INE paga costo por excesivos privilegios; autoridad moral del árbitro en entredicho: Bernardo Barranco
Comunicación Política, Hemeroteca

INE paga costo por excesivos privilegios; autoridad moral del árbitro en entredicho: Bernardo Barranco

Bernardo Barranco y Eduardo Huchim, analistas acuciosos y ponderados de la realidad política electoral, responden por separado a preguntas acerca de la más reciente polémica entre el INE y el gobierno federal, relacionada con la revocación de mandato, origen, posturas y saldos de un enfrentamiento inédito.

La gota que derramó el vaso fue el amago de la mayoría de los consejeros del Instituto Nacional Electoral, quienes aprobaron aplazar la consulta de revocación de mandato; pero López Obrador ha sido perjudicado por las autoridades electorales, desde el errático proceder de Luis Carlos Ugalde. El INE toleró recursos subterráneos, campañas negras en los medios, y la irresponsable intromisión del presidente Vicente Fox quien incluso anunció que no dejaría que AMLO llegara al poder.

En 2012, el INE fue omiso en la fiscalización de millones de dólares que ingresaron indebidamente para financiar la campaña de Enrique Peña Nieto. Los casos de Odebrecht, tarjetas Monex, Soriana, entre otros. Las desavenencias del presidente con Córdova y Murayama datan desde 2006, cuando firmaron el desplegado de Enrique Krauze contra el recuento de votos, “voto por voto, casilla por casilla”, advierte el analista Bernardo Barranco, quien asegura que los defensores del INE se quedan sin argumentos para justificar las inmensas canonjías que han gozado los altos funcionarios electorales, y recomienda una profunda revisión de un modelo electoral viciado.

Carlos Padilla Ríos

-En diciembre arreciaron las diferencias entre el INE y el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, luego de que seis consejeros aprobaron aplazar la organización de la consulta para la revocación de mandato, argumentando falta de recursos económicos. ¿Cuál es su opinión acerca de ese nuevo enfrentamiento?

-El episodio de diciembre, el amago de aplazar la consulta, fue la gota que derramó el vaso. En realidad, es una confrontación de larga data, es inédita y parece irreconciliable. Es un hecho sin precedentes en la democracia mexicana. Nunca habíamos presenciado que un Presidente de la República descalifique sistemática y públicamente como lo hace AMLO al INE. En especial a los consejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama.

El encono es recíproco, porque estos dos consejeros se han puesto los guantes y se han subido al ring. La disputa provoca descontrol en la vida democrática, la opinión pública se polariza y la democracia se crispa. La autoridad moral del árbitro es puesta entredicho por los actores en el poder. Mientras unos colocan a Lorenzo Córdova como baluarte de la democracia imperfecta, sus malquerientes piden su cabeza.

-Ese grado de confrontación entre las partes, no se había visto nunca ni durante los años que funcionó el IFE, ni recientemente ahora con el INE. ¿A qué lo atribuye, qué cambió?

-La confrontación entre AMLO y su movimiento tiene larga historia. Y distingamos planos. Un primer desencuentro es la desconfianza que guarda el Presidente y su movimiento frente al INE como órgano electoral. Y otra es la discrepancia que se tiene, específicamente, con los consejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama. Frente al INE está el amañado comportamiento del consejo desde la elección de 2006, especialmente el errático proceder de Luis Carlos Ugalde. El INE toleró recursos subterráneos, campañas negras en los medios, involucramientos de las cámaras empresariales, y la irresponsable intromisión del presidente Vicente Fox que incluso anunció que no dejaría que AMLO llegara al poder ante la complacencia de aquel consejo.

En 2012, el INE fue omiso en la fiscalización de millones de dólares que ingresaron indebidamente para financiar, de manera subterránea, la campaña de Enrique Peña Nieto. Los casos de Odebrecht, tarjetas Monex, Soriana, entre otros, hasta la fecha no se han esclarecido. AMLO ha sido perjudicado de las decisiones de las autoridades electorales que en momentos clave, su candidatura ha sido afectada. Objeta la supuesta imparcialidad e independencia que pregona el Instituto. La elección de 2018, fue inobjetable por el cúmulo de votos a favor de Morena.

Sobre Lorenzo y Ciro desde 2006, hay desavenencia desde que firmaron el desplegado de Enrique Krauze contra el recuento de votos, bravíos opositores al “voto por voto, casilla por casilla”; hay refriegas mutuas de reproches y provocaciones que ahora tienen un desenlace muy desfavorable para los consejeros.

-¿Qué hay detrás de esas resistencias del INE, qué tan cierto es el argumento de Lorenzo Córdova quien dice defender la autonomía del árbitro, pero más bien parece impulsar la confrontación política con el gobierno, que prefiguraría la defensa de intereses de los opositores?

-La fallida estrategia de contestación de Ciro y Lorenzo ha conducido a una crisis institucional sin precedentes. El INE se ha convertido en una ciudad sitiada. En la malograda maniobra legal en la que pretendieron aplazar la realización del proceso consultivo para la revocación de mandato del Presidente de la República, sufrieron un doble descalabro jurídico. Y peor aún, el INE ha llevado el debate al terreno de los dineros. Precisamente a la arena que menos les conviene. Hay una doble narrativa que transita de manera paralela. Por un lado, los consejeros tratan de argumentar que no tienen los recursos suficientes para realizar la consulta, según mandata la Constitución. Por otra parte, se ha puesto de manera central en opinión pública los altos salarios, privilegios y discrecionalidades que gozan.

El gobierno federal, por su parte, los presiona a la austeridad y a los ajustes presupuestales. Los defensores del INE se quedan sin argumentos para justificar las inmensas canonjías que han gozado los altos funcionarios. El tema de fondo no son los dineros, sino el forcejeo de poder. Los consejeros están perdiendo la batalla. El INE está pagando el costo simbólico de los excesos de los privilegios que han gozado. Probablemente si los consejeros hubieran ajustado sus prerrogativas hace tres años, tendrían ahora la suficiente autoridad moral para demandar ampliar el presupuesto.

Lamentablemente estamos entrampados. Estamos debatiendo por el presupuesto, la falta de actitud por la austeridad en el INE, si es el Instituto más caro de América Latina y qué tan ridícula es la botarga del “Al chipotle”. En lugar de profundizar en los diferentes mecanismos de participación ciudadana, nuevas herramientas de consulta como el voto plebiscitario, entre otros. Reflexionar también sobre los derechos políticos de los ciudadanos y sus implicaciones que pueden dar por terminado el mandato que le han conferido a un gobernante. En verdad lamento estar distraídos con el debate de los dineros y que no estemos abordando temas de fondo para la calidad de nuestra democracia.

-Con José Woldenberg y Luis Carlos Ugalde se creó y fortaleció la idea de que México debería tener una democracia cara para tener elecciones limpias y evitar la corrupción, lo cual a lo largo de los años no se cumplió por los fraudes electorales, ¿es momento de crear una democracia menos ostentosa y derrochadora?, ¿y qué más haría falta?

-José Woldenberg, solía acentuar que la transición a la democracia tenía un alto costo. Lo justificaba, en los noventa, por las constantes intromisiones de los gobiernos priistas y las sucias maniobras de los partidos en los procesos electorales. Por tanto, se requería de una alta y eficiente estructura operativa, así como consejeros políticamente gravitantes con peso moral que hicieran valer sus decisiones. Respaldaba que los consejeros ganaran altos sueldos, equivalentes a los magistrados, para evitar las tentaciones de la corrupción imperante. ¿La corrupción tiene límites monetarios o fue un planteamiento ingenuo? Ya han pasado 32 años, por tanto, se requiere repensar la ecuación.

La realidad ha progresado a tropezones y sobresalen los contrastes. Tanto gobiernos como partidos han trampeado alevosamente los procesos electorales. Los partidos se han especializado en burlar los candados y contracandados que impone cada reforma electoral. Dicho de otra manera, tanto los gobiernos como los partidos políticos han faltado en lealtad con la democracia y han actuado contra la voluntad popular en el voto. Esto ha propiciado un complejísimo andamiaje electoral. Los códigos electorales excesivos y complejos galimatías.

Estudiar derecho electoral es equivalente adentrarse en exóticas ciencias ocultas. No sólo se ha encarecido cada proceso, sino, se ha favorecido la emergencia en el poder de las burocracias electorales. Los llamados “Godínez electorales” han desplazado a los ciudadanos en los consejos tanto del INE como de los OPLES. La burocracia del INE, OPLES, Tribunales electorales ha tomado por asalto los consejos electorales. Empobreciendo notablemente la presencia ciudadana.

De fondo, la cuestión del INE va más allá de la austeridad, los recortes y el regateo presupuestal. Se requiere una profunda revisión de un modelo electoral viciado. Procurar una reforma electoral integral que simplifique, ciudadanice, racionalice y acerque los procesos electorales a los votantes.

-Qué riesgos se corren de continuar el enfrenamiento entre el INE y el gobierno federal. El Presidente insiste en que el INE debe reducir sus gastos, que considera superfluos; mientras el órgano autónomo se resiste a reducir salarios, prestaciones y gastos onerosos, a lo que se sumó la reducción de su presupuesto en 26 por ciento.

-El tema de los recursos que los mexicanos erogamos para sostener los órganos electorales del país, es más complejo. El Presidente se quedó corto con los excesivos costos de la democracia electoral en México, porque se focaliza en el INE. Y deja de lado los 32 institutos electorales llamados OPLES. Pongo un ejemplo para ilustrar esta afirmación: La grafica que presentó AMLO en una mañanera sólo colocó al INE con un presupuesto de 1300 millones de dólares. En 2021, tan sólo el OPLE en el Estado de México, Instituto Electoral del Estado de México, recibió 3000 millones de pesos, es decir, 150 millones de dólares. Esta cantidad es ligeramente inferior al costo electoral de Argentina en 2021, que ronda en los 160 millones de dólares. Es una desproporción que hay corregir.

-Bernardo, usted ha escrito que por su naturaleza política, el gobierno no puede convertirse ni en el árbitro ni en el responsable último, garante de los procesos electorales. Pero tampoco el INE puede constituirse en un contrapeso político. No es su función.

-En efecto, sería un retroceso consentir que la Presidencia de la República se erija como garante de las elecciones, pero tampoco es admisible que el INE se convierta en un contrapeso político. El gobierno no debe invadir la necesaria independencia de los órganos electorales. Sería desfavorable cualquier pretensión de la 4T por colonizar las estructuras electorales. Como también es reprochable que miembros de un consejo electoral se conviertan en abiertos opositores. Eso ha pasado con Ciro y Lorenzo, les ha ganado el protagonismo. Quebrantan la máxima electoral que dice que el mejor árbitro es aquel que apenas se nota.

Ante la debilidad y pérdida de rumbo de los partidos de oposición el INE se ha convertido, en los hechos, en un espacio opositor sustitutivo contra el gobierno. Hay un naufragio de identidad en los partidos. El PRI está no sólo menguado sino muy dividido y ahora se declara “antineoliberal” y de izquierda; sus últimos bastiones territoriales, Coahuila y el Estado de México, se tambalean. En el PAN impera la falta de liderazgos internos y persiste la tentación de alinearse hacia la ultraderecha. Resultó muy preocupante la presencia del partido español Vox en México y del Yunque entre los senadores panistas. El PRD, casi inexistente.

-¿Cómo se resolverá este conflicto, cómo debe quedar el INE?

-El INE está en un callejón sin salida. Ante la consulta, todas las decisiones que tome tendrán un alto costo para la institución. Lo que queda claro, es que el modelo electoral debe ser reinventado. El país ha cambiado y su estructura electoral está rebasada. Es necesario entrar en un proceso de Triangem que nos conduzca hacia un nuevo orden electoral.

La memoria es corta, pero antes de 2018 el INE gozaba de un muy bajo nivel de aceptación. Su complacencia ante los embrollos de Coahuila y sobre todo su inacción ante el fraude en el Estado de México en 2017, mellaron aún más su frágil credibilidad. Hoy es bandera de la oposición y de algunos intelectuales que le criticaron. La primera gran pregunta es: ¿Cabe tener dos estructuras electorales paralelas? INE más 32 OPLES. Hay que descentralizar muchas funciones que la Reforma electoral de 2014 hizo del INE un Frankenstein burocrático. Hay que simplificar la legislación electoral.

Hoy el andamiaje legal es un absurdo desconcierto de candados fruto de la persistente deslealtad de los partidos. Hay que reciudadanizar los consejos electorales y acabar con el cáncer burocrático de los “Godínez electorales” que han invadido los consejos; se ha forjado una élite de abogados que se han convertido en una “casta electoral”. Hay que afianzar la presencia femenina. Repensar los cuantiosos recursos que se otorgan a los partidos políticos que sólo sirven para apuntalar a sus élites. Hay toda una tarea de reingeniería electoral pendiente.

Los tiempos han cambiado, es momento de hacer un corte de caja profundo y establecer un nuevo orden electoral. El calado de la reforma dependerá de la voluntad y acuerdos de los partidos. No caben las venganzas y ajuste de cuentas, la futura reforma electoral debe recoger las demandas de la sociedad.

25 de marzo de 2022