Ithaka: el periplo del padre de Julian Assange por la libertad de su hijo
Libertad de Prensa

Ithaka: el periplo del padre de Julian Assange por la libertad de su hijo

Cuando salgas de viaje para Ítaca desea que el camino sea largo,

colmado de aventuras, colmado de experiencias.

A los lestrigones y a los cíclopes, al irascible Poseidón no temas,

pues nunca encuentros tales tendrás en tu camino, si tu pensamiento se mantiene en alto,

si una exquisita emoción te toca cuerpo y alma.

(Fragmento del poema Ítaca de Constantino Cavafis)

Alicia Alarcón*

Cuernavaca, Mor.- La noche del pasado 9 de septiembre, después de un largo viaje desde Sidney a Londres, y luego a nuestro país, John y Gabriel Shipton, padre y hermano de Julian Assange, presentaron el documental Ithaka, título similar al poema del escritor Constatino Cavafis.

Ithaka narra la lucha de John Shipton por la libertad de su hijo, Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, y a la vez exhibe el trato inhumano del que sufre en Belmarsh, la cárcel de alta seguridad de Reino Unido. Al igual que el poema, el documental es un viaje en cuyo recorrido exalta las deficiencias humanas, el fracaso y la impotencia.

Assange está en prisión preventiva mientras apela una orden de extradición de Estados Unidos, donde podría enfrentarse a 175 años de cárcel por la publicación de archivos diplomáticos estadunidenses clasificados, relacionados con las guerras de Afganistán e Irak y violaciones contra los derechos humanos publicados en el portal WikiLeaks. Estados Unidos lo acusa de violar la ley de espionaje, la cual data de 1917, hace 105 años.

John y Julian son como una gota de agua, desde que lo veo en persona sé que es su padre; la misma expresión de ojos, cabello blanco ¿o cano?, delgado, alto. El documental no revela la vida paternal; insinúa que había poco trato, dos, tres ocasiones que platicaron sobre los inicios y fundación de WikiLeaks. El padre de Julian es parco en sus respuestas, se contiene en determinadas frases. Sin embargo, existe un amor incondicional, ya que da cuenta de la desgarradora situación de su hijo y cómo ha afectado a la familia completa.

Sin embargo, también muestra a un padre que no ha perdido la esperanza de recuperar a su hijo. Así inicia este periplo, junto con Stella Morris, esposa y abogada de Julian Assange, defensores y juristas, que unen fuerzas para defenderlo y evitar su extradición a Estados Unidos. Viajes extenuantes a países europeos y latinoamericanos para promover el activismo en la búsqueda de la verdad.

Durante 106 minutos, el documental narra situaciones tristes e inhumanas, entre ellas el encierro de Julian, en un cuarto que sólo tiene una ventana por la que asoma una veta de esperanza. Espacio estrecho donde ha tratado de sobrevivir durante cuatro años de encierro. Por supuesto que su salud física y mental están totalmente vulneradas. Sólo puede hablar por teléfono con su esposa diez minutos al día y verla con sus hijos una vez a la semana durante una hora. Assange está irreconocible, vemos su rostro a través de una pantalla de celular, con voz pausada, platica con Stella o con su padre de su agotamiento, del juicio, de su estado de ánimo; y cuando se puede, a los hijos les cuenta un cuento.

¿Por qué este castigo? ¿Se trata de una lucha imperialista intestina llena de maldad contra un ser humano que  representa la libertad de expresión? Acusar de espionaje a un periodista que aboga por transparentar información oficial oculta de países que se hacen pasar como justos y democráticos como Estados Unidos y Gran Bretaña, es intimidar y amedrentar a quienes ejercen el periodismo, además de querer coartar la libertad y el derecho a estar informado.

La lucha de Assange es la lucha a la libertad. “Si cae Julian, cae el periodismo”, así lo resumió John Shipton en una entrevista a Elena Poniatowska (La Jornada. 11.09.22), quien compara el caso con el mito griego de Prometeo cuando los dioses deciden castigarlo por querer llevar el fuego (el conocimiento) a los hombres y lo condenan a vivir atado a una roca, donde día tras día los buitres lo torturan arrancándole las entrañas. Una y otra vez, para la eternidad. Privar el conocimiento que aportan los periodistas a la sociedad, es la pérdida de la libertad, señaló el padre de Julian.

Al final de la función, y después de un recibimiento cálido y la entonación de “Las Mañanitas” a John, dijo, “nos movemos juntos en solidaridad, buscamos la libertad de Julian. Junto con el Presidente (de México, Andrés Manuel López Obrador) llegamos al corazón de esta situación para poder concluirla. Esto permite entrar con fuerza y conocimiento a los parlamentos y eso nos va a traer a Julian de regreso. Si hay algo que nos va a poder liberar es el conocimiento. Confiamos en el poder de WikiLeaks, de los periodistas, del periodismo que nos den el conocimiento y la respuesta para llegar a las políticas correctas y que esas políticas nos den la respuesta”.

Los Shipton también estuvieron presentes en el Grito de Independencia, así como en el Senado de la República, y asistieron a una función en el Complejo Cultural Los Pinos. Su corta estancia en la CDMX fue por invitación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que se ha pronunciado a favor de la libertad de Julian Assange, y que en su reciente visita a Estados Unidos entregó una carta al presidente Joe Biden en la que asegura que el fundador de WikiLeaks, no cometió delitos graves y que le ofrecía asilo.

El documental es imperdible, recomendado a todo público porque es un tema que nos compete, al ser una constante histórica la libertad de expresión. Ithaka se puede ver a partir de octubre en la Cineteca Nacional.

*Escritora

12 de octubre de 2022