Diego Ríos
El temido cacique universitario Gerardo Sosa Castelán será llamado a partir de este día como “Gerardo S”, tras una audiencia que duró 12 horas y que concluyó a las 03:00 horas de hoy, donde un juez federal lo vinculó a proceso por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
La sonrisa picarona y el dejo de prepotencia que distinguió al que fuera presidente del patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), se transformó en miedo y zozobra al sostener su orden de aprensión decretada por el juez Gregorio Salazar Hernández, adscrito al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, quien le decretó prisión preventiva.
Sosa Castelán demandó en el año 2004 al periodista Alfredo Rivera por la publicación del libro La Sosa Nostra. Porrismo y gobierno coludidos en Hidalgo, y fue obligado a pagar 780 mil pesos como una indemnización por “daño moral”.
En entrevista para Zócalo, Rivera Flores dijo sentirse satisfecho “por principio quienes la hacen, la paguen y la verdad es que la historia es larga de evidencias negativas de Sosa Castelán. Ahora que se inicia este proceso en su contra, es una medida justa que se origina con este nuevo gobierno que sigue manifestando su decisión de combatir la impunidad”, señaló.
“Satisfacción” por la detención de Sosa Castelán; este gobierno combate la impunidad: Alfredo Rivera
El juez dio un plazo de tres meses a la Fiscalía General de la República (FGR) para realizar la investigación complementaria, la cual se podrá ampliar por tres meses más de ser necesario.
Además de Sosa Castelán, fueron vinculados a proceso María Luisa Montalvo Sierra, María Cruz Campos Álvarez y Juan Manuel Hernández Gayosso, señalados de utilizar una empresa fachada para esconder recursos de la mencionada casa de estudios. De acuerdo con la causa penal 263/2020, de 2011 a 2018, a través de las empresas Contabilidad del Siglo XXI, Pachuca Sociedad Civil, se triangularon 58 millones 200 mil pesos.
La FGR busca aprehender a las hermanas Adriana y Ana Carmen Sosa Cravioto, hijas de Gerardo Sosa Castelán, también acusadas de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
