Kathia Martínez Dorantes
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Yale en 2019, México es el mayor consumidor de refrescos en el mundo. Frente a esa situación el analista del consumo, Alejandro Calvillo recuerda que Coca-Cola Femsa “es una de las empresas más poderosas y con mayor reconocimiento en todo el mundo; un niño antes de hablar ya reconoce la marca de Coca Cola”.
Además, “no hay ningún alimento, ninguna bebida cuyo consumo esté dañando tanto a la población como las bebidas azucaradas y el 70% de las que se venden son de esta empresa”.
A pesar de lo anterior, esa transnacional se amparó en contra de la Ley de Etiquetado de Advertencia, recientemente aprobada por el congreso, y que recibió el beneplácito de Naciones Unidas. Dicha norma, establece la obligación de incluir la información nutricional a los productos que excedan los parámetros establecidos de azúcares, sodio, grasas, calorías a través de sellos visibles, o por medio de leyendas que adviertan daños a menores de edad, en el supuesto caso de requerirse.
“Adelantamos públicamente que la industria se opondría con diversos instrumentos legales como el reciente amparo de Coca-Cola Femsa luego de la aprobación. Era evidente que la criticaran vamos a empezar a ver a ‘científicos’ salir a criticar el etiquetado, asociaciones civiles financiadas por la industria, periodistas, articulistas, que reciben dinero y están vinculados a las corporaciones, conductores de radio y de televisión”, agregó Calvillo, director de la asociación civil El Poder del Consumidor.
Recordó que no es la primera vez que la corporación multinacional recurre a estas vías, “esto lo vimos desde 2010, cuando los lineamientos para alimentos y bebidas en escuelas se estaban discutiendo; hay un documento firmado por Coca-Cola, donde dice que eso era anticonstitucional. Si para esta empresa es anticonstitucional garantizar alimentos y bebidas saludables al interior de las escuelas, era muy lógico que presentara este amparo”.
“En ese amparo, se sabe que está pidiendo se permita la comercialización de todos los productos que ya han sido fabricados hasta el primero de octubre (…) es el peligro de que se pongan a producir a lo loco, porque están dentro de la fecha otorgada”, precisó Calvillo.
“Nosotros habíamos anunciado desde el principio, cuando esto fue aprobado, que iban a venir todos los instrumentos que utiliza la industria, especialmente de Coca Cola, pues emplean muchas estrategias para tratar de bloquear las políticas que pueden afectar sus ventas, o que la obligarían a redefinir sus productos”, señaló Calvillo
El martes pasado, la compañía informó mediante un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores que inició un juicio de amparo en contra de la reforma a la NOM-051 que establece un nuevo etiquetado para alimentos y bebidas con altos contenidos de azúcares.
“La Compañía ha promovido un juicio de amparo en contra de esta reforma, la cual se encuentra pendiente de resolución. La compañía no puede asegurar que esta reforma no tendrá un efecto adverso en su negocio y en los resultados de sus operaciones en México”, indica el comunicado.
