Con una sólida formación académica forjada con doctorados, maestrías y licenciaturas obtenidas en universidades de México y Estados Unidos, acompañada por 25 años de actividad a favor de los derechos humanos, este 24 de enero el doctor Luis Arriaga Valenzuela tomó posesión como nuevo Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México-Tijuana para el periodo 2022-2026, cargo en el que se propone “robustecer la docencia con la investigación y la vinculación y afrontar los retos que impone a la educación la pandemia”.
Además, impulsará la inserción de la Ibero en el mundo tecnológico y global, e insistirá en el aporte de las humanidades a la solución de los problemas sociales con una perspectiva de derechos humanos. En el tema migratorio, Arriaga Valenzuela está a favor de la libre movilidad con garantías independientemente de los documentos que se puedan portar, porque “ningún ser humano es ilegal”. Está convencido de que la violencia tiene sus causas en la desigualdad estructural.
-La Universidad Iberoamericana es una institución educativa con gran trayectoria y tradición, ¿qué le ofrece usted?
–Me siento comprometido con el nombramiento y el reto que implica. Soy un jesuita formado para dar lo mejor de mí en cualquier espacio, donde la Compañía de Jesús decida que debo aportar todas mis capacidades, saben de mi trayectoria. Soy abogado. Tengo estudios de maestrías, doctorados. En los últimos años estuve formándome en Estados Unidos, en una de las mejores universidades del mundo, la Universidad de Stanford, y llego con la experiencia de lo aprendido en la rectoría del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente de Guadalajara, como rector durante tres años (2018-2020). Pero también quiero aprender de la comunidad, del personal docente, de la creatividad de su alumnado y sobre todo quiero caminar con todas aquellas personas que colaboran aquí con nosotros.
-Como Rector de la Universidad Iberoamericana, ¿cuál será su sello personal, qué le hace falta a la institución: nuevas carreras, posgrados, acentuar su vocación social?
-Tenemos tres grandes retos para afrontar, las condiciones adversas de las familias de nuestro alumnado, reflejado en un ligero descenso en la matrícula. La universidad jesuita tiene una impronta de incidir en cambiar la realidad social de las desigualdades. Vengo con el propósito de robustecer la docencia con la investigación y la vinculación y afrontar los retos del momento. La era de la pandemia deja nuevas lecciones para la educación en línea, la modalidad híbrida e insertarse en un mundo más tecnológico y global, y lo que puedan aportar las humanidades. Un papel fundamental es contribuir a la creación de alternativas para un mejor México y construir puentes.
Mi prioridad central será la promoción de la excelencia académica con el máximo rigor, puesto al servicio de las mejores causas creo que la justicia, la equidad, el respeto a los derechos humanos, son temas donde se debe incidir. Hay una frase del padre Adolfo Nicolás que sintetiza muy bien el sentido de la educación jesuita: “No formamos a los mejores del mundo, sino a los mejores para el mundo”.
-Darle continuidad al trabajo de los exrectores Saúl Cuautle y David Fernández, se le pregunta al licenciado en derecho, egresado de esta universidad, que ahora preside.
–Por supuesto, nosotros somos herederos de una tradición y hay que dar continuidad a los procesos que están en marcha. Sin embargo, como Rector de la institución, voy a impulsar prioridades que me parecen fundamentales de cara a los retos del presente, pero sí serían tomados en cuenta, desde luego, la planeación institucional que tiene la universidad y sus procesos de ejecución vigentes.
-La pandemia trastoca la actividad académica en todo el mundo, contagios, deserción, fallecimientos, en este contexto tan complejo, ¿cómo continuará enfrentando esta nueva realidad?
–La comunidad vivió los estragos de la pandemia, perdimos a mucha gente querida como nuestro Rector anterior, mi hermano jesuita Saúl Cuautle, pero la Ibero siempre está al servicio de México. Nunca paró su trabajo por la comunidad y el país. Atendimos los lineamientos públicos preventivos, con responsabilidad para no detener los procesos que estaban en marcha, no sólo los docentes, también los que estaban relacionados con nuestra vinculación en diversos sectores e instituciones. El personal vacunado supera el 90 por ciento, mejoramos la ventilación en muchos espacios del campus. Reforzamos las medidas sanitarias y aplicamos pruebas aleatorias cada semana entre el estudiantado y el personal administrativo.
-¿Cómo revertir la crisis de derechos humanos y de impunidad en México? Se le pregunta al exdirector del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, en la Ciudad de México, (de 2006 a 2011), labor por la cual recibió la Medalla Emilio Krieger y el Reconocimiento Hermila Galindo, ambos en 2010.
–La raíz de la violencia encuentra sus causas en la desigualdad estructural, pero también en la impunidad que permite que estas violaciones a los derechos humanos se sigan cometiendo porque no hay una consecuencia. Creo que en esta crisis de inseguridad y del sistema de procuración de justicia tenemos que promover una discusión profunda sobre la manera como se está abordando el tema de inseguridad. Sobre la impunidad, tenemos que comprometer también a las autoridades civiles y orientarlas a que las víctimas de violaciones a derechos humanos gocen de estos derechos consignados en nuestra Constitución y en instrumentos internacionales, particularmente con el debido proceso que se establece en la Convención Americana de los Derechos Humanos.
-Durante siglo y medio el capitalismo ha sido incapaz de solucionar las desigualdades sociales, y ahora, el neoliberalismo, tampoco lo logra, mientras América Latina está siendo gobernada por partidos de izquierda, ¿cómo ve usted este fenómeno?
–Más allá de hablar del neoliberalismo, las grandes condiciones de desigualdad y el incremento de la pobreza están relacionadas con las condiciones de origen y el nivel socioeconómico que puede alcanzar una persona, como le llaman los especialistas, verdad de la cuna. Es decir, la probabilidad de seguir en la pobreza es muy alta para quienes han nacido en un hogar pobre. Por eso, es urgente aumentar el gasto público para atender las precariedades causadas por la pandemia, y hay que reconocer no sólo las desigualdades por razón de clase social o condición socioeconómica, sino por razón de género, y avanzar en mecanismos que aseguren una mayor distribución del ingreso, que se orienten a impulsar oportunidades. Estoy convencido que debemos de incidir en políticas públicas orientadas al combate de la pobreza, pero desde un enfoque de derechos humanos.
-También es de su interés el tema de la libertad de expresión. Sabemos que durante muchos años los gobiernos derrocharon dinero entre los medios de comunicación para comprar sus silencios o complicidades, ahora cualquier periodista puede preguntar al Presidente en sus conferencias matutinas. ¿Cuál es el nivel de libertad de prensa en México?
–Ser hoy periodista es una profesión de alto riesgo en México, y así lo mencionan los informes de organismos internacionales que han investigado las agresiones en México. Se sigue criminalizando a los periodistas por hacer una labor de libertad de expresión. Nosotros estuvimos muy involucrados en el caso de Notimex por un informe que se elaboró en Signa-Lab del ITESO por el cual recibimos descalificaciones de la agencia. Creo que el periodismo debe ser una profesión dignificada y que debe seguir avanzando para que se garanticen las libertades fundamentales.
-Usted colaboró en la Asociación de Migrantes Refugiados, cómo observa el fenómeno de la migración que transita por México rumbo a Estados Unidos.
–Desde la perspectiva de los derechos humanos, se debe respetar el derecho de toda persona a la libre movilidad, y garantizar los derechos de los migrantes en el proceso de entrada, estancia y salida del país, independientemente de los documentos que puedan portar, ningún ser humano es ilegal. Tenemos que fortalecer las instituciones que promueven la atención integral a migrantes. México tiene que hacer efectivos esos derechos consignados en los tratados internacionales, porque están también en nuestra Constitución.
-La cultura priista nos heredó costumbres y actitudes que poco contribuyen a la ética política. ¿Cómo fortalece la ética política en México?
–Creo que tenemos que evitar cualquier concentración de poder, nosotros estamos convencidos del equilibrio de poderes. Creo que es fundamental en cualquier democracia. En ese sentido nuestro papel como universidades es generar reflexión, construir puentes, discusiones para que las personas se pongan al centro y se pugne por los derechos humanos. Es necesario crear una ética política.
-Algo más que quiera agregar, Rector.
–Sí, en la Ibero estamos convencidos de nuestros valores y de promover la justicia frente a tantas formas de injusticia y exclusión. Promover la honestidad frente a temas de corrupción. Promover la solidaridad en oposición a un individualismo y una competencia que pasa por encima de las personas. Como nuevo Rector de esta gran casa de estudios, de la cual me siento honrado porque soy egresado y la conozco bien, quiero conocer mejor a sus integrantes y a su comunidad.
Vengo con mucho ánimo y energía para llevar a esta universidad a ocupar el lugar que le corresponde como una de las mejores en América Latina. Estoy convencido de que la Ibero es ya la mejor universidad privada del país, pero quiero llevarla a ser la mejor en América Latina. Y estas son mis metas.
