiempo.

26 de abril de 2022