Prioridad a la apertura de escuelas en condiciones de seguridad para evitar una catástrofe generacional: UNICEF
Comunicación

Prioridad a la apertura de escuelas en condiciones de seguridad para evitar una catástrofe generacional: UNICEF

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), informó que más de 600 millones de niños a nivel mundial, se han visto afectados por el cierre de las escuelas. Además, 200 millones no han podido acceder al aprendizaje a distancia por falta de herramientas como Internet.

Durante una conferencia de prensa en Ginebra, James Elder portavoz de UNICEF informó que hay 18 países de América Latina, Asia y África  que han mantenido sus escuelas cerradas por más de 200 días, lo que ha causado consecuencias como ansiedad, violencia y embarazos adolescentes.

Comentó que la situación no puede continuar de esa manera, y dijo quelas escuelas deberían ser las últimas en cerrar y las primeras en reabrir. Recalcó que existen datos que avalan los centros de enseñanza de primaria y secundaria no están entre los principales impulsores de la transmisión del virus.

Recordó a los gobernantes la importancia de invertir en educación, pues aseguró que la escolarización aumenta los ingresos de los países un 10 por ciento al año.

Por su parte, la Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore y la Directora General de la UNESCO Audrey Azoulay declararon: “Han pasado 18 meses desde que comenzó la pandemia de COVID-19 y la educación de millones de niños aún no ha vuelto a la normalidad. Esto no puede continuar”.

Refirieron que los cierres de escuelas se tomaron como primer recurso y no como medida de recurso, y que en muchos casos las escuelas se mantuvieron cerradas, mientras que los bares y restaurantes continuaron abiertos.

Destacaron que los niños y jóvenes han sufrido pérdidas al no asistir a clases, y que podrían no recuperarse nunca. “Ya sea la pérdida de aprendizaje, las dificultades psicológicas, la exposición a la violencia y el maltrato, la ausencia de comidas y vacunas en la escuela, o la limitación de las habilidades sociales, todas estas consecuencias afectarán al rendimiento educativo de los niños y a su participación en la sociedad, así como a su salud física y mental. Los más afectados suelen ser los niños que viven en entornos con pocos recursos y que no tienen acceso a herramientas de aprendizaje a distancia, así como los más pequeños que se encuentran en etapas críticas de su desarrollo”, coincidieron.

 

Insistieron en que la reapertura de las escuelas no puede esperar a que no existan casos de Covid-19, ni a que profesores y alumnos se hayan vacunado. Señalaron que dada la condición mundial de escasez de vacunas, los trabajadores de primera línea, médicos y enfermeras, deben seguir siendo prioridad a la vacunación. 

Instaron a los responsables de la adopción de decisiones y a los gobiernos a dar prioridad a la apertura de las escuelas en condiciones de seguridad para evitar una catástrofe generacional y puntualizaron: “El cierre de escuelas hipoteca nuestro futuro sin que en este momento se produzca ningún beneficio tangible. Tenemos que establecer bien nuestras prioridades. Podemos y debemos reabrir las escuelas de forma segura”, agregaron. 

30 de julio de 2021