Entre la guerra y la paz: visiones mediáticas de la invasión a Ucrania
Hemeroteca, Periodismo

Entre la guerra y la paz: visiones mediáticas de la invasión a Ucrania

Alberto Betancourt Posada*

¿Estamos ante el inicio de una tercera guerra mundial? ¿Cómo se resolverá la crisis de misiles nucleares actualmente en curso? Es muy pronto para resolver esas angustiantes preguntas, pero podemos adelantar que la situación actual es peligrosa y puede tomar diversos cursos de acción, algunos prolongarían y escalaría la guerra, otros en contrapunto conducirían con mayor brevedad y menos sufrimientos a la paz.

        Una poderosa maquinaria-mediática-hegemónica, está produciendo lo que podríamos llamar una falsa conciencia, martillea la semiósfera (el conjunto de mensajes emitidos, según Yuri Lotman) con el discurso de una guerra ineluctable y la consecuente necesidad “de enrolarse y ganarla”. Los historiadores Stephane Audoin-Rouzeau y Annette Becker, inquieren en Violencia y consentimiento: la cultura de la guerra en el Primer Conflicto Mundial, Jean Pierre Rioux Coord. Para una historia cultural, Taurus, 1998) como se gestó la cultura de la guerra y el conjunto de representaciones que permitió a los Estados, las instituciones y los medios de comunicación convencer masivamente a pacíficos padres de familia de que no había otro camino que la guerra, y persuadirlos de alistarse en los ejércitos donde se convirtieron en asesinos sanguinarios.

     En ese contexto resulta muy importante analizar los relatos mediáticos hegemónicos, pero también aquellos que se encuentran en una postura relativamente diferente ya sea porque adoptan una postura subalterna y crítica frente a la guerra, o bien, porque justifican la invasión rusa a contrapelo del discurso ampliamente dominante. En el presente contexto analizo algunas notas tomadas de la versión digital de los diarios Global Times (China), Jacobin (EU), Der Spiegel (Alemania) e Il Manifesto (Italia).

 Global Times: Rusia venderá más armas

El presidente de Estados Unidos ha dicho que tanto las sanciones económicas como el embargo de armas contra Rusia tendrán efecto a mediano y largo plazo, le impedirán modernizar sus sistemas de armamento y volverán obsoleto su ejército. Sin embargo, de acuerdo con Liu Xuanzun y Chi Jingyi (“New US sanctions on Russia’s defense industriy ‘won’t have significant impact’”, Global Times 4 de marzo) la tecnología militar rusa es autosuficiente y podrá actualizarse permanentemente sin depender de importaciones. Además, señalan los autores, su eficiencia en el campo de batalla aumentará su prestigio y consecuentemente incrementará la demanda comercial de armas rusas.

      De esta suerte, prosigue su razonamiento, algunos de los impactos negativos de las sanciones comerciales serán compensados por el crescendo de exportaciones de armas.  Por otra parte, India es el principal comprador de armamento ruso y no acatará las sanciones estadounidenses. Si EU se atreviera a sancionar a India perdería uno de los cuatro pilares de Alianza Indo-Pacífica contra China. Irán, ya expulsado desde hace tiempo del sistema Swift, también continuará comprando armas a Rusia. Quizá, Turquía, el tercer mayor comprador de armas rusas, si acate las sanciones de la OTAN.

Seguramente Rusia aumentará sus exportaciones de armas. A lo expresado por la nota podemos agregar que de acuerdo al SIPRI Year Book 2019 publicado por el Instituto Sueco de Estudios para la Paz, en ese año, cinco países exportaron el 76% de las armas vendidas en el mundo. EU ocupó el indiscutido primer lugar con un 36% del total. Rusia por su parte vendía el 27% en 2017, pero bajó al 21% en 2019.

Global Times: los gatos rusos no tienen la culpa

El diario del Partido Comunista Chino, también publicó una nota donde cuestiona el hecho de que el conflicto ha sido utilizado para promover actitudes de rusofobia, en vez de buscar la negociación razonable que conduzca a un cese al fuego. De acuerdo con la nota, Toothles Western drama queens sanction Russian cats, ridiculous beyon imagination, la Federación Internacional de Felinos con sede en Bélgica, decidió excluir a los gatos rusos de sus exposiciones, consecuentemente podemos agregar, no se podrá conseguir el legendario gato azul ruso. Esa especie que merodeó la corte de Nicolás I (1825-55), con sus típicos ojos verdes, su elegante cuello y su larga cola. Tampoco, según se desprende de lo expuesto en el artículo, se podrán conseguir los famosos gatos de Siberia. Además, los criadores rusos no podrán participar en los concursos internacionales de gatos y sus Felis catus no podrán obtener pedigríes

Las absurdas sanciones contra el pueblo ruso también implicaron la suspensión de la final de la Champion League y los partidos de la UEFA. La oleada anti-rusa también incluyó la prohibición de los ballets rusos en Gran Bretaña. La Universidad de Milán suspendió los cursos sobre Dostovievski. El director Valery Gergiev fue despedido de la Orquesta Filarmónica de Munich por negarse a condenar la invasión rusa.

¿Y ahora qué? se pregunta el texto chino: se va a prohibir el Tetrix, porque fue inventado por ingeniero soviético, se proscribirá la tabla periódica de los elementos creación del químico ruso Dimitri Mendeleiev. El discurso de Joe Biden, remata la nota, no dijo una sola palabra sobre abrir negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia. Los gatos, los deportistas y los artistas son inocentes. Occidente ha mostrado que fácil se destempla. Está empeorando las cosas, ahondan el conflicto en vez de atenuarlo o resolverlo.

Jacobin: Escaseará el pan

Branco Marcetic, dice que Rusia (Putin le dio a Biden exactamente lo que quería, Jacobin,24/feb/22) violó los acuerdos de Minsk signados el 5 de septiembre de 2014, en los cuales se reconoció a Donetsk y Luhansk como regiones autónomas, pero integrantes de la República de Ucrania. La Federación Rusa quebrantó los acuerdos al reconocer las autoproclamadas repúblicas populares e independientes Donetsk y Lugansk. Es un acto ilegal, viola la integridad territorial de Ucrania y modifica la división política de Europa afirma el texto. Sin embargo, abunda, las acciones británico-estadounidenses empujaron a Putin en esa línea de acción. La mancuerna antes citada adoptó un discurso en el que “Putin es Hitler”, “busca revivir la gloria de la URSS”, “no se puede razonar con él” y siendo irracional, solo con una categórica una demostración de fuerza se puede impedir que siga haciendo lo que hace.

Putin, recuerda el también editor de Jacobin, ofreció en diciembre una negociación con demandas atendibles:a) un compromiso legal por escrito de que Ucrania y Georgia no ingresarían a la OTAN, b) el compromiso de Washington de regresar al Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, abandonado por Donald Trump y c) la suspensión de algunas actividades de la OTAN en las Ex-repúblicas soviéticas.

Occidente, señala Marcetic insistió en mostrarse duro. La Ministra británica de Relaciones Exteriores, llegó al colmo, y sorprendió a Serguei Lavrov pues cuando éste le preguntó si reconocía la soberanía de Rusia sobre Rostov y Voronezh y ella le espeto: “nunca reconocería la soberanía rusa sobre esas regiones”, que como sabe el lector forman parte de la Federación Rusa. Si EU sanciona los combustibles fósiles rusos, abunda el texto publicado en la importante revista de la izquierda estadounidense, nos espera una inflación galopante. Rusia es el segundo proveedor extranjero de petróleo a EU. Si se sancionan las exportaciones rusas de trigo, los alimentos se irán al cielo. Debo agregar que Rusia es el mayor exportador de trigo del mundo. Y si Ucrania, retomo la glosa del texto de Marcetix, el granero del mundo deja de surtir trigo, qué pasará en las panaderías. Lo mismo ocurriría con los semiconductores.

El autor de la nota de Jacobin se pregunta, ¿cuáles son los objetivos de Putin?: presionar para abrir las negociaciones, crear una zona de amortiguación, marchar a Kiev y derrocar al gobierno ucraniano. Y si la guerra se prolonga, se interroga, qué tanto se escalará: ¿llegará al nivel nuclear?, ¿Rusia se empantanará ante una insurgencia prolongada contra fuerzas paramilitares de ultraderecha entrenadas por EU y la OTAN, ¿se extenderá el campo de batalla a otros países?

Der Spiegel: África sufrirá nuevas hambrunas

Para Heiner Hoffman y Asha Jaffar (Russia’s invasion of Ukraine Is Driving Up Grain Prices, Der Spiegel, 2/marzo/22) Egipto el país más populoso de África con 100 millones de habitantes, importa la mayor parte de su trigo de Rusia, Túnez lo importa de Ucrania. Kenia ahogada en deudas con al FMI ha tenido que gravar el pan para pagar tributo a su acreedor. La pandemia y ahora la inflación han generado hambre. El texto del diario alemán cita el testimonio de Beatris Atieno entra a las tiendas y sale con las manos vacías, porque “el pan está muy caro”. En otro testimonio recogido por los periodistas alemanes, Daniel Kisumba, dueño de una panadería en Kenia afirma que las ventas han caído a menos de la mitad. “El precio del trigo sube y me obligará inevitablemente a subir el precio del pan”, dice.

Der Spiegel: Es hora de armarse

El periodista Markus Becker, entrevistó a Jospeh Borrel, alto representante de la Unión Europea para asuntos exteriores y seguridad (Joseph Borrel Interview. We cannot and Will Not Sacrifice Ukraine, Der Spiegel, 7 de marzo22), le preguntó, si debido a que Vladimir Putin ha advertido que podría usar armas nucleares contra aquel país que se involucre en el conflicto, no sería un riesgo que la Unión Europea envíe armas. El ingeniero y matemático de origen catalán respondió: “No se puede hacer un omelette sin romper los huevos”. El también dirigente del PSOE añadió: La amenaza nuclear rusa es completamente irresponsable. Pero debemos admitir que las sociedades de la UE no están preparadas para librar una guerra y nuestras normas no nos lo permiten, pero no dejaremos sin municiones a Ucrania. Europa ha cortado sus presupuestos militares. El político ligado a Felipe González apuntó “ganamos seguridad social pero perdimos seguridad física”. Pero la situación ha cambiado. Alemania por ejemplo aprobará un presupuesto militar de más 100 mmdd., ha sido cómodo vivir del escudo estadounidense, pero nos ha vuelto dependientes. Las declaraciones al diario alemán apuntan a una transferencia de los subsidios que se dedicaban al bienestar social al gasto militar.

Il Manifesto: parar la guerra

El diario-cooperativa Il Manifesto publicó a dos días del conflicto una interesante editorial llamada “Contre la guerra folle la verita della pace” (26 de febrero https://ilmanifesto.it/contro-la-guerra-folle-la-verita-della-pace/), en la cual señala que la invasión rusa a Ucrania es inaceptable, viola el derecho internacional, infringe sufrimiento a los civiles, pone en peligro a Europa y desatará una carrera armamentista. Putin, añade el diario autodefinido como comunista, había dividido a Europa entre los partidarios de la guerra y quienes querían volver a los acuerdos de Minsk. Ahora ha logrado unificar a la clase política europea en su contra. El diario constituido como cooperativa de periodistas agrega: en la transición de la URSS a Rusia surgió una oligarquía emanada de las privatizaciones y la reconstrucción del complejo industrial militar ruso; el bombardeo contra Kiev destruye su propia historia, atenta contra la hermandad ucraniano-rusa, lastima la identidad eslava y hace trizas la credibilidad de Rusia. La URSS se suicidó al auto provocar su implosión –el diario entre cuyos fundadores destaca Rosana Rossanda abunda: la invasión de Ucrania es el suicidio de Rusia, no es el regreso de la URSS, es el inicio de una guerra caliente, en el corazón de Europa, con superpotencias blandiendo armas nucleares, poniendo en peligro la piel de los civiles, de Ucrania, de Europa y del mundo.  El movimiento pacifista es imprescindible, remata il quotidiano comunista, particularmente al interior de Rusia.

Entre la guerra y la paz

Muchos relatos mediáticos se convertirán en cierto sentido en una continuación del campo de batalla entre bandos. Pero seguramente también surgirán a contrapelo y en minoría, crónicas y opiniones en los medios, que ofrecerán espacios para la reflexión y el llamado a un curso de acción empeñado en evitar la media noche de la guerra en el siglo XXI. Existen muchos relatos instalados en una interpretación de la guerra como inevitable y justificada. Afortunadamente existe otra postura, inspirada en el apremio y la posibilidad (ardua pero viable) de la negociación, la corresponsabilidad y la paz.

Analista internacional

26 de abril de 2022