Hacia un INE realmente nacional
Electoral

Hacia un INE realmente nacional

José Roberto Ruiz Saldaña*

Los distintos foros y espacios en donde recientemente se ha recreado la discusión sobre una posible reforma electoral han permitido observar, cuáles son los temas y cuestionamientos de los actores involucrados e interesados.

En las siguientes líneas me propongo responder algunos de esos críticas que han estado encaminados a sostener que, en una próxima reforma electoral, el Instituto Nacional Electoral no podría hacerse cargo de las elecciones locales.

Registro de más candidaturas Quienes se oponen a una autoridad administrativa electoral única sostienen que el INE no podría hacerse cargo del registro de candidaturas locales -a la vez que debe procesar las solicitudes de las candidaturas federales-, sobre todo si en la reforma electoral se aprovecha para tener un solo calendario electoral en el país, es decir, que realmente las elecciones sean concurrentes cada tres años y, si se considera que hay distritos federales, en cuya geografía hay muchos municipios y varios distritos Locales, lo que conllevaría el registro simultáneo de muchísimas planillas y fórmulas.

La realidad es que el INE cuenta con personal eventual durante los procesos electorales que llega a reforzar las tareas, como sucede con las miles de personas que se incorporan como capacitadorasasistentes electorales, así como supervisoras electorales para, fundamentalmente, integrar y asistir en las mesas directivas de casilla y procesar el registro de más candidaturas en aquellos distritos federales que tuvieran esa necesidad sería bajo el mismo esquema.

De hecho, con o sin reforma, el INE tiene pendiente revisar y planear mejor la cantidad y función del personal eventual que se incorpora dentro del proceso electoral.

Realización de más cómputos

Las personas que critican la posibilidad de contar con una sola estructura electoral en el país para hacer elecciones, señalan que el INE no podría hacerse cargo, en sus consejos distritales, de los cómputos de las elecciones locales y que sería muy complejo y costoso para el Instituto, instalar Consejos Municipales y Distritales dependientes del INE para realizar dichos cómputos locales.

Evidentemente, con las previsiones en tiempos y método, el Instituto Nacional Electoral sí puede realizar -además- los cómputos de las elecciones locales. La reforma electoral deberá preveer que el calendario electoral s revise, sistematice y simplifique. Hoy por hoy nuestro país tiene ese pendiente.

Adicionalmente, hay que decir que el INE ha ido consolidando una forma de emprender los cómputos que consiste en que nuestros Consejos Distritales se desdoblan en grupos de trabajo y puntos de recuento, cuando así se requiere; es decir, más personas al mismo tiempo cuentan los votos -a partir del miércoles siguiente a la elección- para obtener los resultados definitivos y oficiales.

Es más, en aquellos distritos federales que tuvieran varios municipios y distritos locales, ese método de trabajo sería la vía para emprender desde un inicio dicha tarea; y si aún así siguiera siendo complejo que algunos de nuestros distritos federales pudieran hacer frente a tantos cómputos locales, siempre es factible que en la reforma electoral se creara una figura (un Consejo Regional) exclusivamente donde hiciera falta para que ayudara a dichos consejos distritales.

En la actualidad, existe la figura de oficinas municipales que instalamos durante el proceso electoral en algunos de los distritos federales con superficie extensa. Sería cuestión de recuperarla y reformularla a partir de las nuevas necesidades.

Evidentemente, con las previsiones en tiempos y método, el Instituto Nacional Electoral sí puede realizar -además- los cómputos de las elecciones locales. La reforma electoral deberá prever que el calendario electoral se revise, sistematice y simplifique.

Evidentemente, sería absurdo intentar instalar consejos municipales y distritales locales, además de los consejos distritales (Federales), que ya instala el INE, para hacerle frente a los trabajos durante los procesos electorales. Ni en tiempo, ni en esfuerzo, ni financieramente sería viable. La reforma electoral debe apostar porque el trabajo se desahogue desde los consejos distritales que ya existen. Estos son la base -y deberán continuar siéndolo- en términos de organización institucional para hacer frente a las elecciones.

Espacios insuficientes de las oficinas distritales del INE

Las y los objetores de la reforma electoral también han sostenido que, si el INE se hiciera cargo de las elecciones locales, no tendría espacios suficientes, por ejemplo, para tener en bodegas los documentos y los materiales electorales que se agregarían con motivo de esa nueva responsabilidad de lo local.

El tema de los espacios, es decir, de las dimensiones y condiciones de las trescientas Juntas Distritales del INE, es todo un tema. El autor de este artículo, a la fecha del envío para su publicación, ha recorrido 69 oficinas del Instituto, a lo largo y ancho del país, para constatar las condiciones en las que laboran las y los compañeros en los órganos desconcentrados.

Salvo honrosas excepciones, es verdad que los espacios con que cuentan no son los adecuados, generalmente son casas-habitación medianamente cuando así acceden sus propietarios-, remodeladas para albergar instalaciones del INE. Difícilmente se trata de inmuebles destinados para oficinas.

Sin embargo, el problema de los espacios podría amortiguarse si se atiende el abandono administrativo que hay en el INE, ya que la constante es la existencia de un considerable archivo institucional de muchísimos años que debiera digitalizarse o desincorporarse, a fin de que cajas y más cajas dejen de robar espacio.

El abandono administrativo ha provocado que la política inmobiliaria sea prácticamente inexistente hacia las Juntas Distritales, lo cual debe revertirse atendiendo aquellas en situación más crítica y procurándoles un espacio adecuado y digno. Finalmente, en la próxima reforma electoral deberá valorarse la posibilidad que en nuestras oficinas distritales no deba haber resguardo militar, con lo que se lograría liberar más espacios.

El abandono administrativo ha provocado que la política inmobiliaria sea prácticamente inexistente hacia las Juntas Distritales, lo cual debe revertirse atendiendo aquellas en situación más crítica y procurándoles un espacio adecuado y digno.

La violencia local la padecería el INE

Finalmente, quienes se oponen a que el INE sea autoridad única y se prescinda de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE´s) insisten que la violencia de las elecciones locales, particularmente la que se presenta en la renovación de los integrantes de los ayuntamientos en algunas entidades federativas, se trasladaría a los consejos distritales del Instituto Nacional Electoral.

Es más, sostienen que el personal del INE no tiene la experiencia para hacer frente a la conflictividad social local. No desconozco que, en algunos lugares del país, desafortunadamente, durante las elecciones municipales hay violencia, incluso en algunos casos, desgraciadamente, con pérdida de vidas humanas.

Sostengo que esa situación de hecho no puede ser razón para que no contemos con una sola estructura electoral en nuestro país, en este caso, la más profesionalizada, que es la del INE. En esa lógica, solo me queda decir que entonces clausuremos las instituciones y declaremos el fracaso del Estado mexicano.

Si esa situación de hecho impediría reformar para bien el sistema electoral, algo no estamos entendiendo. ¿De verdad entonces la violencia en las elecciones municipales justifica la existencia de los OPLE´s?

Es falso que las compañeras y compañeros del INE a nivel distrital no tengan la experiencia para tratar con los retos que genera la conflictividad social local. Viven en esos lugares e interactúan con los actores políticos y sociales que siempre incluyen en sus demandas y exigencias al INE.

Las y los Vocales Distritales del Instituto no son funcionarias y funcionarios públicos encerrados en sus oficinas, sino personal profesional sumamente sensible y capaces de comprender, dialogar y negociar con tales actores dentro del margen de la ley.

Corolario

Las voces más activas que no desean que desaparezcan los OPLE´s son de las y los Consejeros de dichos Órganos. Entiendo y respeto la parte humana de perder sus fuentes de empleo, pero objetiva y operativamente, no hay obstáculos para contar con autoridades electorales (administrativa y jurisdiccional) únicas.

Pero probablemente esas Consejeras y Consejeros de los OPLE´s no son los únicos interesados en mantener las cosas como están. No hay que perder de vista el multimillonario negocio que representa contar con 32 Órganos Públicos Locales Electorales demandantes de documentación, materiales, asesorías y Programas de Resultados Electorales Preliminares.

@Jose_Roberto77
[email protected]
*Consejero electoral del INE

22 de junio de 2021