Nosotras en El Universal
Medios Públicos

Nosotras en El Universal

Elvira Hernández Carballido

Pachuca, Hidalgo.- ¿Existe la igualdad en los medios? ¿Es una necedad subrayar que a las mujeres aún se les adjetiva y no se les identifica como protagonistas de la noticia?

Las respuestas a esas interrogantes todavía en el siglo XXI siguen siendo desfavorables para nosotras, lo cual puede observarse al realizar un recorrido por uno de los periódicos con mayor antigüedad en nuestro país: El Universal, una publicación que fue fundada en 1916 y que, a lo largo de estos 105 años, no logra integrar una perspectiva de género en sus contenidos.

Prensa aliada del patriarcado

Antes de explorar El Universal, vale la pena advertir que se dieron a conocer los resultados del Proyecto de Monitoreo Global de Medios (2020) que sondea la forma como las mujeres son representadas en estos espacios. En el caso de nuestro país, se revisaron 1,008 noticias publicadas en 54 escenarios de comunicación mexicanos. Entre algunos de los hallazgos que se reportaron, pueden destacarse:

  • Las mujeres están presenten en 32 de cada 100 noticias, 31 por ciento en medios tradicionales y 34 por ciento en medios digitales.
  • Mientras los hombres son víctimas de accidentes y delitos, las mujeres figuran como víctimas de violencia en el ámbito familiar, violencia sexual y otras violencias ligadas al género.
  • 22 por ciento de las noticias se centra específicamente en una mujer o grupos de mujeres.
  • 8 por ciento de las noticias cuestionaron los estereotipos de género, la mayoría de ellas escritas por mujeres ,12 frente a 7 por ciento.
  • El sexo de quien escribe la noticia impacta en su enfoque y en la selección de las fuentes, así las mujeres escriben más sobre otras mujeres.

Estos puntos reiteran lo que muchos estudios con postura feminista señalan: los medios de comunicación siguen aliándose al patriarcado y esta complicidad ha provocado que al momento de informar sobre las mujeres lo hagan desde una postura sexista

  • Se toma en cuenta fundamentalmente el parentesco o la relación que las mujeres con un hombre, es decir si son esposas, acompañantes o hijas. 
  • No importa identificarlas sino adjetivarlas ya sea por las circunstancias en que aparecen o por sus características físicas.
  • La población femenina parece convertirse en noticia únicamente si es objeto de agresiones, se les reporta como víctimas y se les revictimiza.
  • El discurso sobre la violencia contra las mujeres es un tema habitual pero nunca con un tono de denuncia, magnificando el hecho con el abuso de adjetivos para aumentar el posible impacto dirigido a despertar la morbosidad de los lectores.
  • En espectáculos o cultura se presentan perfiles femeninos desde una perspectiva de diversión y ocio, destacando su belleza física.
  • En la sección de política los protagonistas son en mayoría hombres, y las contadas ocasiones que se cita a las mujeres es porque el caso se trata como algo insólito, digno de burla, crítica o anecdótico.

¿Qué puede observarse en un periódico como El Universal durante sus más de cien años de existencia?

De la página femenina al espacio noticioso

La presencia de las periodistas en El Universal se dio de manera lenta y esporádica, afirma Elsa Lever quien destaca que María Luisa Ross fue una de las primeras en tener un espacio en “Modas El Universal”. En 1919 desapareció esa sección para convertirse en la “Página Femenil” que abordaba asuntos del hogar, del matrimonio y la maternidad, los textos no llevaban firma. Durante mucho tiempo, el recurso literario, indica Lever, fue lo que permitió a las interesadas ganarse un espacio, entre ellas María Enriqueta Camarillo, Gabriela Mistral y Concha Espina.

Veinte años después una mujer firmó con su nombre una columna, ella fue Virginia Huerta Jones con “La provincia pasa Revista”.  En 1953 hubo otros dos espacios para mujeres: “Belleza”, de María Pimentel, y “Vibraciones”, donde alguien que firmaba como Condesa Mariana de Heras abordaba eventos sociales. Poco después se unió Yolanda Cabello consejera del hogar con “Un momentito señora”.

Hasta 1968, Isabel Hernando, Cristina Pacheco y Laura Bolaños, se ganaron su lugar ya como reconocidas articulistas, no invitadas ni colaboradoras. Después se incorporaron Sol Arguedas, Rosario Ibarra y Marta Lamas, esta última con postura feminista. A punto de finalizar el siglo XX la disparidad numérica entre mujeres y hombres editorialistas seguía siendo abismal.

Sin embargo, cabe destacar que, cien años después de la fundación del periódico, ya se sumaban más mujeres de reconocida trayectoria como Florence Toussaint, Sara Sefchovich, Imkram Antaki, Amalia García, Martha Chapa, Ifigenia Martínez, Amparo Espinosa y Rosario Green.

Si en el espacio de opinión la entrada de mujeres fue parsimoniosa, en las cuestiones informativas lo fue mucho más. Xóchitl Sen señaló que en la década de los setenta llegaron las primeras reporteras a El Universal, pero estaban relegadas a la segunda sección, sobre todo en sociales o cultura: Yolanda Cabello, Josefina Velázquez, Lilia Báez, Gloria Lara, Nidia Marín, Carmen Tapia y Alicia Gutiérrez. En primera plana nada más reporteaba Magdalena Sánchez Reza.

En 1982, la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas, capítulo México, reportó que en 17 periódicos que circulaban en la Ciudad de México, el 28 por ciento eran mujeres reporteras y articulistas. En El Universal, en esa esa época de 25 reporteros, 7 eran mujeres. Es cierto, los tiempos han cambiado, pero algunas fuentes y asignaciones siguen siendo prohibidas o difícil que se asignan a las mujeres hasta el día de hoy.

Respecto a los puestos de tomas de decisión, se muestra una gran brecha de género, de los 6 presidentes de la compañía, solamente hubo una mujer: Francisca Dolores Valdés Delius, durante el periodo 1959 -1968, y no se ha tenido ninguna directora.

¿Somos noticia en El Universal?

En 2012 María de Lourdes Corona Barreto presentó en la UNAM la tesis: Las mujeres se hacen y los medios… las deshacen”, donde realizó un minucioso análisis del tratamiento de la información en género de El Universal durante marzo de 2008, 2009 y 2010.  

Entre sus principales conclusiones están:

  • El Universal no cumple con el precepto de evitar asociaciones con actividades, roles o tareas de hombres o mujeres, cuando estas formas de expresión contribuyen a fomentar visiones sexistas.
  • Si bien un tema como la discriminación de género y sus efectos tiene un carácter eminentemente humano, los discursos periodísticos utilizados por este diario recurren al dramatismo para exacerbar ese rasgo y soslayan los modos que expliquen las causas y consecuencias.
  • La información en género es tratada con más frecuencia como un hecho y no como un suceso provocado donde se logre abrir el debate, se contextualice e interprete.
  • Se centra en las consecuencias visibles de la desigualdad -violencia- y no se adentra en el análisis de las causas estructurales que la originan.
  • El contrato de comunicación en la información de género se sitúa en un grado de bajo compromiso, únicamente se cumple con la cuota informativa que amerita el contexto.
  • La información de género es abordada desde enfoques solamente coyunturales y se deja de lado temas torales que expliquen la discriminación hacia las mujeres.
  • Las fuentes especializadas en información de género no fueron consultadas de manera recurrente.
  • La perspectiva de género nunca fue utilizada como un criterio de tratamiento de la información.

El Universal hoy

Además de su versión impresa tradicional también se cuenta con un portal electrónico dividido en cinco escenarios: “Noticias”, “Suplementos”, “Multimedia”, “Cuenta El Universal” y “Verticales”. En esta última se tiene acceso a sus otras publicaciones como “Aviso Oportuno”, “Confabulario”, “El Gráfico” y “De 10mx”. Al revisar sus contenidos durante el mes de septiembre de 2021, puede confirmarse la total ausencia de una perspectiva de género y la continuidad de un periodismo sexista, principalmente en “Espectáculos”, “El Gráfico” y “De 10mx”.

  • Alanis Morissette revela que fue violada por varios hombres cuando fue adolescente. 
  • Eiza González, la reina mexicana en la Gala del Met.
  • El minibikini amarillo con el que Elizabeth Hurley despidió el verano.
  • 10 fotos imperdibles de Danna Paola.
  • Gomita quiere ser perfecta y ahora se opera la panza, doctor le dijo que tenía estomagote
  • Geraldine Bazán da de que hablar por desnudarse el torso y arremangarse el bikini.
  • 10 fotos del cuerpazo de Jennifer López en bikini.
  • Ellas es Phoebe, la hermosa hija de Bill Gates.
  • Susy Cortés se hace otro tatuaje en la zona más íntima de su cuerpo.
  • Ron Jeram, el ex actor porno que tiene más de 30 cargos de abuso sexual.

Resulta muy preocupante atisbar el abuso de fotografías que, sin buscar ser artísticas o sutiles, exhiben/usan/denigran cuerpos que se convierten en objeto, imágenes femeninas cuya mirada que las captó está centrada en sus cuerpos.

No importan sus nombres, sus intereses o proyectos, basta mostrarlas y entre más muestren, más reafirmarán ese simbolismo que advirtió Franca Basaglia y Marcela Lagarde: la mujer es un “ser para los otros”.

Esta imposición de modelos que rinden culto a determinada belleza femenina fue calificada por Olga Bustos (+) como violencia de género psicológica porque “causa presión en la mujer y le produce autodaño, pues ese estereotipo impone exigencias sobre los cuerpos de las mujeres, como estar hiperdelgada o llevar tacones altísimos, que ocasionan trastornos alimenticios y daños en la columna vertebral”.

Bien señala Elsa Muñiz, otra especialista en estudios feministas, que entre los mandatos patriarcales de la feminidad está la belleza que se funda como “especialidad de la normalidad femenina que se impone a los cuerpos de las mujeres” y ellas aprenden a usarlos para cumplir con esas expectativas impuestas de las cuales han aprendido que deben acatarlas para sentirse amadas y deseadas, reconocidas y valoradas.

      De esta manera, un grupo representativo se transforma de acuerdo a lo que la sociedad patriarcal quiere de ellas: un objeto sexual.  

Los estudios que se enfocan en esta temática critican y rechazan este modelo difundido pues son “mujeres mercancías -advierte Lucy Irigaray- que están sometidas a una esquicia que las divide en utilidad y valor de cambio; en cuerpo-materia y envoltura preciosa pero impenetrable, inaferrable e inapropiable por parte de ellas; en uso privado y uso social”, una encarnación ambulante de las necesidades que proyectan los hombres.

       De manera puntual, Catharine Mackinnon señaló tajantemente las consecuencias de ese panorama sexista: “Socialmente, ser hembra significa feminidad, lo cual significa atractivo para los hombres, lo cual significa atractivo sexual, lo cual significa disponibilidad sexual en términos masculinos. Lo que define a la mujer como tal es lo que excita a los hombres. Las niñas buenas son “atractivas”, las malas “provocativas”.

La socialización de género es el proceso a través del cual las mujeres llegan a identificarse a sí mismas como seres sexuales, como seres que existen para los hombres. Es aquel proceso a través del cual las mujeres internalizan (se apropian) una imagen masculina de su sexualidad como su identidad en tanto que mujeres”.

       Esta manera de hacer creer a las mujeres que son cuerpo, que representan al deseo ineludible y provocan a los hombres, señala la autora, origina su cosificación y su subordinación, cuando los medios convierten a las mujeres en un cuerpo explícitamente sexual, las deshumaniza, se les reduce a ciertas partes como senos o nalgas, se les exhibe en posturas de sumisión o servilismo.

“Su goce, su sexo, están negados, porque no están en función de sí mismos, sino que están «al servicio del hombre”, del consumo, del show, de la publicidad, el sexo de la mujer, es, entonces, mercancía… El deseo no es recíproco, es “avidez por la dominación” y la sumisión (de la mujer). El hombre – además- no tiene sexo con la mujer (que es una cosa) sino con “su imagen” de la mujer (imagen que, naturalmente, a las mujeres, se les impone) …”, concluye Mackinnon.

      ¿Por qué los medios de comunicación mantienen estas perspectivas? Porque son aliados del sistema patriarcal y esta alianza los hace informar con una postura totalmente sexista.

Es decepcionante confirmar que en este siglo XXI pese a los cursos por un periodismo con perspectiva de género, los análisis que señalan el sexismo en los medios, los nuevos espacios que se abren para abordar la información con equidad  y la fuerza del feminismo desde diferentes trincheras, los medios de comunicación mantengan esos contenidos que denigran, que estereotipan, que callan y que exhiben a las mujeres. Es una lástima que El Universal, en estos más de cien años de existencia, no intente romper con el pacto patriarcal.

15 de octubre de 2021