Perdido el imperio mexica, tras ser derrotados sus guerreros, destruidos sus templos y encarcelados sus sacerdotes, Hernán Cortés se convierte en el gobernador de la Nueva España por órdenes del rey Carlos I.
Perdido el imperio mexica, tras ser derrotados sus guerreros, destruidos sus templos y encarcelados sus sacerdotes, Hernán Cortés se convierte en el gobernador de la Nueva España por órdenes del rey Carlos I.