La prensa también vota
Libertad de Expresión

La prensa también vota

Luis Guillermo Hernández

La prensa también vota. Y la mexicana, cargada con un enorme fardo de pendientes por ajustar con un gobierno que, por primera vez en más de 4 décadas, cerró definitivamente la llave inagotable de los recursos federales cuantiosos, no iba a ser excepción:

La Prensa ya tomó partido.

Es cuestión de mirar las portadas, rebosantes de información negativa, casi toda en contra del Presidente Andrés Manuel López Obrador, en lo que representa el giro más insólito e inusual en la dinámica de los medios de comunicación mexicanos, durante décadas acostumbrados al sometimiento, a la clara postración ante el poder político nacional.

En apenas dos años, México pasó de tener una prensa mayoritariamente capturada por el poder político, a tener una prensa abiertamente opositora y beligerante:

“López Obrador miente”. “López Obrador falla”. “López Obrador se derrumba”. “López Obrador censura”. “López Obrador ataca a la prensa libre e independiente desde su púlpito autoritario y dictatorial que es la Conferencia Mañanera”.

Como si por arte de magia, por revelación divina, aquellos que siempre estuvieron callados un día, el 1 de diciembre de 2018, recibieron el don de ser periodistas críticos y severos. Y como pocas veces en su historia moderna, por cierto una historia de ignominia y vergüenza que ha quedado bien registrada en medios siempre analíticos como esta revista Zócalo, la prensa mexicana del año 2021 ha tomado partido abiertamente, definitivamente, en contra del gobierno federal.

El diario Reforma, que durante 2020 y lo que va de 2021 ha despedido a más de 200 integrantes de su plantilla laboral, ha reducido sueldos y prestaciones y ha desmantelado áreas completas de redacción como fotografía, edición y diseño, ha apostado en la elección por concentrarse en su región de mayor influencia:

Nuevo León, cuna de su diario hermano, El Norte.

Ahí, el diario bautizado por el propio López Obrador como “pasquín inmundo”, decidió apoyar abiertamente a un partido:

Movimiento Ciudadano, cuyo candidato a la gubernatura de Nuevo León, Samuel García, ha merecido incontables apoyos entre los columnistas y articulistas del diario. Extraoficialmente, se ha documentado que Movimiento Ciudadano invirtió en el diario más de 15 millones de pesos en publicidad, dato que sólo podrá ser confirmado cuando la autoridad electoral de a conocer los reportes de gastos de campaña.

Esta decisión editorial de Reforma, que incluyó posicionar a su candidato en el primer lugar en los sondeos que regularmente difunde el diario, con hasta 20 puntos de diferencia respecto de ejercicios demoscópicos similares, ha sido duramente cuestionada.

El punto de inflexión ocurrió el 18 de mayo pasado, cuando la empresa editorial pretendió organizar el tradicional debate con los candidatos a la gubernatura y sólo acudió al llamado el representante de Movimiento Ciudadano. Este hecho marcó un hito debido a que, al menos en las últimas seis elecciones, el debate organizado por El Norte se había convertido en referente electoral en esa entidad.

El caso de El Universal es muy parecido. Señalado en fechas recientes por el propio Presidente López Obrador de haber sido beneficiado con un préstamo multimillonario muy ventajoso por parte de Nacional Financiera (200 millones de pesos), y también de recibir custodia personal oficial para su dueño, Juan Francisco Ealy Ortíz, con cargo a las arcas públicas, el diario ha lanzado duros cuestionamientos hacia el gobierno.

Creó una serie de análisis en torno de la libertad de expresión, que fue duramente criticada por dar voz principalmente a críticos del gobierno, entre ellos a figuras cuya credibilidad, independencia y estatura moral no es precisamente buena.

Aliado con la consultoría Buendía y Márquez, El Universal ha intentado construir una narrativa de imparcialidad y neutralidad en sus sondeos de cara a la renovación del Congreso, en los que casi coloca a la coalición que encabeza Morena, el partido en el poder, en una posición de perder la mayoría, contrario a lo que plantean la mayoría de los ejercicios similares.

Al mismo tiempo, El Universal difunde ampliamente las versiones periodísticas de sus columnistas y articulistas abiertamente críticos del gobierno federal e incluye denostaciones de toda índole: groserías, burlas, epítetos y diversos señalamientos en su página de internet.

Algunos de ellos, como el que escribió la investigadora Sara Sefchovich, sobre el presunto hecho de que los programas sociales del gobierno actual “no sacan a nadie de la pobreza”, merecieron incluso descalificaciones de otros medios.

Pero El Universal, que en 2018, todavía en el gobierno de Enrique Peña Nieto, recibió más de 313 millones de pesos en publicidad oficial del gobierno federal y en 2020 no superó los 50 millones, se abstiene de difundir asuntos que involucren al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, su principal anunciante gubernamental este año.

Las empresas televisivas han sido más cautelosas en esta elección intermedia. Tanto Televisa y Tv Azteca, que aunque han visto reducido el nivel de ingresos gubernamentales que recibían en el sexenio anterior, siendo dos de las empresas más favorecidas con la publicidad oficial, han mantenido una postura de no confrontación directa con el gobierno federal y, a diferencia de otras elecciones, abrieron espacios más o menos equitativos para todos los candidatos.

Aunque una investigación menos impresionista que este artículo podría arrojar datos más precisos, es interesante observar que los noticiarios principales de ambas cadenas, “Hechos” con Javier Alatorre, en Azteca; y “En Punto” con Denise Maerker, en Televisa, dan espacios amplios a las figuras de la izquierda, además de que se han abstenido de presentar sondeos de opinión o participar activamente de las campañas negativas de otros años.

No es el caso de medios de menor relevancia, como Imagen Televisión, El Heraldo Tv y medios radiofónicos como W Radio, ACIR, en cuyos espacios es común encontrar diatribas duras en contra del gobierno federal y programas donde abiertamente, se llama a apoyar tanto el voto útil en contra de Morena para que no mantenga la mayoría en el Congreso.

Un caso significativo es Grupo Fórmula, en cuyos espacios radiofónicos son abiertamente opositores al gobierno, incluso en aquellos programas que no están directamente relacionados con la información política: no es inusual escuchar en programas de espectáculos, como los encabezados por Maxine Woodside o René Franco, críticas abiertas al gobierno por parte de conductores e invitados.

Este hecho, que sin duda merece una aproximación más profunda, guarda una peculiaridad: cuando se contrasta el listado de periodistas y medios beneficiarios de cantidades millonarias de recursos públicos durante el gobierno de Peña Nieto, con el listado de medios críticos del gobierno actual, la coincidencia es innegable.

¿Tiene relación directa con su postura crítica de hoy, el hecho de que haya cesado el flujo constante de recursos públicos? La respuesta es evidente. Clara. Son los mismos medios, los mismos periodistas. Y están furiosos.

La Prensa también vota. Siempre ha votado. Y ahora, por primera vez en muchas décadas, no votará por el partido en el poder, porque no le provée de recursos.

8 de junio de 2021