La apuesta de Televisa por Univision
Telecomunicaciones

La apuesta de Televisa por Univision

Francisco Vidal Bonifaz

La noticia se esparció por varios medios con rapidez: Televisa y Univision se fusionan, y se crea la más importante fuerza de producción audiovisual en idioma español. El anuncio se realizó, de forma coordinada, en las ciudades de México, Miami y Nueva York, las sedes de Televisa, Univision y de varios mercados financieros, respectivamente.

La notificación se hizo el 13 de abril, pero desde hace meses ya se especulaba sobre una posible operación con Univision, al grado de que la empresa mexicana tuvo que emitir un desmentido al respecto el 24 de marzo.

La renovación de la alianza entre Televisa y Univision es, en primer lugar, eso, una renovación de un viejo acuerdo que tendrá como consecuencia, en primer lugar, la separación del consorcio mexicano en dos divisiones funcionales y, en segundo término, el incremento de su influencia en Univision y en el mercado audiovisual de Estados Unidos –donde existe un mercado de 60 millones de hablantes de español—para paliar el mediocre desempeño de su división televisiva en territorio nacional.

*

El anuncio del nuevo acuerdo se acompañó de la afirmación de que este daba pauta a la creación de la más importante fuerza de producción audiovisual en idioma español, que permitiría tomar la iniciativa en un mercado potencial de 600 millones de hispanohablantes.

En realidad esta fuerza ya existe, pues el poder conjunto de ambas empresas, Televisa y Univision, generó ventas anuales de casi 8 mil millones de dólares en 2019, y su competidor más cercano, el Grupo Prisa, facturó apenas 1.2 mil millones en el mismo año. Hablamos de una fuerza conjunta de Televisa y Univision, pues la firma mexicana ha sido desde hace años la más importante inversionista individual en la estadunidense y, por si fuera poco, su principal abastecedora de contenido.

La relación entre ambas empresas se había profundizado recientemente cuando Searchlight Capital –una firma privada de inversiones— y ForgeLight –una administradora de inversiones—, tomaron el control mayoritario de las acciones de Univision en diciembre de 2020 y casi inmediatamente después, en febrero de este año Alfonso de Angoitia –uno de los directores generales de Televisa— había sido nombrado presidente del Consejo de Univision.

Adicionalmente, en el plano operativo, en julio de 2019, se unifica la producción de eventos y canales deportivos de ambas compañías bajo una marca común, TUDN.

¿En qué cambian las cosas la nueva operación?

En que Televisa aumentará su participación en la matriz de Univision, hasta el 45% del capital de Univision Holdings; que a este última empresa se sumarán como accionistas minoritarios SoftBank, Google y Raine Group y, que Televisa y Univision crearán una empresa conjunta para manejar la producción y distribución de contenidos audiovisuales con el fin explícito de retar la supremacía de Netflix y otras empresa en el mercado de la distribución de servicios audiovisuales bajo demanda –streaming— en español.

Aunque no se ha hecho una referencia explícita, ante el alicaído mercado de la televisión en México, Televisa intentará aprovechar la influencia de Univision entre la comunidad de hispanohablantes en Estados Unidos, haciendo uso de su vasta biblioteca audiovisual de Televisa, la infraestructura de producción en México, el hecho de que aquí podrán ejecutar producciones audiovisuales a un menor costo –en especial salaria— que en Estados Unidos y que esos productos podrán ser consumidos en ambos países y en todos aquellos en los que el español sea el idioma corriente o exista alguna comunidad importante de hispanohablantes.

*

El objetivo más importante de la operación, como hemos señalado, es profundizar la presencia de la dupla Televisa-Univision, en el mercado audiovisual de América del Norte, especialmente el de Estados Unidos.

En ese país, el gasto publicitario en la televisión en español pasó de mil a dos mil millones de dólares entre 2010 y 2019 de acuerdo con el sitio Statista. En el mismo lapso, la inversión publicitaria en televisión, en México, se estancó alrededor de los 2 mil millones de dólares de acuerdo con cálculos elaborados con base en información de la revista Merca2.0.

Es más, desde hace dos décadas el gasto publicitario en televisión abierta no ha rebasado los 2 mil 900 millones de dólares. En Estados Unidos, la televisión abierta en español vive un auge, gracias al crecimiento de la población hispanohablante y a su poder de compra.

Univision es la cadena de televisión abierta en español más importante en ese país y se está volviendo frecuente que, en algunos días y horarios, se coloque como la red de televisión abierta más vista en Estados Unidos.

Una buena cantidad de la programación distribuida por Univision es producida por Televisa. La importancia de esa relación se puede aquilatar mejor si señalamos que en 2020 Univision pagó regalías por 8.2 mil millones de pesos a la televisora mexicana, el 76% de los ingresos por concepto de la comercialización de programas y licencias y el 8% del ingreso total de la empresa mexicana en ese año.

En cambio, la televisión abierta se encuentra en crisis y declinación en el país, más allá del rebrote coyuntural que sufrió debido al encierro de la población que provocó el combate a la pandemia del COVID. Televisa cuenta en la actualidad con 235 concesiones y 101 canales adicionales como fruto de la multiprogramación, lo que le permite operar 336 señales de televisión abierta en todo el territorio nacional. Ahora tiene, como nunca lo alcanzó antes, las condiciones para bañar al territorio nacional con sus cuatro cadenas de televisión.

Sin embargo, el año pasado sus ingresos de publicidad en televisión abierta se desplomaron 18.5%, mientras que en 2019 habían descendido 11.5% en términos reales.

Es muy poco probable que los ingresos de la televisión abierta mantengan una tendencia vigorosa al ascenso en los próximos años, en buena medida porque en los últimos años este tipo de ingresos estuvieron reforzados por el gasto del gobierno federal y de los gobiernos estatales y municipales en publicidad oficial y, como sabe, estas erogaciones han sufrido una importante merma desde la llegada al poder del presidente López Obrador.

De esta forma, la diversificada capacidad producción audiovisual de Televisa se pondrá al servicio de la nueva empresa, especialmente para tratar de competir en el mercado internacional de las producciones en español.

*

El aporte de Univision es decisivo para que se profundice la presencia del nuevo proyecto en Estados Unidos. En ese país esta compañía cuenta con dos cadenas de televisión abierta (Univision y Unimás), 61 estaciones locales de televisión abierta afiliadas, distribuye canales de televisión de paga –la mayoría producidos por Televisa—, opera 58 estaciones de radio, una división de sitios de internet y estudios de producción, entre sus activos más importantes.

Esta infraestructura es la que ofrece Univision para aprovechar las oportunidades del mercado de consumidores de origen latinoamericano en Estados Unidos que suma 63 millones de personas y que representa ya cerca de la quinta parte de la población de ese país.

Sin embargo, para el nuevo proyecto la competencia no será sencilla, ni en el mercado estadunidense de la televisión en español, ni en el mercado internacional de la producción audiovisual en el mismo idioma.

Si bien Univision es la cadena más exitosa en Estados Unidos, tiene que competir por la audiencia en español de la televisión abierta con Telemundo –filial del consorcio Comcast, la segunda empresa de medios más poderosa del país—, con Azteca –cadena que retransmite contenido producido por TV Azteca—, y con Estrella Media.

Pese a todo, según el comunicado conjunto de Sin embargo, la experiencia de Univision en el mercado del streaming es prácticamente inexistente y la de Televisa, por medio de su empresa Blim, más bien modesta: es el cuarto proveedor de este tipo de servicios en México con 1.1 millones de suscriptores. Así que, no existen elementos para pensar que el nuevo empeño de la dupla logrará alcanzar los objetivos trazados, al menos en el corto plazo.

*

En nuestro país Televisa estará dividida funcionalmente en dos grandes segmentos: el segmento viejo, con crecientes problemas para ser rentable y en el que destaca la televisión abierta, y la parte moderna, representada por las telecomunicaciones, que son una rama dinámica de la economía y de la propia empresa.

El consorcio se dedicó en los últimos años a simplificar la estructura de sus negocios buscando apuntalar su presencia en la televisión de paga –compró varias empresas— y en las telecomunicaciones y deshaciéndose de inversiones marginales para su actividad.

Por esta última causa se deshizo de la actividad que dio origen al Grupo Televisa: la producción radiofónica, al vender las estaciones de radio XEW, XEQ y sus repetidoras. También vendió su participación minoritaria en el grupo español de medios Imagina e intentó deshacerse de su parte en una empresa de espectáculos que mantiene con OCESA, aunque esta venta se malogró de último momento.

Televisa aportará a la nueva empresa conjunta con Univision –y que aparentemente tendrá su sede en México— sus cuatro canales centrales de televisión (2, 4, 5 Televisa y Univision, el principal objetivo de la alianza es

“buscar de manera agresiva la relativamente incipiente oportunidad global de streaming en español”.

Señala que existe un mercado mundial de 600 millones de hispanohablantes, en el que menos del 10% de utilizan los servicios de streaming.

Señalemos de entrada que, si se suma la población de México (126 millones) y los hispanohablantes en Estados Unidos (63 millones), se concluye que el 30% de todos los hablantes de español se encuentran en el área directa de influencia de Televisa y Univision.

Pese a todo, en el mercado del streaming la batalla será, también, complicada. Tómese en cuenta que Netflix es una fuerza muy poderosa pues cuenta con 203.6 millones de suscriptores a escala mundial (37 millones en América Latina), además también están avanzando rápidamente Disney+ que acumula ya más de 100 millones de suscriptores en todo el mundo, HBO Max 37.7 millones –solamente en Estados Unidos—, Amazon Prime 200 millones, Apple TV+ con 33 millones y hasta Claro Video, de América Móvil.

Los datos a que nos hemos referido son de sus suscriptores totales, independientemente del idioma que hablen y 9) y sus estaciones locales –las concesiones no se incluyen—, su videoteca audiovisual, la producción de canales de televisión de paga, de telenovelas y de deportes –la producción de noticas quedará bajo una empresa controlada directamente por Emilio Azcárraga Jean— y Blim, el servicio de streaming.

En términos de ingresos, estas actividades aportaron el 26% de las ventas de la empresa en 2020. La producción audiovisual, que fue el pilar del grupo mexicano durante décadas, tendía a convertirse en una actividad cada vez más marginal.

Televisa seguirá operando en el país, bajo su propia responsabilidad, las operaciones de acceso a televisión de paga, telefonía e internet (Izzi, Bestel y Skt) y acentuará su tendencia a convertirse esencialmente en una empresa de telecomunicaciones. En la actualidad, estas actividades aportan el 66% de sus ingresos.

La apuesta no deja de ser arriesgada también en este flanco, debido a que en el mercado nacional tendrá un importante contendiente: Telmex-Telcel (América Móvil). Además, no se avizora la perspectiva de que Televisa pueda convertirse en una empresa multinacional de telecomunicaciones, en un mercado en donde sobreviven los grandes mastodontes multinacionales, como América Móvil de Carlos Slim, entre otros.

La estrategia consiste en dividir los negocios rentables de los que enfrentan problemas de rentabilidad. De hecho, la división entre los viejos negocios ligados a la televisión abierta y los nuevos, más comprometidos con las telecomunicaciones, es una estratagema que han seguido otros grupos, como el que comanda Ricardo Salinas Pliego.

En este último caso, Televisión Azteca –la vieja televisión— y Total Play –los nuevos negocios— funcionan como dos empresas independientes, aunque son controlados por Salinas Pliego.

Además, esta división funcional dentro de Televisa no tiene repercusiones sobre la estructura accionaria de la empresa mexicana, ni en el número de sus acciones o en el precio de las mismas.

Pero, al mismo tiempo, ofrece la posibilidad de que, si se ofrece el caso, Televisa y sus aliados, se desprendan de alguno de los dos segmentos audiovisual o telecomunicaciones— si es necesario para sus intereses de negocios.

*

Todavía falta un trecho para conocer los detalles finales del nuevo proyecto conjunto de Univision y Televisa. Además de las distintas autorizaciones legales, en uno y otro lado de la frontera, será interesante conocer cuál será la reacción de los principales inversionistas en la Bolsa de Valores.

Mientras tanto vale la pena señalar que este proyecto no sería posible sin el concurso de importantes fuerza del capital financiero. De hecho grandes administradoras de inversiones como las estadunidenses Dodge & Cox, Harris Associates, BlackRock y FPR Partners, junto al matrimonio de Bill y Melinda Gates -antes de su divorcio-, son accionistas de Televisa y ya dieron su aprobación al nuevo proyecto.

En el caso de Univision, sus principales accionistas Searchlight Capital y ForgeLight, también operan como modernas empresas de inversiones y ni qué decir del apoyo de Raine Group, e incluso de la japonesa SoftBank y de la estadunidense Google, estas dos últimas, además de operar negocios propios de medios y telecomunicaciones, también tienen divisiones financieras.

La bendición de estas organizaciones financieras fue necesaria para avalar la nueva apuesta, pero en un futuro también podrían ser la fuerza, como ya ha sucedido en otros casos, que acaben controlando o desgarrando a Televisa, si así conviene a sus intereses.

*Doctor en economía. Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM. francisco.vidal @politicas.unam.mx

17 de junio de 2021