Poderes fácticos realineados en contra del gobierno: Álvaro Delgado
Libertad de Prensa

Poderes fácticos realineados en contra del gobierno: Álvaro Delgado

El periodista Álvaro Delgado especializado en periodismo político, y autor de varios libros sobre de la derecha mexicana, advierte acerca de acciones comunes entre medios, partidos políticos y empresarios para combatir al presidente Andrés Manuel López Obrador, “ que no había ocurrido antes en este país”.

En conversación con el comunicador, detalla también sucesos ocurridos en las últimas semanas, en donde él ha sido protagonista, como su salida de “La Octava”, su arribo a SinEnmbargo.com y la renuncia a Proceso.

Carlos Padilla Ríos

-En esta edición de mayo de Zócalo, la doctora en comunicación por la UNAM, Alma Rosa Alva de la Selva, asegura que en los medios tradicionales y digitales se registra una reedición de la guerra sucia de 2006 y un realineamiento de las empresas mediáticas en contra gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Tú ves esas intenciones

Sin duda, nada menos que los directores de dos revistas Letras Libres y Nexos, Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, respectivamente, convocaron de manera pública en julio del año pasado a los partidos de oposición a crear una alianza contra el gobierno y su partido político, con el propósito de quitarle la mayoría en la Cámara de Diputados.

Eso no había ocurrido nunca en México. Textualmente, en un desplegado publicado en julio del año pasado, los dos directores de estas revistas convocan a una alianza de la oposición que ya se materializó. Y esta alianza, esta coalición del PRI, del PAN y del PRD, fue articulada por un empresario Claudio X. González, y por el presidente, en ese momento, de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Gustavo de Hoyos.

Estos son hechos públicos. Y no sólo Claudio X González y Gustavo de Hoyos articularon esta coalición con los presidentes, con los jefes de los partidos políticos, sino que además, esos empresarios plantearon una agenda que fue recogida por esos partidos, en su plataforma electoral registrada ante el Instituto Nacional Electoral.

Claudio X. González, como fundador de Mexicanos Contra la Corrupción, es un grupo de presión que se busca influir entre la opinión pública, a través de los trabajos que elabora y busca también incidir en políticas públicas a través del grupo de abogados que trabajan para él, presentando amparos contra el aeropuerto de Santa Lucía.

La directora de Mexicanos Contra la Corrupción, María Amparo Casar Pérez, tiene una muy clara orientación ideológica, con vinculación política con uno de los articuladores partidarios de la coalición política, Santiago Creel Miranda. Fue ella su coordinadora de asesores durante todo el tiempo en que Creel fue secretario de Gobernación en el gobierno de Vicente Fox. Entonces, aquí no hay casualidades. Tampoco es casualidad que sea director de periódico Reforma, Juan Pardinas Carpizo, quien no es periodista, y fue director del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), una organización que tiene que estar vinculada a coalición PRI, PAN, PRD. Están en todo su derecho.

Nada les impide actuar de esta manera. Están ejerciendo los derechos que la Constitución consagra y que no sería aceptable impedirles hacer lo que están haciendo. Eso es público. Yo no estoy diciendo que eso que hacen no es correcto. Pero yo como periodista, tengo no sólo el derecho, sino la obligación de investigarlo y hacerlo público.

-Este realineamiento en el periodismo, cómo se expresa, se le pregunta a Delgado, quien a finales de marzo publicó “Una red de políticos prominente y empresas (con acceso a dinero público) está detrás de LatinUs, reportaje donde revela que la familia del priista Roberto Madrazo financia el portal opositor LatinUs, que conduce Carlos Loret de Mola.

En el caso de LatinUs, que es una plataforma que está claramente identificada como proyecto político, como es el de Roberto Madrazo, su hijo y su yerno, actúan como lo hacen los empresarios de los medios de comunicación. Obviamente, con una orientación política para obtener
beneficios económicos. No con una lógica periodística de ejercicio de la
libertad de expresión y de también estar al servicio del derecho a la información que tienen los mexicanos.

Es puro negocio y está bien que sea negocio hay que pagar nómina. Pero cuando se subordina el interés público al interés sólo económico, entonces vemos proyectos que no tienen a la información como su elemento sustantivo, si no que sirve como grupo de presión, y como parte de una coalición para buscar el poder político.

Carlos Loret de Mola

Eso me parece que está quedando muy claro con medios como Reforma. Hay una situación de cambio, de reacomodo. Se abren espacios o se cierran y cada periodista toma decisiones al respecto. Algunos, con toda legitimidad se quedan en esos medios porque tienen una necesidad también de trabajo. Otros tomamos el riesgo de renunciar y todo forma parte de este proceso de cambio en el que estamos en México. Y el cambio no solamente tiene que ver con la política, en todo.

Hay quienes concebimos al periodismo no solamente como el ejercicio de una profesión que tiene la responsabilidad social de someter a ese escrutinio al poder político, sino también los poderes económico, religioso, militar, criminal, y de carácter mediático.

-A finales de marzo, anunciaste tu salida, junto con Alejandro Paéz de La Octava después de más de un año del programa Los Periodistas que ambos conducían; antes lo habías hecho de Proceso, luego de 26 años. Por esos días coincidió, el retiro de René Delgado de Reforma, después de 27 años. Identificas algo en común en este tipo de cambios en los medios. Estarían influyendo en esos cambios poderes fácticos económicos o políticos en esta coyuntura electoral?

Más que en la coyuntura electoral hay un sacudimiento en todos los ámbitos en el país. En mi caso he tomado decisiones desde el punto de
vista profesional en un mes. Por supuesto que a mí, no me es grato haber presentado la renuncia a dos medios de comunicación. La de Proceso fue perfectamente pensada, planeada, y gobernada en el tiempo. Yo tomé la
determinación de poner fin a un ciclo en Proceso. Hice pública mi carta de
renuncia. Me fui muy tranquilo.

Pero la renuncia a La Octava no fue por una decisión sólo personal. Fue motivada por el cambio de condiciones que para nosotros eran absolutamente inaceptables. Y yo no quería ni Alejandro Páez renunciar a “La Octava”. Pero no podíamos quedarnos con condiciones muy opuestas a las que tuvimos desde que iniciamos el espacio de “Los Periodistas” en junio de 2019.

Alejandro Paéz

En “La Octava” no entendemos las razones del cambio de actitud. Era el programa con mayor audiencia en radio, televisión y en YouTube por lo menos eso es lo que decía Juan Aguirre (el dueño). Nunca faltamos a un solo programa, ni nos retrasamos un solo minuto. Hicimos inclusive un programa especial de cinco capítulos sobre la guerra en México, gratis. Y de pronto, al mejor programa de La Octava, el que tenía mayor audiencia, se le plantea hacerlo de dos a una hora, ya no en radio, sino sólo en YouTube y en televisión y los contenidos someterlos a un sub director o directora editorial. Lo cual nos pareció inaceptable. Entonces dijimos adiós. Todavía hicimos una contrapropuesta que no fue considerada.

No tengo información sobre las razones verdaderas de Juan Aguirre para hacer un cambio radical de tirar el programa “Los Periodistas”. Nos cuesta trabajo entender que un producto que vende, de pronto
sea saboteado por su dueño, pero es cosa
de él.

Nosotros perdimos un espacio, en una cadena de televisión que supuestamente se decía progresista. Nosotros decidimos mantener “Los Periodistas” por nuestra cuenta en SinEmbargo.com. Los dueños de los medios son muy consecuentes en el sentido de ver sólo el interés económico. A lo mejor lo que ganaba Grupo Radio Centro, con el programa de “Los Periodistas” va a ser muy poco en comparación con lo que va a ganar sin el programa de “Los Periodistas”. Pero eso ya es cosa de ellos, nosotros, seguimos haciendo nuestro trabajo y estamos muy contentos.

-Tú salida de Proceso después de 26 años, tiene muchos mensajes. Dices que fue una decisión personal meditada, pero por qué en este momento. En tu carta de renuncia, agradeces la trayectoria en la revista a Julio Scherer y a Rafael Rodríguez, y le dedicas dos palabras al nuevo director Jorge Carrasco, “que le vaya bien a él y a su equipo”. Además, circulan versiones de que María Scherer, esposa del panista Juan Ignacio Zavala, influye en la política editorial. Qué hay de cierto o falso en todo esto?

Yo sólo puedo hablar de mí y de la decisión de renunciar a Proceso. Yo ya había cumplido, no sentía que podía aportar más. Yo ya no me sentía a gusto conmigo. Por eso decidí terminar mi relación laboral. Como cuando renuncié a El Universal después de cubrir la campaña de Cuauhtémoc Cárdenas en 1994, dije hasta aquí yo ya no puedo seguir en este medio. En El Universal renuncié sin un solo centavo, ocurrió exactamente lo mismo en Proceso, que fue mi casa durante 26 años. Pues ya no lo, es duro, para mí lo ha sido. Pero también creo que uno debe tomar definiciones. Yo presenté mi renuncia el 8 de marzo y ya no me pagaron la quincena completa, así son las empresas.

Yo hablé con María para anunciarle mi renuncia. Yo la quiero mucho. Pienso que ella me aprecia también. En eso platicamos y también debo decirlo con toda claridad. Jamás se me impidió publicar cualquier trabajo contra Calderón, contra Margarita Zavala y el mismo Juan Ignacio Zavala, nunca. Rafael Rodríguez Castañeda fue director de la revista hasta febrero del 2020, y no impidió publicar algo absolutamente nada.
Pero tampoco Carrasco me impidió publicar algo.

Yo renuncié porque había cumplido mi etapa.

En un medio de comunicación, de disensos, opiniones diferentes, hay capacidades también distintas. Eso es perfectamente normal. Yo no me peleé con nadie en Proceso.

Con esa franqueza que escribí la carta, con esa franqueza estoy diciendo esto. No hay ninguna especulación como la hubo después de que supuestamente iba a ser director de Notimex. Una tontería, pero primero nadie me ofreció nada. Y segundo, de haber existido el ofrecimiento, pues hubiera dicho que no. Yo quiero mucho a Proceso. Es una institución periodística que nos rebasa a quienes trabajamos y quizá hasta quienes trabajan hoy ahí. Y pues una es una escuela. Para mí lo fue y siempre, toda la vida voy a estar agradecido con Proceso, que además es una empresa. Lo ha sido desde su origen y en una empresa mandan los dueños.

-Cómo les va ahora con “Los Periodistas” en Sin Embargo.com

Alejandro Páez y yo estamos muy contentos. Es un espacio que no conocíamos el de YouTube y estamos contentos porque nos ha sorprendido el respaldo de una amplia audiencia después de que salimos (31 de marzo) de La Octava. Iniciamos con 25,000 personas en vivo. Y ha llegado hasta las treinta y tres mil personas. Las reproducciones de los programas eran de 200 mil reproducciones diarias. Los suscriptores se han incrementado de manera notable. Me refiero a los suscriptores al canal de Sin embargo al aire que en tres semanas superaron los 120, 000 nuevos suscriptores.

La entrevista con Antonio Helguera el cartonista sumó casi un millón de reproducciones. Entonces, en ese sentido, por supuesto que estamos muy contentos porque tenemos una audiencia que nos está respaldando en el trabajo que hemos hecho a partir del primero de abril que comenzamos en SinEmbargo, en YouTube.

7 de mayo de 2021