Elecciones 2018: saldos de la Guerra Sucia
Comunicación Política

Elecciones 2018: saldos de la Guerra Sucia

Claudia Benassini F. 

La noche del domingo 1 de julio Andrés Manuel López Obrador fue declarado triunfador de las elecciones federales más disputadas en la historia reciente de nuestro país. Pero también fueron las elecciones con mayor presencia de guerra sucia. En 2006 televisión y prensa, en ese orden, fueron el blanco seleccionado por políticos y empresarios para lanzar sus campañas de odio contra los peligros que entrañaba la llegada del Peje a la presidencia de México.  

Seis años más tarde, estos medios se vieron diezmados por la presencia todavía incipiente de las redes sociales, que encontraron en los bots y cuentas falsas sus mejores aliados para apoyar el triunfo de Enrique Peña Nieto. 

Para esta elección se enfilaron todos los recursos: prensa, radio, televisión, redes sociales, spots y opinión publicada parecieron ponerse de acuerdo para evitar, como fuera, el triunfo del candidato de Morena, empleando para ello diversas estrategias. 

Parte de esas estrategias ha sido documentada, tanto en entregas anteriores como por los colegas seguidores del recién concluido proceso electoral. El resto de este espacio se destina a dar cuenta de las maniobras de la guerra sucia más significativas durante este proceso electoral. Fueron seleccionadas por la vigencia de sus prácticas, que seguramente no esperarán otro proceso electoral para hacerse presentes como instrumentos de presión en manos de diversos grupos. 

¡Lleve su encuesta! 

Desde el inicio de las precampañas -en noviembre del año pasado- las encuestas estuvieron en el ojo del huracán. A los dudosos resultados de los comicios de 2006 se sumaron los fallidos pronósticos de 2012 y el consciente escepticismo ante lo que se antojaba un complicado escenario. Sin embargo, desde la publicación de los primeros resultados las encuestadoras mantuvieron a Andrés Manuel López Obrador a la cabeza de las preferencias electorales, siempre por encima de sus competidores. 

Cuando Reforma publicó en primera plana los resultados de su encuesta mensual, que en mayo daba a AMLO cincuenta puntos de preferencias, opinión pública, opinión publicada y redes sociales cuestionaron la muestra y la honestidad del medio, al que se le acusó de favorecer abiertamente al candidato de Morena.  

Este fue quizás el primer resultado que dio cuenta de la ubicación del puntero, aunque siempre estuvo presente el escenario del “error estadístico” que arrojaría resultados inferiores al final de la contienda. A grandes rasgos, puede afirmarse que las encuestadoras pasaron la prueba, aunque hay diferencias importantes, tanto en resultados, como en el posicionamiento conferido por el llamado círculo rojo que en varias ocasiones las utilizó como punta de lanza para descalificar a quien a la postre resultó ganador. 

Esto no quiere decir que las encuestas no hayan estado presentes en la guerra sucia. En el número de la revista etcétera actualmente en circulación, Angélica Recillas da cuenta de las encuestas falsas que se difundieron a través de periódicos como El Universal, La Jornada y Publimetro, caracterizadas por el buen posicionamiento del panista Ricardo Anaya y de la perredista Alejandra Barrales, ambos fundidos en una extraña coalición que cerró los ojos a las diferencias entre la derecha y la izquierda para ceder a las ambiciones de sus promotores. 

Siguiendo a Recillas, todo indica que las citadas encuestas publicaban los resultados, mas no la metodología. Cabe añadir que la otra variante es que no estaban registradas ante el Instituto Nacional Electoral: Pauta Encuestas, Megamhetryk, Pop Group o Grupo Santander se encuentran entre los despachos con mayor presencia mediática y con menor claridad sobre sus orígenes. 

Adicionalmente, en su siempre creciente interés por ampliar servicios a sus usuarios, Facebook y Twitter lanzaron sus respectivas aplicaciones para diseñar y desarrollar encuestas cuyos resultados se colocaban en las líneas de tiempo de quienes las elaboraban. 

Este servicio de las redes sociales contribuyó a la proliferación de resultados falsos con la consecuente desinformación; a estas deficiencias se suman las preferencias por un candidato, como fue el caso de Joaquín López Dóriga quien a través de sus cuentas en redes sociales mantuvo estas encuestas siempre con José Antonio Meade en el primer lugar. En esta misma línea, uno que otro empresario influyente utilizó la misma metodología para ubicar a Ricardo Anaya en el primer lugar de las preferencias electorales. 

La desinformación como práctica usurpadora de la cobertura 

A dos semanas de iniciadas las campañas, Noah Lanard y A.J. Vicens publicaron un reportaje en el portal Mother Jones, que daba cuenta del extraño funcionamiento de cuatro sitios de noticias: Morena. mx, El mexicano digital, El zócalo de México y Pinche hemeroteca[2]. Los cuatro se lanzaron cuatro meses antes de las elecciones y se alojaban en el mismo servidor; los cuatro compartían cuenta en Google Analytics y los cuatro tenían presencia creciente en Facebook, Twitter, fueran seguidores reales o bots. Igual que los portales destinados a las Fake News, la información difundida en estos cuatro sitios no incluía los nombres de sus autores, además de que se caracterizaban por una constante: los cuatro sitios se dedicaban a desprestigiar a Andrés Manuel López Obrador y a ensalzar a sus competidores. 

Estos sitios fueron prolíficos en sus comparaciones entre México y Venezuela, así como en dar cuenta de los desastrosos gobiernos populistas latinoamericanos y en referirse al delicado estado de salud del puntero en las encuestas. El reportaje de Lanard y VIcens destaca que tras las coincidencias enunciadas, habría elementos para señalar que tras estos sitios estaría el Consejo de la Comunicación, que había manifestado su decisión de no apoyar a un candidato en particular, aunque habría manifestado su oposición a López Obrador. 

Como parte de su reportaje, Lanar y Vicens entrevistan a un ejecutivo de Facebook, quien les afirmó que los cuatro sitios cumplen con las políticas de la empresa en materia informativa y que, previo pago, la empresa estaría dispuesta a promover sus contenidos como parte de las “novedades para el usuario”. Después de todo, este tipo de actividades representan importantes ingresos para la red de Mark Zuckerberg, quien parece haber olvidado su promesa de frenar la proliferación de Fake News a través de Facebook. 

La diferencia más importante entre este tipo de sitios y los que difunden noticias falsas radica en los objetivos. Los cuatro portales arriba citados exaltan ciertas partes del contenido informativo en detrimento de otras para lograr los objetivos que se proponen. 

Sin embargo, directa o indirectamente recurren a la desinformación y la confusión. Una vez logrado lo que se proponen, desaparecen sin despedirse y sin motivo aparente. Los cuatro sitios de noticias dejaron de funcionar el lunes 2 de julio, aunque sus estrategas están listos para una siguiente batalla cuando sea necesario. 

Las Fake News de siempre… 

Durante las últimas semanas de la campaña conocimos a Carlos Merlo, presidente de VictoryLab, una de las docenas de agencias que funcionan en la Ciudad de México dedicadas a las Fake News. En entrevista concedida a Broderick Ryan e Íñigo Arredondo, comenta que entre sus clientes se encuentran partidos y políticos cuyos nombres omite por obvias razones. 

La agencia de Merlo genera información falsa que descalifica a la competencia o se concentra en las bondades de sus clientes. Se inició en 2006 en actividades ajenas a la política que le fueron mostrando el lucrativo camino a seguir. Su otro fuerte es el manejo de las cuentas falsas en Twitter, a través de las que generó un millón de tuits en el tercer debate presidencial celebrado en Mérida el 12 de junio.  

Carlos Merlo está seguro de que sus estrategias serán la piedra de toque que lo lleve a colocar al próximo presidente de México en 2024; después, dice a Broderick y Arredondo, formará una familia y se dedicará a otras actividades. 

 Carlos Merlo no descansa, como tampoco lo hacen las docenas de sitios que aprovechan las redes  

“Desde la publicación de los primeros resultados las encuestadoras mantuvieron a Andrés Manuel López Obrador a la cabeza de las preferencias electorales, siempre por encima de sus competidores.” 

sociales para poner en circulación sus Fake News. 

Uno de los más consolidados sigue siendo Argumento Político, cuyas notas circulan sin problema a través de Facebook y Twitter. 

“El PRI ha sacado de la miseria a este país: José Narro Robles”; “Layda Sansores propone que diputados ganen sólo 5 mil pesos al mes. Yo estoy de acuerdo, ¿y tú?”, “100 pesos de salario mínimo al día es demasiado para un mexicano: Rosario Robles”, y “Gracias al presidente EPN ya no existe pobreza; todas las familias mexicanas viven mejor: Angélica Rivera” son algunos titulares recientes de las notas que miles de usuarios leen y comparten cotidianamente a través de las redes sociales, ya sea porque las creen, porque están de acuerdo con ellas aunque sean falsas, o porque les parecen graciosas. El lector interesado en el tema puede visitar su blog y encontrar cientos de noticias similares clasificadas por tema o por fecha de publicación. 

De acuerdo con información publicada por Verificado 2018, Argumento Político tiene competidores igualmente populares: Quinto poder y Zócalo Virtual comparten el mismo formato y la ausencia de nombres de quienes redactan su información. 

Otros están solamente presentes en Facebook conquistando adeptos con la finalidad abierta de desprestigiar a López Obrador: Pejendejadas y Amar a México -antes FCH pasión por México- son ejemplos de esta práctica que encuentra en el dinero y la descalificación personal sus principales razones de ser. Hablando hipotéticamente, si en algunos meses regresáramos al tema, el lector se sorprendería de la vigencia y proliferación de estos espacios, cuyas repercusiones desinformativas hemos analizado en otros momentos. 

…Y la guerra sucia estaba ahí… 

A primera vista, finalizadas las elecciones concluye también la guerra sucia. Nada más alejado de la realidad: si bien los sitios adjudicados al Consejo de la Comunicación [3] cesaron sus actividades el 2 de julio, siempre estará presente la posibilidad de revivirlos para fines similares en momentos coyunturales. Han cesado momentáneamente las alusiones a Venezuela y al populismo latino- americano, pero cuando se tome una decisión que afecte quién sabe qué intereses volverán a hacerse presentes. 

Y qué decir de la posibilidad de que cada usuario de Facebook o Twitter suba a su línea de tiempo su encuesta a propósito de las medidas tomadas por López Obrador y su gabinete. El hartazgo diluyó el “tengo miedo” de los spots de Meade y se burló de las llamadas telefónicas que prevenían a quienes votaran por el candidato de Morena; pero no los ha erradicado como prácticas legitimadoras de un descontento que podría hacerse presente cuando los de siempre sientan que se lesionan sus intereses. 

Una última reflexión. Desde hace más de seis meses Mark Zuckerberg se comprometió a diseñar filtros que retiren las Fake News de Facebook, También anunció la promoción de información de alta calidad. Se trata simplemente de llamados a misa que buscan sumarse al descontento de quienes cuestionamos el incremento de la desinformación y los pocos esfuerzos para contrarrestarla. 

Como ya hemos insistido, la concientización debe ser iniciativa del usuario y no de quien ve amenazados sus intereses si emprende una limpia contra las Fake News y las ganancias que representan para Facebook en materia de promoción para el usuario disfrazada de novedad. 

Por el momento, la posibilidad de que las Fake News y las encuestas falsas se incorporen al hartazgo ciudadano como los spots y las llamadas telefónicas no pasa de ser un deseo objetivado. Seguimos pendientes. 

Materiales citados 

  • BRODERICK, Ryan y ARREDONDO, Íñigo “Conoce al rey de las Fake News en México”, en BuzzFeed News, 28 de junio de 2018. 
  • LANARD, Noah y VICENS, A.J. “Facebook is still the perfect propaganda platform. These sketchy Mexican pages show why”, en Mother Jones, 9 de abril de 2018. 
  • RECILLAS, Angélica “Las Fake News en la campaña electoral”, en etcétera, núm. 212, julio de 2018, págs. 8-12. 

[1] Profesora Investigadora, Facultad Mexicana de Arquitectura, Diseño y Comunicación, Universidad La Salle Ciudad de México @ClaudiaBenassini 

[2] Cabe destacar que el reportaje de Lanard y Vicens fue replicado a modo de nota por Mientras tanto en México y Regeneración. El primero como parte de las actividades mediáticas de la YouTuber Carla Rivera; el segundo órgano informativo de Movimiento de Renovación Nacional, Morena. Ninguno añade un dato extra o una posición sobre el tema; replicar notas de otros medios es una estrategia para ahorrar dinero, aunque se trata de parásitos de la información. 

[3] Desde luego, el Consejo de la Comunicación y sus voceros han negado todo vínculo con estas páginas. Sin embargo, son demasiadas coincidencias que se suman a la abierta participación de órganos empresariales en actividades políticas, siempre para salvaguardar sus intereses. 

13 de abril de 2021