Jefa de gobierno Claudia Sheinbaum Pardo; durante foro «La participación de la mujer en el tianguis turístico» en Acapulco, Guerrero.
Muchas gracias, me da muchísimo gusto estar aquí en Acapulco, con todas y todos ustedes, en Guerrero, sobre todo, cerca de la gran gobernadora que tienen aquí en el Estado de Guerrero, una mujer valiente, íntegra, que ha sabido –en estos meses– mostrar de lo que somos capaces las mujeres.
Así que, muchas felicidades, Evelyn Salgado.
Me da mucho gusto, también, estar con la maestra Jazmín Rojas Evangelista, consejera universitaria y maestra en la Facultad de Turismo en Acapulco; la doctora Mirella Saldaña Almazán, profesora investigadora del Centro de Ciencias de Desarrollo Regional; la maestra en Ciencias, Sandra Luz Ávila Toscano, directora de la Facultad de Lenguas Extranjeras; y Meyari Mozo Mier, consejera universitaria y alumna de la Facultad de Turismo aquí, en Acapulco.
Quiero, primero, platicarles que soy universitaria, igual que ustedes; soy Puma, estudié la Preparatoria en el CCH-Sur, la Facultad en la Facultad de Ciencias de la UNAM, estudié Física e hice maestría y doctorado en Ingeniería en Energía en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Durante muchos años fui universitaria, de hecho, soy investigadora titular del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, ahora tengo licencia para ser Jefa de Gobierno.
En el año 2000, un hombre me invitó a trabajar al gobierno: Andrés Manuel López Obrador, cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México; y ahí me desempeñé, en su gobierno, como Secretaria del Medio Ambiente; después, regresé a la Universidad, aunque seguí en el movimiento que encabeza –porque todavía encabeza– el licenciado López Obrador, aunque sea Presidente de la República, encabeza un gran movimiento.
Y, ahora en el 2000… bueno, en el 2015 decidí ser –en México se dice… entonces se decía jefa delegacional– alcaldesa del lugar donde vivo, en Tlalpan, en la Ciudad de México; y, en el ‘18 fui candidata y ahora Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Pero mi corazón siempre está, aunque no quiera uno decirlo, en las aulas, con los estudiantes, soy profesora de todo corazón.
Y, quiero mucho a Guerrero, claro que todo chilango siempre quiere a Acapulco, porque es su segunda casa: aquí aprendimos a nadar, aquí veníamos todas las vacaciones, playa “Los Hornos” siempre fue el lugar en donde comíamos nuestros taquitos de papa.
Pero Guerrero, también representa mucho para mi generación, y más la Universidad Autónoma de Guerrero; nosotros crecimos muy cerca del proyecto Universidad-Pueblo, marchamos cuando le quitaron el subsidio a la Universidad Autónoma de Guerrero, con el entonces rector Rosalío Wences; ahí estuvimos defendiendo a la Universidad Autónoma de Guerrero. Así que, hay mucho… hay un cariño entrañable entre ustedes y nosotros.
Así que: ¡Qué viva la Universidad Autónoma de Guerrero!
Hoy hablamos de mujeres; y fíjense, estamos en el 2022 y han pasado décadas, pero no tantas, desde la primera vez que una mujer pudo ejercer su Derecho a Votar. Estamos hablando de que en 1952 se cambió la Constitución; es decir, en la Constitución de la República estaba establecido que las mujeres no podíamos votar, fue hasta 1955 que por primera vez las mujeres ejercieron sus Derechos Políticos; no es hace tanto tiempo, estamos hablando de hace 64 años. Yo voy a cumplir 60 años este año, así que, imagínense, apenas cuatro años antes, por primera vez una mujer ejerció su Derecho al Voto.
En 1972 fue la primera vez que las Naciones Unidas tuvieron una conferencia sobre las mujeres; apenas 1972, la primera vez que a nivel internacional se discutió –en una asamblea– los Derechos de las Mujeres, que las mujeres podían ejercer sus Derechos plenos, apenas en 1972, y esa conferencia fue justamente en México, la primera vez que se hizo.
Y, desde entonces a la fecha, solamente había habido siete gobernadoras en nuestro país, y hoy –al mismo tiempo– hay siete gobernadoras en México; es decir, tenemos en este momento el mismo número de gobernadoras que lo que en la historia de México hubo.
Si reflexionamos sobre lo que significa eso en términos de la historia política de México, de todas maneras falta mucho más, porque estamos hablando de 32 entidades de la República; claro que ahora van a ganar otras tres de nuestro movimiento, ¿verdad?
Pero si lo pensamos, realmente es muy poco tiempo en donde los Derechos de las Mujeres son parte de la historia de la lucha política, en general, del mundo entero, pero particular, de nuestro país.
Hoy se habla, no solamente en México, sino en el mundo entero, de los Derechos de las Mujeres, la Igualdad Sustantiva de las mujeres; todavía falta mucho por hacer, aun cuando en el turismo, por ejemplo, ya casi el 50 por ciento de las personas que trabajan en este sector son mujeres, de todas maneras, cuando hablamos de puestos directivos, ese porcentaje se va reduciendo; de tal manera que estamos hablando, por lo menos, de menos del 20 por ciento.
Cuando hablamos de mujeres empresarias de turismo, no hay tantas mujeres empresarias, son más hombres empresarios; y en general, cuando hablamos de los servicios del turismo, a veces somos las mujeres las que ocupamos los puestos de servicios y no necesariamente los puestos directivos. Así que, todavía hay mucho trabajo por hacer.
¿Y de qué depende esto? Depende no solamente de las mujeres, sino depende de que la sociedad completa entienda los Derechos de las Mujeres.
Hablamos ahora de tres ejes sustantivos para que una mujer pueda tener acceso a los Derechos plenos, ahora se habla de las tres autonomías: la necesidad de que una mujer tenga la Autonomía Económica, la necesidad de que una mujer tenga Autonomía Física y la necesidad de que una mujer tenga Autonomía Política.
Una mujer que vive en su hogar y tiene deseos de independizarse, por alguna razón de violencia o sencillamente porque no desea, ya, vivir con la pareja que eligió originalmente, ¿qué requiere para poder salir? Autonomía Económica; es decir, la posibilidad de tener sus propios ingresos para poder generar independencia y libertad.
Y la Autonomía Económica tiene que generase por la sociedad, no es un asunto individual, no es que la mujer por sí sola busque trabajo, la sociedad tiene que abrir las oportunidades y el Derecho a que las mujeres puedan tener los mismos accesos de empleos que los hombres.
De igual manera hablamos de la Autonomía Física, nadie puede decidir sobre nuestro cuerpo, somos las únicas que podemos decidir sobre nuestro cuerpo; pero no solo eso, las mujeres también tenemos Derecho a Servicios de Salud especiales para las mujeres, porque somos nosotras las que tenemos nuestros hijos.
Los servicios de Salud, el Derecho Reproductivo, requieren ser un Derecho en la sociedad, de otra manera, no es lo mismo, bueno, de hecho, hay una profesión, una especialidad que se llama ginecología que es especial para las mujeres. Entonces, se requiere que haya los servicios de Salud necesarios para tener la Autonomía Física.
Y también se requiere la Autonomía Política, ¿a qué nos referimos con esto? El Derecho a tomar nuestras propias decisiones, que no haya alguien que nos esté diciendo cuáles son las decisiones que debemos tomar; la independencia y la libertad que tenemos para tomar nuestras propias decisiones.
Pero no solo eso, el que se abran los espacios en la sociedad para que las mujeres podamos tener acceso a todos los Derechos Políticos.
Así que, la Autonomía Económica, la Autonomía Física y la Autonomía Política son indispensables generarse en la sociedad para poder tener, las mujeres, todos los Derechos plenos; y en esa perspectiva, las mujeres van a poder seguirse desarrollando.
Es un asunto, evidentemente, de reconocimiento de la sociedad a los Derechos plenos de la Igualdad Sustantiva de las mujeres, pero también hay que tomar en cuenta que la Igualdad Sustantiva de las mujeres está asociada, también, a las desigualdades de nuestra sociedad.
En la Ciudad de México, en la Comisión para la Discriminación, se hace una encuesta cada dos años, y en la última encuesta se preguntó: ¿A quién se discriminan más en la ciudad? El primer punto es por el color de la piel; el segundo punto es por ser indígena; y, el tercer punto es por ser mujer. Así que, una mujer indígena o afrodescendiente es mucho más discriminada, de acuerdo con esta encuesta, que otras personas en la sociedad.
Y eso significa que no es un asunto solamente de la mujer, de la perspectiva de la propia mujer de salir adelante, sino que la sociedad tiene que darles esa oportunidad, y para ello tienen que generarse Derechos.
Y eso es lo que estamos haciendo: abrir Derechos para las mujeres y para la sociedad en su conjunto; ya no es un asunto de un programa social, ya no es un asunto de un apoyo directo, hoy en nuestro país, las Personas Mayores tienen un apoyo universal, de 65 años y más. Pero ya no solamente es el apoyo, eso es un Derecho Constitucional.
Hoy, la salud en nuestro país, ya no solo es un Seguro Popular, que no es ni seguro, ni popular –como dice el Presidente–. Hoy la salud tiene que ser un Derecho porque está establecido en la Constitución. Y de la misma manera los Derechos de las Mujeres, hoy están establecidos en la Constitución.
¿Qué nos corresponde como mujeres? Seguir dando todas las posibilidades y abriendo los Derechos para que las mujeres puedan tener acceso a seguir creciendo, esa es la única manera en que se reconoce como sociedad los Grandes Derechos.
Pero no podemos aislar los Derechos de las Mujeres, de los Derechos plenos de toda la sociedad, de aquellos que tienen menos posibilidades, de otros que tiene más posibilidades. Hay mujeres que son o que están en menores condiciones que otras mujeres, y eso es indispensable reconocerlo para poder abrir los Derechos plenos.
¿Y qué tiene que ver esto con el turismo? Primero, reconocer esto en todos los ámbitos; pero, segundo también, porque el turismo no solamente es el turismo de gran calado, no solamente son los grandes hoteles, que son importantes, el turismo también tiene que ver con darle oportunidad a las comunidades y ahí es donde están las mujeres. Y abrir esa posibilidad de que el turismo llegue a los lugares más aislados de Guerrero, más aislados de nuestro país, más aislados de mi ciudad y que puedan, las personas y, particularmente, las mujeres, generar las condiciones para que el turismo llegue y poder desarrollarse en este ámbito, es una tarea fundamental.
No solamente se trata de que más mujeres estudien Turismo; no solamente se trata de que abramos los Derechos para las mujeres para garantizar sus autonomías; se trata, también, de llevar este desarrollo a las distintas comunidades para que todas las mujeres puedan tener Derechos plenos.
Por eso luchamos contra todas las desigualdades y por eso luchamos contra la desigualdad de las mujeres; así que, esta es la manera de avanzar. Desde mi perspectiva, la única manera de reconocer los Derechos plenos de las mujeres, es en el marco, también, de reconocer las grandes desigualdades.
Y por eso hemos luchado siempre, y por eso vamos a seguir luchando siempre.
Y tiene razón Evelyn, en este marco, quienes más nos tenemos que apoyar, somos nosotras. Evidentemente esta es una lucha de todas y de todos, pero las mujeres tenemos que apoyarnos entre nosotras, no se vale llegar a un puesto de poder y olvidarse de las mujeres.
Todo lo contrario: si somos mujeres, tenemos que reconocer los Derechos plenos de las mujeres, en todo ámbito en donde estemos, y reconocer, precisamente, las grandes desigualdades para poder generar igualdad.
Al final, ¿por qué estamos en un puesto de gobierno?, ¿por qué estamos en el lugar en donde nos encontramos? Para permitir disminuir las enormes desigualdades, para dar Derechos plenos a toda la sociedad, particularmente a los que menos tienen y, particularmente a las que menos tienen.
Así que, esas son mis palabras el día de hoy, esa es mi reflexión el día de hoy.
Decirles que me siento muy contenta de estar aquí con ustedes y esta es la manera en que las mujeres salimos adelante: reflexionando sobre nosotras mismas, reflexionando sobre la sociedad y reflexionando sobre el futuro de Guerrero, el futuro de nuestro país, en el ámbito del desarrollo económico y de los Derechos plenos de todas las mujeres.
