Números negativos en la CFE; incertidumbre para la población
Energía

Números negativos en la CFE; incertidumbre para la población

Juan Pablo Aguirre Quezada

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) dio a conocer que en 2022 tuvo una pérdida superior a 39 mil 700 millones de pesos, lo cual se suma a los números rojos que también registró en 2020 y 2021. Si bien las pérdidas de 2022 fueron menores a las del año anterior, las alertas de estos indicadores advierten que se puede generar una grave crisis financiera en el sector eléctrico de nuestro país, con los riesgos que pueda implicar.

Si bien la CFE ha reportado un mayor número de ventas, lo cierto es que algunos insumos para la generación de electricidad, como los hidrocarburos (gas, petróleo), así como partes eléctricas o metales como el cobre también han tenido un incremento, por lo que los costos de producción aumentan. Esto es una paradoja en un país cuyo territorio tiene la posibilidad de potencializar la generación de energía mediante la diversificación de fuentes naturales, como solar, eólica, geotérmica, entre otras.

Una observación que realiza el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (Imco) en su estudio CFE en la mira al cuarto trimestre de 2022, es el crecimiento de la deuda a corto plazo de la empresa en 155.1%; además de que el grado obtenido por las calificadoras es de inversión, con riesgo de caer en situación de capital de especulación, lo cual puede alejar la confianza de inversionistas, proveedores y público en general.

El estudio también alerta de situaciones que pueden afectar el desempeño de la CFE, como alta dependencia de los subsidios gubernamentales; crecimiento de la deuda total de la compañía; aumento de los pasivos laborales; disminución del patrimonio de la empresa, entre otros. La suma de estos indicadores es lo que puede generar una grave crisis en la empresa.

La generación y distribución de la electricidad es de gran importancia para el desarrollo de la sociedad mexicana en todas sus actividades, por lo que la situación financiera de la CFE con millonarias pérdidas debe ser de preocupación y trascendencia nacional. Como antecedente basta recordar la situación de la Compañía de Luz y Fuerza, que por problemas como la variación entre el costo de producción y el de la venta al público; aumento de deudas y dificultades financieras; así como un número alto de empleados, fueron factores que hicieron cada vez más compleja su operación, hasta su extinción por decreto presidencial del 11 de octubre de 2009.

A diferencia del carácter regional de Luz y Fuerza, la CFE tiene una gran infraestructura a lo largo del territorio nacional, por lo que su responsabilidad es mayor con la población. En ese sentido, la empresa reportó a finales de 2022 el aumento de 9,000 MW en su capacidad instalada para la generación de electricidad, lo cual puede hacer crecer su volumen de ventas hasta en 40%. Asimismo, en documentos difundidos al público general señaló que el incremento de la tarifa eléctrica ha sido menor a la inflación, que si bien fue de 8%, los ajustes fueron de 5.9% en el suministro doméstico y comerciales; y de 6.3% en el caso de las industriales. Pese a ello, la CFE reconoce que, en efecto, han existido pérdidas anuales, aunque la de 2022 fue menor a la de 2021.

Las actividades de la CFE son de gran importancia para todas las actividades económicas, sociales y de infraestructura para las y los mexicanos. Por lo que acumular tres años de pérdidas genera incertidumbre acerca de su administración, al tiempo de temores ante fallas del suministro. La eficiencia de la empresa está a prueba, y a la vista de todas y todos sus usuarios.

16 de marzo de 2023