Transcripción del discurso de la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez Hernández, en la firma de Carta de Entendimiento entre la Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala y este Organismo Autónomo.
Derechos Humanos

Transcripción del discurso de la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez Hernández, en la firma de Carta de Entendimiento entre la Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala y este Organismo Autónomo.

Muy buenos días a todas, todos y todes, a quienes nos siguen igual por redes sociales en la firma de esta Carta de Entendimiento entre la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México y la Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala.

Mi querido Jordán, para mí y para esta Comisión es un gusto enorme que el día de hoy podamos reiterar el ánimo de colaboración entre ambas instituciones y firmar esta Carta, institución con la que tenemos un convenio de colaboración desde el 2013, y que, como tú lo dices, el Convenio nos sirve, nos da rutas, formaliza institucionalmente, pero nuestro trabajo articulado tiene más tiempo y tendrá más vida, seguramente.

Nuestros países se encuentran hermanados geográfica, cultural y políticamente. La crisis humanitaria que acompaña el flujo de migración sur a norte no puede más que llamarnos a la acción, en especial a los organismos que estamos aquí presentes.

De 2019 a la fecha, Guatemala se ha mantenido como el sexto país de origen de las personas que solicitan refugio a México, más de 3 mil cada año.

El mes de enero de este año supera en más de 500 solicitudes de refugio los meses de enero de los dos años anteriores.

Por su parte, las personas que transitan a lo largo de nuestro país con destino a los Estados Unidos son víctimas con frecuencia de delitos y graves violaciones a sus derechos humanos.

Estamos en medio de una situación nunca antes vivida por las generaciones actuales: una pandemia; y aún así los flujos migratorios no sólo no se detienen, sino que aumentan.

Eso tiene que llamar necesariamente nuestra atención para dimensionar la magnitud de la crisis humanitaria ante la cual nos enfrentamos, y la severidad de las causas que la motivan.

Esta situación debe llamarnos una urgente acción, a estrategias más ágiles, más certeras y a una mayor cooperación entre los países, entre las instituciones, entre las sociedades de personas, porque el Estado tiene obligaciones de protección y porque las personas tenemos derecho a migrar.

Hace tan sólo algunas semanas hemos sido testigos de otro grave ataque a personas migrantes, a hermanos guatemaltecos en Camargo, Tamaulipas.

Hace once años, muchos otros hermanos centroamericanos, entre ellos guatemaltecos, fueron encontrados sin vida en la misma entidad federativa en la conocida Masacre de San Fernando.

Llegar a Tamaulipas implica el cruce de muchas ciudades, poblados. Es por eso que la alianza local es necesaria, la suma de esfuerzos locales para combatir flagelos globales, para proteger a las personas.

La Procuraduría y la Comisión coincidimos ya en espacios regionales de colaboración. Hemos identificado retos y objetivos comunes, por lo que esta Carta nos permitirá fortalecer los mecanismos y herramientas para la incidencia, la documentación, la acción, la formación, entre otras.

Ambas instituciones estamos convencidas de la necesidad de robustecer el Sistema no Jurisdiccional de Derechos Humanos en la región, en los países y en las ciudades, porque sabemos de la capacidad de este sistema para proteger los derechos de personas.

Una red sólida para la protección de los derechos humanos de las personas se observa imprescindible.

El trabajo que realizamos no puede ser lejano al análisis interseccional que evidencia el cruce y acumulación de factores de exclusión que coloca a las personas y comunidades en situaciones de mayor precariedad para el ejercicio de sus derechos.

Migración y pandemia se observan como situaciones límite y convocan a la actuación conjunta.

Gracias al apoyo de nuestros pares, ambas instituciones cumplimos hoy una función de liderazgo en espacios de diálogo y trabajo entre los Organismos Públicos de Derechos Humanos ─la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO) y la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos (FMODPH) ─.

Lo anterior trae consigo la responsabilidad de colocar la crisis humanitaria actual en el centro de las estrategias de protección.

Hoy más que nunca, la región requiere de este trabajo colaborativo, necesita que sumemos fuerzas y, por lo tanto, me da mucho gusto que estemos juntos Guatemala como la Ciudad de México en esta convicción.

Reitero la bienvenida a la Procuraduría, su titular y su equipo a la Ciudad de México. Esta Comisión es su casa.

Celebro la continuación de la colaboración institucional y me congratulo de añadir nuevos objetivos a esa colaboración.

De manera fundamental, saludo el compartir la estrategia de fortalecer el sistema no jurisdiccional de derechos humanos para la protección, pues debemos encontrar nuevas formas para mantener la vigencia de nuestra presencia.

No es posible que ahorita la Procuraduría, con la cantidad y lo que tiene enfrente, esté luchando por un presupuesto que tendría que estar listo desde el primer día del año.

No es posible que esto suceda al sistema no jurisdiccional en general en el país aquí y también en la región. Por lo tanto esa también es una de las líneas de ruta de trabajo, así como las que Jordán platicaba alrededor de las cosas que lamentablemente nos son comunes y no gratas, como la violencia de género.

Muchísimas gracias Jordán por estar aquí. Muchísimas por refrendar esta alianza de trabajo y ¡adelante!

23 de febrero de 2021