Guatemala.-El ejercicio de la Consultoría Política es uno de los principales factores que aseguran la conquista de una “guerra electoral”. Por eso, la mayoría de los candidatos y figuras públicas consideran necesaria la contratación de especialistas en la materia con el objetivo de aumentar sus probabilidades de victoria durante periodos de campaña.
Por ejemplo, este 2023 habrá campañas en México, Ecuador, Paraguay, Guatemala, Argentina y Colombia en sus diferentes niveles de gobierno, las cuales deben servir como observatorio para ejecutar las mejores prácticas en la esfera de la Comunicación Política, y sobre todo, evitar errores recurrentes que entorpecen el desarrollo de las mismas campañas electorales. A continuación, se enlistan 5 errores a evitar:
1.- Presentar el “Plan del Plan”: sin duda cada campaña tiene sus especificidades, debido al humor social del electorado, la ideología y agenda del proyecto político que se va encabezar. Aunque se tengan métodos “brandeados” por cada consultor, es necesario que dicho modelo se adapte a las circunstancias de la campaña y atienda las necesidades del cliente. Presentar una planificación sobre lo que se debe proyectar resulta un vicio importante para corregir, es como presentar una forma, sin fondo.
2.- Olvidar la coyuntura: por evidente que parezca, el consultor político siempre debe estar atento a la agenda-setting. A un consultor y a un estratega se le paga para pensar, coordinar, dirigir, investigar y planificar, por lo que no se debe perder de vista los relatos políticos que se instalan por parte de los adversarios y las noticias relevantes diarias. Se necesita tener oídos proactivos en todos lados y en todo momento. Para el abordaje de la coyuntura también se requiere de ese olfato político que a muchos les sigue faltando.
3.- Hacer una incorrecta gestión del tiempo: por supuesto que el timing es esencial. Si se contrata a un equipo especialista, se necesita tener cada proceso calendarizado para no hacer perder tiempo al candidato y a las células de trabajo. Cada fase de la campaña debe tener su tiempo específico para controlar en la medida de lo posible la evolución de la campaña.
4.- Crear antes de construir la estrategia: solicitar a los equipos de comunicación y marketing la ideación de productos sin dar lineamientos estratégicos específicos, cuantificables y alcanzables, significa dar tiros al aire. La improvisación no debe tener lugar en ningún momento de la campaña; hay que asegurarse de que el equipo conozca la estrategia, la propuesta política, las posiciones del adversario, las respuestas ante las contracampañas, así como las propias fortalezas y debilidades del candidato.
5.- Decirle “sí” todo el tiempo al candidato: por más complejo que sea el temperamento del cliente, es necesario que el consultor político mantenga una posición firme sobre la estrategia. Una decisión electoral por parte de los votantes se puede basar en función de las emociones que provoca el candidato, no obstante el diseño y la ejecución de la estrategia debe estar sustentada un método multifactorial, en donde se tecnifique cada proceso para garantizar su efectividad.
El consultor debe ser firme como roble en sus decisiones. Querido lector, gobernador, candidato, si usted observa que su consultor está cometiendo algunos de estos errores, es tiempo de preguntarse si cumple realmente su función. Si la consultoría no está aportando para que usted cumpla su propósito, quizá no coincida con usted en que el único objetivo de la campaña es ganar. ¿Usted seguiría aplicando lo que no funciona? Estamos seguros que no.
Natalia Flores Delgadillo: Comunicóloga política y analista
@natalia_floresd
