Los confesores de Alito
Comunicación Política

Los confesores de Alito

Que no le digan…

Mario A. Medina

Alito Moreno los desafió: No dejaré el cargo hasta el 19 de agosto de 2023; los expresidentes del PRI escucharon sorprendidos la respuesta del presidente nacional de este partido, y es que momentos antes, a decir de Dulce María Sauri, “se planteó la pertinencia de la conclusión o no de la actual dirigencia y el presidente del Comité Ejecutivo Nacional”.

“El encuentro fue tenso”, filtraron varios de los participantes del encontronazo que duró poco más de cuatro horas en la sede del tricolor en la esquina de Insurgentes y Luis Donaldo Colosio, allá por el rumbo de Buenavista.

Puntuales, llegaron a la cita viejos dirigentes del priísmo como Augusto Gómez Villanueva, Jorge de la Vega Domínguez, Manlio Fabio Beltrones, César Camacho, Pedro Joaquín Coldwell, Carolina Monroy, Beatriz Paredes, Humberto Roque Villanueva, Claudia Ruiz Massieu, José Antonio González Fernández y Roberto Madrazo.

La presencia de los “distinguidos” dirigentes del priísmo neoliberal era para levantar de la lona a su organización, que prácticamente está noqueada. En dos ocasiones anteriores, al partido fundado en 1929 por Plutarco Elías Calles le habían contado la cuenta de nocaut, y el tricolor se levantó de la lona, pero esta vez, durante la presidencia de Moreno Cárdenas, perdieron 11 gubernaturas y el próximo año podría quedarse sin ninguna de las dos únicas que le quedan.

Los “distinguidos” exdirigentes acudieron a la sede nacional como “urgenciólogos” para salvar a un paciente grave, cuando realmente han sido sus matanceros. Las crónicas periodísticas hablan de cómo se enfrentaron, lo regañaron, le dijeron de su incapacidad, de sus problemas de corrupción. Su enojo fue a tal grado que ni comunicado conjunto hubo, menos conferencia de presa, tampoco la foto de la unidad.

Las notas periodísticas dicen que hasta gritos hubo, particularmente de Roberto Madrazo que le exigió que se fuera, pero seguramente Alito se envalentonó porque habrá pensado que sus “distinguidos compañeros” no tenían que reclamarle nada, porque ellos, durante muchas décadas, llevaron al PRI donde hoy está; que las derrotas en tiempos de la 4T no son culpa sólo de él, tal vez habrá pensado que él, Alito, es hechura de ellos, que les aprendió bien sus mañas, destrezas, y trampas.

Y sí, con qué calidad le podían reclamar sus “distinguidos amigos” cuando la credibilidad de la mayoría de ellos está por los suelos. Manlio Fabio, considerado como uno de los personajes más oscuros del PRI, qué buen consejo le puede dar al campechano; en el mundo de la política siempre se ha dicho que “Don Beltrone generaba más miedo que respeto”. Es el mismo que implementó, como coordinador parlamentario del PRI en la LXII legislatura, las reformas estructurales de Enrique Peña Nieto. De él cuelgan muchos, pero muchos otros “pecados”.

Jorge de la Vega Domínguez fue uno de los artífices del fraude electoral contra Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en 1988. El chiapaneco había prometido que Carlos Salinas de Gortari habría de ganar con 20 millones de votos, sólo alcanzó 9 millones 641 mil 329, y aun con el descarado fraude. Era el principio de la debacle priísta.

Miguel Ángel Osorio Chong fue otro de los “distinguidos cuates” que lo enfrentó. Identificado con el Grupo Hidalgo, quien fuera el secretario de Gobernación con Enrique Peña Nieto, sobre él recae un sinnúmero de acusaciones de corrupción, acoso, espionaje, abuso de poder y persecución de adversarios políticos, de enriquecimiento “inexplicable”.

Está relacionado con los sobornos que repartió la constructora Odebrecht, donde uno de sus amigos, Carlos Aniano, fue beneficiario de sobornos por parte de la empresa brasileña por varios miles de millones de pesos.

Otro “ilustre amigo” de Alito que estuvo en el salón presidentes del PRI, fue el “bribón” de Roberto Madrazo Pintado a quien se le recuerda por haber hecho trampa en la maratón de Berlín en 2007.

Pero más ignominioso fue el fraude electoral que cometió contra Andrés Manuel López Obrador cuando éste buscó la gubernatura de su natal Tabasco. Madrazo obtuvo recursos financieros de quién sabe dónde, pero sí se puede suponer para comprar la voluntad de una población, necesitada, pobre. Lavado de dinero se ha dicho. Su mala fama como candidato presidencial, llevó al PRI al tercer lugar en 2006.

López Obrador supo el tamaño real del fraude en su contra, gracias a un grupo de priístas tabasqueños que le entregaron montones de cajas con más de 250 mil documentos contables que le permitieron demostrar las transas de Madrazo. La ruina priísta continuaba.

Hoy existen serias suspicacias de dónde han salido los recursos financieros que sustentan la plataforma de noticias “Latinus”, medio de comunicación creado para golpear a AMLO y la 4T, donde a decir del mismo Madrazo, el poder económico lo tienen Federico Madrazo Rojas, su hijo, y Alexis Nickin Gaxiola, su yerno.

Aún hay quien recuerda a María de los Ángeles Moreno, quien dirigió a este partido de 1995 a 2000; falleció en abril del 2019. En una declaración periodística acusó a la exdirigente del SNTE Elba Esther Gordillo y al mismo Roberto Madrazo de actuar como “delincuencia organizada” al interior del PRI.

Otro que estuvo ahí para “aconsejar” a Alito fue Humberto Roque Villanueva, aquel de la famosa “roqueseñal”. Don Humberto celebró jubiloso (marzo de 1995) que el PRI hubiera aprobado el aumentó al IVA en un 50%, (del 10% al 15%), lo que significó un duro golpe a la economía de los mexicanos. Años después, en marzo de 2020, habría de reconocer que en el pasado los gobiernos del PRI “actuaron de manera delincuencial”.

Ahí estuvo también Carlos Salinas de Gortari en la persona de su sobrina, Claudia Ruiz Massieu Salinas. Llegó a la dirigencia nacional luego del triunfo arrasador de junio de 2018 de AMLO para recomponer al PRI; presumió ella, para “trazar una visión de futuro, de reflexión y autocrítica”. No pudo.

Hoy todos ellos hablan de reconciliarse con la población a la que durante décadas lastimaron, defraudaron y actuaron en su contra de manera delincuencial.

¿Qué calidad moral, política y social tiene cada uno de quienes llegaron a la sede nacional del PRI para “rescatar” a Alito de sus “pecados”?, cuando de ellos aprendió a “pecar”, supo de ellos aquello que reza: “el que no transa, no avanza”.

Los jerarcas priistas llegaron a su templo de Insurgentes en calidad de obispos y arzobispos de la “Iglesia tricolor del Mundo” como espiadores de pecados, pero reconocidos violadores, émulos políticos de Naasón Joaquín García; él en la cárcel, ellos libres.

¿Será posible que estos “confesores” de Alito pensaron que lo iban a convencer de salvarse de sus pecados, de su mala cabeza porque “no dimensiona lo que le está pasando al partido”?

Que no olviden que la población no olvida que muchos de ellos han sido nefastos para el país, que el PRI está donde está porque “así se lo dejaron” y no sólo por culpa de Alito.

Que no le cuenten…

Bueno que me salió Marko, el gris, Cortés para que la oposición no se sume contra Morena. Le enseña la lengua a Movimiento Ciudadano, le dice de cosas, le mienta la madre y más. ¿Así cómo quiere ganarle en 2024?

30 de junio de 2022