Radio libre: una cátedra diaria en el aire
Radio y TV

Radio libre: una cátedra diaria en el aire

Benjamín Fernández Bogado

Asunción, Paraguay.- Cuando decidimos abrir una radio distinta en 1997 sabíamos que el camino no sería corto ni el éxito fácil. Había muchas posibilidades de naufragar en la desilusión, el descrédito o la financiación. Diseñamos una emisora con mucha dependencia tecnológica, lo que hizo que aprendiéramos con su lógica y de ella sintetizar el cambio de un pensamiento mecanicista, fabril, numeroso y costoso por uno cuántico, versátil y que pusiera lo mejor de cada uno con relación al impacto sobre muchos.

Paraguay es un país bastante aislado del mundo, “una isla rodeada de tierra” en la descripción de Roa Bastos y con varios temores acumulados a lo largo de su historia sobre el mundo hostil que lo rodea. Nuestra única experiencia de progreso al ritmo mundial acabó en un holocausto (1870) del que aún no hemos terminado de recuperarnos. Tenemos la sensación de que podríamos haber sido algo distinto a lo que somos. Las ideas conspiranóicas abundan en ese microambiente donde lo de afuera es siempre sinónimo de algo perverso o tormentoso.

Nuestra radio quería romper eso, para lo cual abrimos espacios a emisoras extranjeras de Estados Unidos, Canadá, Francia, España, Holanda y Alemania. Llegamos incluso a transmitir informativos en lenguas extranjeras. Entendimos que las cosas que pasan en cualquier lugar del mundo terminan por impactar en nuestras vidas y que era muy importante sabernos parte de esa “aldea global” imaginada y descripta de manera muy avanzada prematuramente por Mc Luhan en los comienzos de los años sesenta del siglo pasado.

Vengo de un pueblo del interior del Paraguay (Caacupé) donde pasé mi infancia por lo que he sido educado en lengua indígena y forzado a conversar en mi casa en español con mis padres y hermanos en el ánimo a completar con mis hermanos nuestra educación bilingüe.

Eso me enriqueció notablemente y facilitó el aprendizaje de otras lenguas. Mis oyentes son muy buenos en ambas lenguas para expresar ideas complejas en torno a las provocaciones que les planteo en mi espacio matutino denominado Contrapoder que no es otra cosa que la tarea a desempeñar de cualquier periodista. La lógica del programa de tres horas y media de duración podría denominarse de talk show en inglés donde un tema principal corta transversalmente un gran hecho noticioso.

A partir de su enunciación provocativa, inicio con un comentario que profundiza el tema y hace observar cómo ese hecho trasciende los límites de una mirada acotada o abreviada. El tema también es sujeto de un sondeo en las redes sociales como Facebook y Twitter donde las personas.

Cada parte del programa agrega elementos nuevos al tema escogido y la participación de los oyentes, en un número de 30 o más hacen parte de intervenciones donde se entrecruzan miradas conservadoras con visiones libertarias o revolucionarias. El nivel de la conversación puede subir de punto e ingresar en el terreno de los agravios en donde como conductor me toca tomar medidas que encaucen el diálogo dentro de los límites de lo tolerable. Hemos creado un consejo de los oyentes que tiene fuerza sancionadora contra algunas cuyas expresiones agraviantes o insultantes que ameritaban una sanción por un determinado tiempo.

Los temas van desde lo político hasta lo económico, pasando por las cuestiones sociales e incluso miradas críticas hacia la prensa y los periodistas. El programa tiene notables picos de audiencia en el segmento de personas con formación terciaria pero también con aquellos que no han concluido con la formación primaria. Lo destacado es que el talk show no requiere un conductor que imponga autoritariamente su punto de vista y se convierta en la figura del programa y tampoco de los habituales entrevistados de la Agenda setting de los medios. La gente es la protagonista y el tema es la provocación a construir una opinión pública robusta y seria. Cambia en cierta forma la lógica de la comunicación haciendo del receptor un activo emisor con la radio como medio activo de generador de contenidos y de valores.

La democracia de los mandantes sustituye así a la lógica de los mandatarios. Estos son los que deben entender que reciben mandatos que deben llevar adelante con una gestión eficaz y honesta. Hay un fuerte énfasis en explicar la triple crisis que vivimos a nivel global: la crisis de identidad, valores y destino. Lo más interesante de este programa es que no pretendiendo ser una cátedra se ha transformado en ella en su lógica de presentación de tópicos, en algo diferente, motivador y de permanente cuestionamiento en su vertiginosa presentación radial.

Al final del programa quedan varias dudas que continúan al día siguiente con la misma lógica de tema: transversalidad, elementos del debate, miradas contrapuestas, resumen y contraste. El protagonista es la persona convertida en actor político todos los días y no solo en los comicios cada cierto tiempo. La democracia tiene su fiesta radial todas las mañanas en Radio Libre desde hace 23 años y toda la programación del día tiene en otros programas esa misma lógica.

Entendemos que rescatar la política (la búsqueda del bien común) debe hacerse sobre una nueva ciudadanía que sea capaz de contextualizar lo que le pasa y fundamentalmente porqué ocurren las cosas que la han vuelto más prejuiciosa contra la propia democracia ,pavimentando el camino al retorno autoritario del que ya sabemos su impacto negativo. La denominación de Radio Libre surge también como un compromiso con un país que a lo largo de su vida republicana ha tenido escasos momentos de libertad y en donde el mismo concepto e idea de ella ha sido bastardeado por el libertinaje, la irresponsabilidad y la corrupción.

Construir una audiencia primero y luego una ciudadanía democrática es uno de los grandes retos de la emisora y de su programa estrella de la mañana. Hemos querido dejar con ello un legado en términos de formato innovador, miradas creativas y debate singular para que la democracia, que no es otra cosa que el medio por donde transita el objetivo final de la libertad no derive en violencia, confrontación y pérdida de ella.

El no poder tolerarnos en la disidencia ha sido uno de los grandes fracasos del sistema democrático en América latina que generalmente se lamentan muchos de los actores políticos cuando les toca rumiar desde su exilio el trabajo no realizado. La radio con su poder de inmersión cultural que no requiere habilidades de lectura ha tenido en tiempos de pandemia un notable crecimiento. Solo en el Paraguay el nivel de audiencia creció en más del doble, superando en atracción publicitaria a los medios escritos tenidos por mucho tiempo como referentes de comunicación en el país.

17 de septiembre de 2021