Estoy demandado por algo más que “daño a la moral”: Humberto Padgett
Libertad de Prensa

Estoy demandado por algo más que “daño a la moral”: Humberto Padgett

Perla Blas

Las demandas contra periodistas son un método que busca coar­tar la libertad de expresión e in­timidar, y esa estrategia se usa cada vez más para violentar, ya que en­frentar un proceso legal puede ser para al­gunos, además de incosteable, un bloqueo a una fuente de trabajo.

Sin embargo, callar no es la opción, ni con los políticos ni con los narcotraficantes o por conveniencias publicitarias o legales, asegura Humberto Padgett, quien continúa enfrentando una demanda por 10 millones de pesos, presentada por el ex gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila. El pe­riodista, quien ha seguido por 20 años las historias en esa zona del país, afirma que la demanda es una forma de intimidarlo.

Ávila, quien fuera vicecoordinador de campaña del candidato priista, José Anto­nio Meade, argumentó “daño moral”, en contra de Padgett, en enero 2017, luego de que publicara un perfil biográfico sobre el exgobernador que lo molestó, en el libro Los suspirantes 2018, editado por Planeta y coordinado por Jorge Zepeda Patterson.

En éste, el periodista recopiló cinco tes­timonios que describen la presencia del ex gobernador mexiquense –y la del obispo emérito de Ecatepec, Onésimo Cepeda– en fiestas sexuales en las que involucraban a hombres menores de edad.

Eruviel argumentó daño a su reputación y demandó al periodista y su fuente. Pad­gett ha publicado varios libros y reportajes sobre el deterioro social y corrupción que imperan en el Estado de México. Aseguró a revista Zócalo que el acoso judicial es un elemento de censura.

-El ex gobernador del Estado de México te demandó por 10 millones de pesos ¿Qué crees que le haya molestado realmente?

-Es el trabajo que hice en el Estado de Mé­xico. Antes de ser demandado publiqué un libro llamado: Estado de México la monar­quía de la barbarie, entre otras cosas, do­cumento la relaciones del narcotráfico con la policía municipal de Alfredo del Mazo Maza, actual gobernador del Estado de Mé­xico. También publiqué la compra-venta de una casa que hizo Alfredo del Mazo Gon­zalez, ex gobernador del Estado de México y tío del actual presidente Enrique Peña Nieto, con el jefe del narcotráfico, Arman­do Carrillo Fuentes, “El señor de los cielos”. Además, en los últimos meses de gobierno de Peña Nieto y primeros de Eruviel Ávila publiqué otro libro que se llama, Las muer­tas del Estado.

-Además de Eruviel ¿a quién más le inco­modó tu trabajo?

-Hay una clase política que se irritó mu­cho por esto y el conjunto del libro Los Suspirantes 2018. Donde no solo hablo de Eruviel y las fiestas, sino de corrupción y deterioro en la seguridad pública. Del Obispo emérito de Ecatepec, Onésimo Ce­peda, yo no he tenido conocimiento sobre si pudiera molestarle.

Eruviel me demanda en un contexto de ventaja política, donde estaba por ser vice­coordinador de campaña de José Antonio Meade, además era candidato de lista al Senado de la República y teniendo una re­lación cercana con el presidente del Tribu­nal Superior de Justicia del Estado de Méxi­co, quien lo nombró Doctor Honoris Causa por sus aportaciones a la justicia. Ese es el jefe del juez que me está juzgando con un comportamiento que me parece tan severo que lo considero de consigna.

Estoy demandado por algo más que “daño a la moral”, y yo no lo digo, cito fuen­tes, en todos los casos estoy mencionando los hechos con personas que accedieron a dar nombres para que el hecho se publica­ra, dejando de fuera muchos testimonios anónimos recurrentes con lo mismo.

-Por esta demanda, ¿qué has modificado en tu vida laboral?

-Estoy pagando abogados, con esfuerzo lo estoy haciendo. Un periodista con el sueldo promedio o un poco más bajo, no podrían pagar una defensa especializada, son cos­tos que se acercan a las decenas de miles de pesos. Una demanda que tenga este ánimo de intimidar por 10 millones de pe­sos logra el objetivo: no en mi acaso. Yo no me voy a dejar por el temor.

-Para las demandas a periodistas, no existe un tope de dinero, en tu caso cómo definen la cuantía de los 10 millones.

-Él (Eruviel) no explica por qué 10 millo­nes de pesos, y no por mil millones o un peso, además lo hace desde la demagogia de que si algo gana, no se lo quedará él, sino que se los dará a niños con debilidad visual, amparándose desde un supuesto acto filantrópico.

-¿Eruviel ha estado presente en las au­diencias?

-No, nunca se ha parado ahí, solo van sus abogados. Es lamentable teniendo el en­torno de que México está considerado por diversos organismos internacionales (ONU, Reporteros sin Fronteras, Artículo 19) como uno de los peores lugares para la libertad de expresión. Aquí matan periodistas y no pasa nada, se estrangula un medio quitán­dole la publicidad e incitando al boicot y no pasa nada. La policía puede ir a ponerle una cachetada a un reportero por estar do­cumentando uno de sus abusos y no pasa nada. El acoso judicial se suma como una estrategia para el debilitamiento de la liber­tad de expresión, en un lugar donde pros­pera la violencia y corrupción.

Además soy demandado en Ecatepec, yo promoví un recurso que se llama pró­rroga de jurisdicción con el que pretendía ser juzgado en la Ciudad de México, porque existe un código penal equiparable y el juez me dijo que no. Ecatepec donde Eruviel ha sido dos veces presidente municipal, di­putado local dos veces y gobernador del Estado. Entonces es un juicio que pretende hacerse con una ventaja política.

Como senador, el fuero institucional le otorga ventajas procesales objetivas, él po­dría quedar dispensado para presentarse a declarar si yo decidiera contrademandarlo, mi demanda, aun ganando sería infructuo­sa porque el código civil del Estado de Méxi­co dispensa el pago de reparación del daño a quienes gocen de fuero institucional.

-¿Qué pasará en el escenario de que per­dieras?

-No lo sé, yo estaría dispuesto a acudir a instancias defensoras de los derechos hu­manos y me estoy preparándome para de­fenderme fuera del país. Al final espero no solo tener una sentencia o una resolución favorable para mí, sino que quede el ejem­plo de que no existe viabilidad de los políti­cos para enjuiciar a los periodistas sólo por tener más poder.

-¿Se ha buscado coartarte de otras for­mas, además de la demanda?

-Me han dejado solo, “chínguese cabrón”. Yo no pertenezco a ninguno de los clubes que componen al gran gremio periodístico mexicano, que no existe tal gremio. Pero me han apoyado Ciro Gómez Leyva y Ma­nuel Feregrino.

-¿Recibiste respaldo de la editorial?

-No, ni siquiera un correo “estamos al tan­to” o “¿te gustaría un consejo legal?”, nada. Estoy solo. Hay un gremio que no sabe cuestionarse a sí mismo, y que no tiene problema en dejar en desamparo a algu­nos. Mi asunto de la demanda ocurre en medio de otra situación inicial en la que es­toy metido y es el proceso contra las perso­nas que me descubrieron grabando en Ciu­dad Universitaria, mientras vendían droga.

El asunto de CU se desahoga en un juz­gado del Reclusorio Sur, hasta Xochimilco, y lo de Eruviel en Ecatepec. Estoy en bron­ca con los narcos del sur y con los políticos del norte del Valle de México, es un asunto muy difícil, en vez de documentar estoy yendo a juzgados.

Publicado en la edición #223 de septiembre, 2018.

23 de noviembre de 2020