“Busqué a Marcelo Ebrard, le dije que hablara con el embajador [en Perú] y que se le abriera la puerta de la Embajada [de México] con apego a nuestra tradición de asilo”, narró esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el asilo político que le pidió Pedro Castillo, hasta ayer presidente de Perú, tras su destitución, la cual calificó de muy lamentable.
Ayer, después de haber anunciado la iniciativa de disolver el Congreso y decretar Gobierno de excepción, en medio de una crisis política que se ha ido acrecentando, Pedro Castillo, presidente de Perú desde julio de 2021, fue destituido de su cargo por el Congreso, con 101 votos a favor, seis en contra y 10 abstenciones; en su lugar tomó posesión la vicepresidenta Dina Boluarte —primera mujer en asumir la presidencia de ese país—, mientras Castillo estaba detenido en una dependencia policial.
Tras la destitución, la Embajada de México en Perú fue bloqueada por opositores de Castillo para evitar que pidiera asilo en suelo mexicano. Hoy, en su conferencia de prensa matutina, el presidente López Obrador detalló que en efecto Pedro Castillo pidió asilo a México, el cual le concedió, “pero al poco tiempo tomaron la embajada, con policías y también con ciudadanos, y él creo que ni si quiera pudo salir, lo detuvieron de inmediato”, narró.
Ante los hechos, el mandatario mexicano lamentó la destitución, pues asegura que desde que ganó, legítimamente, “fue víctima de acoso, de confrontación, no aceptaron sus adversarios, sobre todo las élites económicas y políticas, de ese país, el que él gobernara”, declaró. Además, pidió que los derechos humanos le sean respetados a Castillo, que se actúe conforme a la ley y que se proteja a su familia.
“Muy lamentable, estuvo siempre acosado, lo fueron debilitando hasta que lograron destituirlo, pero es la decisión que tomaron estas élites. Yo no creo que sea mejor para los pueblos, lo lamento mucho para el pueblo de Perú. Es que es mucha inestabilidad, cinco presidentes en seis años, ¿quién sufre? El pueblo, todo por los intereses de las élites. No piensan en el pueblo”, afirmó López Obrador.
“Golpes blandos”
López Obrador consideró que en muchos gobiernos de América Latina se están llevando a cabo los “golpes blancos”, es decir, una oposición y destitución a gobiernos de izquierda ya no mediante una intervención militar, sino con el control de los medios de información, que los manejan los oligarcas de los países, “van implementando campañas de desprestigio, magnificando errores que se cometen y siguen siendo los medios de información instrumentos para manipular y justificar actos contrarios a la democracia”, aseveró.
Como ejemplo de estos “golpes blancos”, está el caso de Brasil, con el ahora presidente electo Lula da Silva; en Argentina, con las acusaciones que enfrenta la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner por las que se le condenó a seis años de prisión, y ahora el caso de Pedro Castillo, en Perú.
Ante la pregunta si considera que en México se esté llevando un “golpe blando”, el mandatario dijo que aquí no se ha podido y ni se podrá, “nuestro pueblo está muy avispado, muy despierto, muy consciente, por eso digo, es de los pueblos más politizados del mundo, ha dado muy buenos resultados la revolución de las conciencias. Ya a este pueblo no se le engaña, ya no funciona, salimos ilesos de la calumnia”, aseguró.
Agregó que los esfuerzos de medios de comunicación de oposición por desinformar, ya no están funcionando, pues ya no funciona la máxima del hampa del periodismo “de que la calumnia cuando no mancha tizna, ya no funciona ni siquiera eso”, celebró el presidente.
Diana Morán Reyes
