Balbina Flores*
La sentencia dictada el 18 de marzo de 2020 por el juez Néstor Pedraza, en el homicidio de la periodista Miroslava Breach Velducea, constituye un precedente judicial importante, al tratarse de la primera sentencia condenatoria por el homicidio de una mujer periodista por ejercer su trabajo en el uso de su libertad de expresión.
Después de analizar las pruebas que durante un mes presentó la Fiscalía Especial de Atención a Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), el juez concluyó que Juan Carlos Moreno Ochoa, “Larry”, es culpable del homicidio de la periodista, en su calidad de coautor material la sentencia que se dará a Moreno Ochoa, así como la reparación del daño, serán determinados por el juez, a finales de abril en la Ciudad de Chihuahua.
Durante el juicio, que se prolongó un mes, comparecieron 62 testigos entre ciudadanos, peritos y funcionarios públicos, quedó comprobada la responsabilidad penal de Moreno Ochoa, “más allá de toda duda razonable”, señaló el juez, y la presunción de inocencia argumentada por la defensa del ahora sentenciado, no fue comprobada.
La audiencia del 18 de marzo fue fundamental porque en ella, se ventiló información relevante sobre los autores materiales e intelectuales y los motivos que los llevaron a silenciar a quien por más de 20 años fuera corresponsal de La Jornada y colaboradora de El Norte de Juárez.
Por esta razón, tanto la FEADLE como la organización Propuesta Cívica, que llevó la representación jurídica de la familia Breach, solicitaron en argumentación inicial y alegatos finales del juicio, la imposición de 70 años de prisión para Moreno Ochoa.
Se demostró también que la orden directa de matar a la periodista provino de José Crispín Salazar, uno de los líderes del grupo de “Los Salazar”, célula del Cártel de Sinaloa que opera en la sierra de Chínipas. Éste ordenó a Juan Carlos Moreno Ochoa asesinar a Miroslava, quien además contrató a Jaciel N, ahora prófugo, y a Ramón Andrés Zavala Corral (asesinado en Sonora en diciembre de 2017), para planear y ejecutar el homicidio.
Toca ahora a la FEADLE de la Fiscalía General de la República avanzar y fortalecer sus indagatorias en contra de los autores intelectuales. Este será en adelante su mayor reto, información y elementos para continuar las indagatorias. Mientras, los autores intelectuales que planearon y llevaron a cabo su plan de silenciarla sigan libres, la justicia para Miroslava será incompleta.
El vacío informativo provocado con el asesinato de Breach ha sido enorme para las comunidades y organizaciones sociales y de derechos humanos de la sierra de Chihuahua porque ahora no tienen quien las escuche y publique sus demandas.
Lo mismo sucedió al gremio periodístico que entendió “el mensaje” del crimen organizado para quien, se interese en publicar las actividades criminales. La familia de la periodista perdió a uno de sus integrantes y la sociedad perdió un canal de comunicación valioso, refirió Sara Mendiola, asesora jurídica de la familia Breach en la audiencia del 18 de marzo.
El juez fue sensible a este mensaje y recordó que en México “los periodistas han sido objeto de agresiones por su trabajo informativo”. En el caso de Miroslava quedó demostrado que hubo alevosía y premeditación del ahora sentenciado, que concibió un plan para asesinarla, habiéndola amenazado previamente por publicar informaciones sobre el narcotráfico, vinculado con la narcopolítica, en el estado de Chihuahua pero sobre todo que fue asesinada por ejercer su libertad de expresión.
Reporteros sin Fronteras y Propuesta Civica, organizaciones que desde un inicio acompañaron a los familiares de Miroslava Breach, reconocen esta sentencia como un avance importante, que hace ver una luz de esperanza para las y los periodistas asesinados y desaparecidos en México, y que es posible avanzar cuando los esfuerzos entre autoridades y sociedad civil se unen. El camino hacia la justicia en el caso de Miroslava todavía es largo.
Aún quedan pendientes varias investigaciones.
Entre ellas la responsabilidad de algunos políticos que entregaron a los autores intelectuales de su asesinato, los audios de Miroslava donde le pedían que revelar sus fuentes; entre ellos el actual titular del Instituto Chihuahuense de Infraestructura Física Educativa, José Luévano Rodríguez, el profesor y ex alcalde de Chínipas, Hugo Schultz y el ex vocero del PAN y actual asesor de los diputados de ese partido, Alfredo Piñera.
Ellos que continúan tranquilamente desempeñando cargos públicos sin que nada ni nadie les pida cuentas.