La marcha del amor
Periodismo

La marcha del amor

Convertido desde hace cuatro años en Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador volvió a su ámbito natural, la plaza, el Zócalo de la Ciudad de México para que por enésima ocasión sus seguidores, una marea humana de cientos de miles de personas, se volcaran sobre Paseo de la Reforma y calles del Centro Histórico para respaldar las políticas públicas de la Cuarta Transformación y al gobierno con acreditado reconocimiento nacional e internacional.

Bastó que el líder carismático convocara la mañana del 16 de noviembre en su conferencia matutina para que la maquinaria de su partido, Morena, y decenas de miles de ciudadanos corrieran la voz para asistir a la #LaMadreDeTodasLasMarchas, como se identificó uno de los hashtag que promovieron la movilización el 27 de noviembre.

Con su convocatoria, el mandatario adelantó su Cuarto Informe de Gobierno el último domingo de noviembre, pero ya no sólo a una concentración en el Zócalo, sino llamó a marchar desde la Columna a la Independencia hasta la Plaza de la Constitución, y aunque no lo admitió, el llamado a la movilización de sus simpatizantes fue en respuesta a la marcha de la derecha del 13 de noviembre, donde la demanda central se relacionó oficialmente con un solo tema: electoral, aunque los clasemedieros que participaron desnudaron su intención política de desacreditar a la Cuarta Transformación.

En cambio, la manifestación de los obradoristas fue en respaldo a toda la política pública emanada de Palacio Nacional. Aunque no hay cifras exactas de la participación en ambas movilizaciones, la del domingo histórico fue multitudinaria y de carácter nacional.

En redes sociodigitales el político de izquierda español Juan Carlos Monedero, presente en las dos marchas, dijo de la movilización de los obradoristas algo así como: “en esta vi mucho amor, en cambio en la reunión de la derecha mucho odio”.

La masa humana comenzó a caminar rumbo al Zócalo antes de las 10 horas. Tres horas después, a las 13:30, el Presidente pasaba frente a la Plaza de la Solidaridad rodeado de un torbellino de gente que deseaba tomarse una selfie con él. Miles, centenares de miles vitorearon: “Es un honor estar con Obrador”. Desde el cardenismo no ocurría un fenómeno político como el que se desprende de la figura del Presidente de este país.

Después de seis horas de marchar acompañado por sus fieles, el Jefe del Ejecutivo inició el Informe donde definió a su gobierno como de “humanismo a la mexicana”.

México es un país de libertades, donde todas las expresiones políticas opinan y se movilizan. Afortunadamente, las mayorías de este país tienen a un líder después de ocho décadas de orfandad, y a un Presidente que pone en marcha las promesas de campaña. ¿Será que es el primer presidente después de muchos sexenios que cumple las expectativas de la ciudanía y por eso ésta le responde a cada llamado que su líder la convoca?

3 de diciembre de 2022