Kathia Martínez Dorantes
El presidente Andrés Manuel López Obrador destacó en su segundo informe de gobierno el combate a la corrupción durante su gestión; dijo estar convencido que “la peste de la corrupción originó la crisis de México” y por ello “me he propuesto a erradicarla por completo”.
“Este gobierno no será recordado por corrupto, nuestro principal legado será purificar la vía pública de México”, puntualizó el mandatario mexicano y afirmó también que “transformar es moralizar”, por lo que no han emprendido “persecuciones facciosas ni venganzas políticas”; enfatizó que en ese aspecto no encubren a nadie y mucho menos permiten la impunidad aunque aún queda “desterrar por completo el bandidaje oficial”.
De igual manera, se refirió a los 560 mil millones de pesos ahorrados como el producto de este combate a la corrupción, además de la austeridad de su gobierno: “la austeridad republicana es una realidad, son hechos, no palabras, ya no hay lujos en el gobierno y todo lo que se ahora se utiliza en el bienestar del pueblo”, declaró.
En otro punto, mencionó la crisis sanitaria y económica por la pandemia de COVID-19, aseguró que “vamos saliendo adelante”. Detalló que las decisiones en esta materia, las confió a un “equipo de profesionales con gran experiencia y capacidad” y afirmó que al término de la pandemia, se contará con un mejor sistema de salud a pesar de los 401 hospitales abandonados, saqueados o a medio construir que recibió al inicio de su gestión.
Hizo énfasis en los esfuerzos internacionales para desarrollar una vacuna contra COVID-19, “y que podamos empezar a aplicar la vacuna a más tardar a principios del año próximo, de manera universal y gratuita», trabajo en conjunto con la Universidad de Oxford, el laboratorio AstraZeneca, Fundación Carlos Slim y el gobierno de Argentina.
Posteriormente, habló sobre los apoyos y créditos otorgados y entregados de manera directa a ciudadanos “para reactivar la economía de abajo hacia arriba, no se da prioridad a grandes empresas y bancos, primero se rescata al pueblo”, expuso. De acuerdo a datos presentados por el presidente, 7 de cada 10 familias cuentan con algún beneficio del presupuesto público.
Además, reconoció a las empresas, pues aseguró que pese a la pandemia no hubo despidos como se esperaba y que en el mes de agosto, se crearon 93 mil nuevos empleos.
En materia de seguridad, afirmó la disminución en la mayoría de los delitos como homicidio, feminicidio, robo en transporte público y casa habitación entre otros, en un 30% en promedio. Especificó que solo aumentó en homicidio doloso en 7.9% y extorsión en 12%.
Para esto, destacó el trabajo de las fuerzas armadas y de la actuación de los secretarios de la Defensa y de Marina y el trabajo en conjunto con la Guardia Nacional. López Obrador aseguró que en su gobierno “ya no manda la delincuencia organizada, ya no hay torturas, desapariciones, masacres, se respeta los derechos humanos sea quien sea, ya no hay en el gobierno federal funcionarios como García Luna”.
López Obrador acentúo el hecho de que fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, no asistieron, «ellos tienen la arrogancia de sentirse libres, esa es la transformación», pues afirmó que se ha cumplido el compromiso de que las instituciones de justicia sean independientes.
Abordó también su buena relación con todos los gobiernos del mundo, así como con Donald Trump y la aprobación del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá. En otro asunto, recalcó el cuidado al medio ambiente por medio de programas como el de “reforestación más importante del mundo, sembrando más de mil millones de árboles frutales y maderables». Finalmente, resaltó que no le fallará al pueblo de México; dijo que aunque algunos le piden que renuncie a su congruencia, eso no ocurrirá. Con un “Que viva México”, cerró su segundo informe de gobierno.
