Sergio Lugo
Las bandas de rock Def Leppard y Mötley Crüe se presentaron en la Ciudad de México y Monterrey, como parte de una gira mundial, los días 18 y 21 de febrero pasado. Ambas son representativas del Glam de los ochenta.
En la capital del país tocaron en el Foro Sol ante alrededor de 60 mil personas y constataron su gran calidad musical. Por cierto, hubo fans menores de 30 años que lucieron el cabello esponjado, clásico de este estilo musical. En Monterrey se presentaron en el estadio Banorte.
Mötley Crüe fue formada en Los Ángeles en 1981 y es conocida la historia de cuando fueron los teloneros de Ozzy Osbourne (exvocalista de Black Sabbath en ese entonces) y compitieron entre ellos para ver quiénes hacían las cosas más extrañas, resaltando Ozzy al inhalar una hilera de hormigas.
Pero más allá de los excesos, drogas y alcoholismo, Mötley marcó la década de los ochenta no sólo por su forma innovadora de vestir sino por su calidad musical. Por ejemplo, Tommy Lee es considerado de los mejores bateristas (aunque no deja de hacer sus fechorías, pues en México intentó escupirle a la gente desde la habitación de su hotel, y durante su concierto en el Foro Sol dijo una grosería que a todos hizo reír). Los jóvenes quizá no recuerdan su famoso video con Pamela Anderson. Por cierto, se casaron en Cancún.
Y Mick Mars como un fabuloso guitarrista, aunque en esta ocasión no participó en la gira porque tiene una enfermedad que le impide viajar pues tiene fuertes dolores en su cuerpo.
Como sustituto se presentó John 5 (que fue guitarrista de Marilyn Manson y de Rob Zombie), quien dejó una buena impresión musical entre los seguidores de la banda californiana.
El vocalista Vince Neil se retiró de la banda a inicios de los noventa, después regresó, aumentó de peso y fue criticado, pero ahora está listo para rockear. Las canciones clásicas que siguen interpretando son “Girls girls girls”, “Dr. Feelgood”, “Wild side”, “Same ol´ situation”, de las cuales sus videos fueron muy famosos en MTV. Y “Kickstart my heart, que está basada en un hecho real, cuando un médico fan de Mötley revivió a Nikki después de una sobredosis y fue declarado muerto clínicamente.
Es de destacar que el bajista Nikki Sixx, quien se considera un adicto en rehabilitación, no sólo es músico. Durante sus giras, cuando no está en el escenario, es fotógrafo y con su clásica cámara Leica Q se dedica a capturar imágenes poco comunes de las ciudades que visita, como vagabundos, o aquí en la Ciudad de México a jóvenes que se drogaban en la calle, vendedores de elotes asados o a danzantes, todas en blanco y negro, dándole un toque lúgubre pero al mismo tiempo mágico. O en Colombia, cuando retrató a un hombre de la calle con fuego a su lado.
Él ha dicho que no juzga a esa gente. Creo que su objetivo es dar a conocer otra realidad en las calles, y lo sabe perfectamente porque él fue adicto. Y quien lo ha salvado del abismo es su familia, pues le tiene un gran amor a su esposa Courtney y a su pequeña hija Ruby.
Me dio gustó que él junto a John 5 recorrieron las calles de la capital, como rockeros, seguramente se llevaron un impacto por esta jungla de concreto que es la CDMX. Todo ese material lo comparte en su página en Instagram “Nikki sixx photography”.
A él me gustaría entrevistarlo sobre eso, y de cómo fue su conversión de un adicto a un hombre de familia sobrio. (A mí, las calles de la CDMX nunca dejan de darme lecciones).
Quizá los años le dieron a Nikki la experiencia; posiblemente los golpes le dieron enseñanzas de vida, pero ahora se ve feliz con sus dos pasiones: su familia y tocar con su banda de rock por el mundo.
Por otro lado, Def Leppard es una de mis bandas predilectas, los ingleses no dejan de sorprenderme por la armonía con que tocan juntos desde las dos guitarras, pasando por sus coros, el bajo y Rick Allen que toca la batería con un solo brazo.
Para conocer más su historia recomiendo el documental de TV “Hysteria”, de Jean-Pierre Paquet, de 2001, el cual trata los primeros años de la banda resaltando el accidente automovilístico de Rick, que lo llevó a que le amputaran un brazo y que por un momento se deprimió, pero sus compañeros le animaron a que tocara con una batería especial y lo logró, hasta ser considerado uno de los mejores.
El concierto que más me fascina hasta la fecha es el que ofrecieron en el Mc Nichols Arena, en Denver, Colorado, el 12 y 13 de febrero de 1988, como parte de su gira “In the round in your face”, para promover el que considero su mejor álbum: “Hysteria”, del año anterior, en el cual sobresalen sus canciones “Photograph” (dedicada a Marilyn Monroe); “Gods of war” (en contra de la guerra; en la rola, al final se escucha la voz del expresidente Ronald Reagan de Estados Unidos). Ahí Steven Clark da clases magistrales de las seis cuerdas; infortunadamente, falleció en 1991 debido al alcoholismo.
“Bringin´ on a heartbreak” (con una introducción acústica); “Armageddon it”; “Animal”; “Women”; “Pour some sugar on me”; en el video del concierto aparece una chica de cabello negro bailando, de parte del público.
Y la clásica que más me eriza la piel, “Hysteria”, porque sus guitarras se entrelazan como serpientes, para brindarnos un sonido placentero y apacible. Y sobre todo, ahora la letra, porque parece que la compusieron para describir lo que siento por una mujer, llamada Libia Scarlet, cuando dice:
“Estoy hipnotizado, me tiemblan las rodillas… No puedo detener este sentimiento, no puedo detener este fuego, me pongo histérico, ¿lo puedes sentir?, ¿lo puedes creer? Es algo mágico, misterioso, cuando tienes ese sentimiento… porque es un milagro…histeria cuando estás cerca”.
Como paréntesis, de Mötley Crüe, a ella le dedico “Home sweet home”, en mi camino de recomposición. Y también me gustaría formar una familia con ella, como la que tiene Nikki.
También, es fantástico el concierto que ofreció Def Leppard en el estadio de su natal Sheffield, Inglaterra, en 1993, y tocaron su nueva canción acústica “Two steps behind”, que saldría con su nuevo disco “Retro active”, en octubre. Ahí tocó Vivian Campbell, su nuevo guitarrista, en lugar de Clark. Él había participado con “Dio” y en “Whitesnake”. Años más tarde, padecería cáncer.
Otra presentación, extraña pero que me gustó, fue cuando tocaron junto a la cantante Taylor Swift, con un toque country, ahí me encantó la voz de la chica, cuando canta junto a Joe Elliot “Photograph”. El concierto se tituló “Crossroads”.
Tuve el privilegio de asistir a su concierto en 2014, por primera vez, en el Palacio de los Deportes, ahí proyectaron imágenes icónicas, precisamente de su concierto de 1988. Phil Collen hizo gala no sólo de sus bíceps, sino de su talante en la guitarra. La mayoría del público era gente de 40 años aproximadamente, ahí me compré mi playera y gorra, que aún conservo.
Y en octubre de 2017 se presentaron en la Arena Ciudad de México, fue especial porque veníamos de haber sufrido un sismo en la Ciudad que devastó el pueblo de San Gregorio, Xochimilco, cerca de donde vivía.
La banda anunció que si llevábamos despensas al concierto, habría descuentos en las entradas, sólo así pude ingresar. Y fue maravilloso, la acústica y la nostalgia de mis canciones favoritas, los colores, la música.
Esa ocasión se hospedaron en un hotel de Polanco, yo llegué tarde para verlos porque asistí a una marcha en el Zócalo capitalino para recordar a los estudiantes asesinados por el gobierno en 1968. Si hubiera llegado antes podría haber saludado a Rick Allen, pues me dijeron que estaba sentado afuera del hotel, de buen humor y firmando los discos que quisieran.
Pero me quedé hasta la noche, y para mi alegría, venía caminando el bajista Rick Savage, acompañado de un mexicano, quien nos dijo que el músico venía cansado, de cenar, y que no quería fotos, sólo daría autógrafos, así que pronto le saqué mi periódico con la imagen de ellos y me lo firmó; y para mi sorpresa y gracia, sí se tomó fotos, pero sólo con mujeres.
Ellos después tocarían en Monterrey, un amigo viajó para allá, me dijo que pudo tomarse foto con Phil Collen.
En esta ocasión ambas bandas se hospedaron en un famoso hotel sobre Reforma, de la CDMX, no tuve suerte con los autógrafos, sólo miré descender de su auto a John 5 (él una noche les firmó a varios fans) y a Tommy Lee, e ingresar rápidamente al hotel. Pero otros fans lograron tomarse fotos con otros músicos, como Elliot y Rick.
Ahí conocí a una pareja de Toluca, jovencitos, de unos 20 años, que venían a ver a Def; lo mismo que otro fan, quien me enseñó fotos con los músicos, desde que vinieron la primera vez en 1993, cada vez hace lo mismo, incluso me contó que ha invitado al bar a Vivian y a Phil en diferentes momentos, el primero le contaba su paso por la banda de David Coverdale; y el segundo le contó cuando vinieron a México en 1983 a promover su disco, en un hotel, pero fue un caos, porque no había seguridad, y no teníamos experiencia. Él sube videos de esas vivencias a su página de YouTube, donde lo encuentran como “Luistar”.
Por otro lado, tuve la grata compañía de unos jovencitos, fans de Mötley, de unos 18 años, que se sabían todo acerca de los músicos, me encantó un dibujo que él le hizo a su novia, ahí presente, eran los cuatro músicos en forma de caricatura, Vince era idéntico, le sugerí al joven que le pusiera su firma, para que se hiciera famosa, lo hizo, y creo lo pueden encontrar en Instagram como “Axury RM”.
Las fotos y videos de sus conciertos en CDMX y Monterrey, pueden verlas en sus redes sociales, para mí valió la pena esperarlos en su hotel, sin éxito, por la gente que conocí, y que ojalá los músicos sepan las historias de sus fans y los regalos que tratan de obsequiarles.
Durante su paseo por las calles de la Ciudad de México, Nikki Sixx le tomó foto a una joven que se estaba drogando, entonces, él la publicó y escribió desde el fondo de su corazón:
“Una chica estaba trenzando su cabello, mientras sostenía la pipa del crack firmemente en su mano. Me senté ahí por alrededor de 5 minutos, y le pregunté sí podría tomar algunas fotos. Había algunos otros sosteniendo la pipa, pero este momento realmente me llamó la atención. Yo me acuerdo siendo un adicto y recuerdo esa prisa cuando el florecimiento de drogas dejó mis pulmones. Dios la bendiga”.
