Necesario, defender autonomía y libertad académica en universidades públicas
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Necesario, defender autonomía y libertad académica en universidades públicas

En estos momentos hablar de autonomía y libertad académica en las instituciones de educación superior públicas no es un ejercicio fútil, sino fundamental y es preciso discutir y profundizar en el tema, pues si bien no corren peligro de desaparecer, sí se están viendo afectadas seriamente, consideró el doctor Fernando del Río Haza, académico del Departamento de Física de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Por tanto, es necesario reforzar el trabajo al interior de las instituciones de educación superior con el fin de incrementar en el corto plazo “nuestra comunicación con la sociedad para hacerle saber que sí estamos cumpliendo con nuestra función social para generar aliados y no meros espectadores”, subrayó el profesor emérito y distinguido de la Casa abierta al tiempo en el ciclo UAM conCiencia. El futuro de la Ciencia en México.

La función de la universidad es servir a la sociedad –tanto nacional como a toda la humanidad– y aprovechar los conocimientos que históricamente se han acumulado, “de ahí la importancia de recalcar la libertad académica y salvaguardar la autonomía y si hay críticas, que vengan, pero que estén basadas en información seria y argumentada”.

Sin embargo, desde el Poder Legislativo “se proponen iniciativas para limitar o de plano cancelar la autonomía de nuestras instituciones de educación superior públicas, pero son triviales, carecen de análisis, datos e información, además de que no hay una reflexión o motivación racional detrás de ellas por parte del Ejecutivo”.

Mientras en las universidades se desarrollan programas e investigaciones en aras del desarrollo del país, el conocimiento científico se vierte en palabras y números “en blanco y negro”, ante ese escenario la productividad bajará, pues difícilmente se mantendrían los grupos de investigación por ser muy difíciles de evaluar.

“La gente se está desmoralizando, los investigadores se sienten con muy baja moral, incomprendidos y con poco apoyo, entonces considero que vienen años muy tristes y duros para la investigación científica en México”, sentenció.

El doctor Romualdo López Zárate, investigador del Departamento de Sociología de la Unidad Azcapotzalco, expresó su preocupación por la política del actual gobierno federal en relación con la educación superior, la ciencia y tecnología, aunque confió que las universidades superarán este momento.

No obstante, “los próximos tres años pueden entorpecer o detener el desarrollo de las universidades, ya que al parecer el grupo asesor del presidente no entiende lo que son estas instituciones o no tiene la más mínima idea de la función social de éstas”.

Si bien en Tabasco creó la Universidad Chontalpa, las llamadas Benito Juárez no cumplen con las características básicas de lo que debe ser un centro de educación superior, debido a que no tienen cuerpos colegiados ni libertad para proponer planes y programas de estudio; profesores de tiempo completo y seguridad laboral; por tanto, resulta preocupante “esta visión limitada e ingenua”.

El primer mandatario pareciera desconocer o no querer valorar la contribución que han hecho estas instituciones al desarrollo del país, “pero lo cierto es que no fue gratuito que en la modificación constitucional de 2019 quitara la autonomía como una manera de decir si quieren persistir y tener mayor presupuesto deben estar al servicio de lo que pienso y no del conocimiento”.

Entonces, “es preocupante esta perspectiva del gobierno federal respecto de la ciencia y la tecnología porque tal parecería que se ha regresado a la década de 1990 en cuanto a lo que se destina a estos aspectos del Producto Interno Bruto, pero sobre todo a esta “actitud descalificadora, homogeneizadora que puede hacer mucho daño, por lo que seguiremos defendiendo la libertad académica y la autonomía universitaria”.

La doctora Julieta Espinosa Meléndez, profesora del Departamento Interdisciplinario para el Desarrollo Universitario de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, aseguró que las comunidades de investigadores tienen todo el derecho y el compromiso para levantar la voz y manifestarse sobre los efectos que puede tener esta política general y las preocupantes consecuencias que puede acarrear.

Por ello, “desde las universidades mexicanas sería importante que apretemos el paso desde la difusión de la cultura para que en programas como éste se discutan y se haga una pequeña red en la que se planteen cuestiones sustanciales como el funcionamiento del presupuesto y determinar la fuerza y relevancia de la sinergia que generan estos cuerpos colegiados”.

La labor debe considerar difundir y divulgar las diferencias entre universidades públicas, estatales e institutos tecnológicos y todo el subsistema de educación superior que no es tan conocido, así como el papel que han jugado la docencia y la investigación en el desarrollo del país, puesto que no se ha reconocido a los profesores de tiempo parcial o a aquellos que enfrentan condiciones difíciles para realizar su quehacer.

El doctor Rafael Bojalil Parra, investigador del Departamento de Atención a la Salud de la Unidad Xochimilco y moderador del Programa Autonomía Universitaria y Libertad de Investigación, también se unió a la preocupación que viven las instituciones de educación superior y de ciencia y tecnología en el país, derivado de la ofensiva gubernamental en términos de libertad académica y autonomía.

“Aun cuando las universidades tienen una larga tradición, ahora están bajo una verdadera amenaza por argumentos insostenibles que si bien pueden tener cierta razón en términos de los problemas por resolver, no justifica de ninguna manera las agresiones que están recibiendo por parte del gobierno federal y de organismos concretos como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología”, finalizó en el ciclo convocado por la Dirección de Apoyo a la Investigación de la Casa abierta al tiempo.

19 de noviembre de 2021