Arturo Vázquez Corona
La Historia política de México, desde la constitución misma del país, está llena de claroscuros, desde entonces y hasta hoy han existido héroes y villanos, según el lente con el que se vea. A 210 años del primer hecho histórico contemporáneo, México sigue padeciendo hoy, como entonces, diversos problemas sociales, que ni con la Reforma ni La Revolución Mexicana se pudieron revertir. Pareciera que las cosas siguen igual, que no cambian, que la “primera, “segunda” y “tercera” trasformaciones solo sirvieron para beneficiar a algunos cuantos.
Seguramente, esta hipótesis podría darse como válida, toda vez que los ciudadanos de ayer como hoy mantienen similares carencias. Esto significa, entonces, que algo inadvertido sucedió en esos acontecimientos históricos y que no les habíamos prestado atención: que los movimientos sociales a pesar de haber sido impulsados por próceres y caudillos en pro de su pueblo han terminado por alguna razón, beneficiando a otros, y no a las mayorías.
Tal parece que las minorías infiltradas en los movimientos fueron las beneficiadas de esas revueltas sociales, políticas e ideológicas. No obstante, la lucha sigue y el país se perfila a dar inicio otro intento por revertir la precaria situación social y económica marcada por la desigualdad de oportunidades en la que vive gran parte del pueblo. Esta vez parece que las cosas serán diferentes y que el anhelado cambio verdadero sí se logrará. Esta generación de mexicanos ha entendido y descubierto, a base de hambre, sudor y lágrimas que la historia no la tienen que escribir sólo unos cuantos, sino las mayorías. Esta generación ha dado el primer paso para ello y lo logró en 2018 con la victoria del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador. Ese triunfo social y colectivo fue el resultado de la combinación de varios factores, tanto políticos como económicos, que combinados dieron como resultado un proceso histórico, donde millones de mexicanos a través de la vía democrática marcaron el fin a un sistema político, caracterizado por la corrupción y por la concentración de la riqueza en unas cuantas familias.
Esta victoria no fue fácil, ni tampoco se dio por un solo personaje, no obstante, la tenacidad de López Obrador que es quien encabezó el movimiento y que ha repetido una y otra vez una frase fundamental: “con el pueblo todo sin el pueblo nada”, sino que ha sido la suma de voluntades de miles de simpatizantes conocidos como “protagonistas del cambio” quienes han venido luchando desde principios de este incipiente siglo.
Lucha que podría desvirtuarse si no se te tiene cautela, pues podría resultar otra vez benéfica para algunos personajes recién llegados, que con intereses propios o de grupo, la han mancillado. Los genuinos protagonistas del cambio iniciaron años atrás y son quienes acompañaron a López Obrador y al movimiento desde su génesis, en el año 2006. Fecha del fraude electoral que marcó el inicio de diversas acciones en defensa del voto y de la democracia. Ese fraude que provocó el desencanto, desilusión y el enojo, fue el caldo cultivo para que millones de mexicanos que junto con el ex candidato exigieran, con una serie de manifestaciones en la plancha del zócalo capitalino y la toma de reforma, el “voto por voto, casilla por casilla”.
Los legítimos protagonistas, estuvieron desde entonces al lado de López Obrador. Primero en el “Gobierno Legítimo de México”; luego en el Movimiento de Regeneración Nacional como asociación civil en 2011 y finalmente lo acompañaron en el congreso nacional de 2012 y en la conformación del partido político y hasta su reconocimiento institucional en 2014. Este año es clave para reconocer a los verdaderos protagonistas de la historia y a los genuinos militantes.
Morena no debe permitir formar parte de este instituto político a personajes que tienen en su contra señalamientos de corrupción o de ética, menos a personajes que han militado en partidos de derecha y que han traicionado a México. Es fundamental que para que el movimiento de la Cuarta Transformación del país tenga un resultado favorable se impida el paso a personajes con ideología conservadora enmascarados de demócratas. Para hacer historia Morena necesita a los verdaderos militantes emanados del pueblo que tengan por causa la lucha contra con las desigualdades; morena necesita a líderes sociales que comprueben con trayectoria su partencia al partido y garanticen no traicionar al pueblo de México.
Morena actualmente, se encuentra en una crisis política causada por grupos al interior que han antepuesto sus intereses a los de México. Han impedido que el partido renové su estructura partidista y han obstaculizado el ejercicio democrático, al grado de quitarle el derecho a sus militantes de elegir a sus dirigentes. Ante esta situación, se requiere detenerse un poco y analizar quienes son las personas que aspiran a conducir el partido, que se elegirán próximamente, y diferenciar de manera muy cuidadosa a quienes si son militantes de Morena y quienes no lo son. México necesita a alguien que garantice la continuidad del proyecto actual y en consecuencia el éxito futuro de la Cuarta Transformación del país.
Joel Flores es uno de los protagonistas que garantizan con trayectoria lo que Morena requiere al frente de la dirigencia ya que se ha formado políticamente en el escenario antes descrito. Inicio su carrera política en el año 2007, como Representante del Gobierno Legítimo de México. En el año 2011 se inscribió a Morena como protagonista del cambio verdadero, integró su comité y en el 2011 – 2012 y fue coordinador de protagonistas seccional del “Cambio Verdadero”. En el año 2012 fue delegado distrital, consejero estatal y nacional y presidente del comité estatal. En el año 2014 y 2015 participó como Voluntario Promotor de la Soberanía Nacional. Además, fue Consejero Estatal por el Distrito 3 del 2012 al 2015 y fue reelecto del 2015 a la fecha.
Joel ha crecido políticamente con el movimiento social y con Morena, por su trabajo y labor partidista fue presidente del Comité Ejecutivo Estatal en el periodo 2012 – 2015. En este periodo de trabajo ayudó a constituir 56 comités municipales, generando una estructura en prácticamente en todo el estado, con más de 30 mil afiliados en Tlaxcala. Durante su dirigencia estatal, en su primera participación electoral como partido político en las elecciones federales del 2015 el partido Morena en Tlaxcala se colocó como primera fuerza política de izquierda y fue uno de los cinco estados con mayor porcentaje de votación para Morena (12.7 %) en comparación a la media nacional (8.5 %).
Como luchador social, durante 2012 a 2015, Joel organizó diversos eventos en plazas públicas como foros contra la privatización del agua, conmemoraciones culturales en honor a los normalistas de Ayotzinapa, coordinó 3 mil tlaxcaltecas que asistieron a cuatro asambleas en defensa del petróleo y la economía popular en el Zócalo de la Ciudad de México. Organizó ponencias sobre diversos temas con invitados como Pedro Miguel, Pablo Moctezuma, Paco Ignacio Taibo II y Jaime Cárdenas, presentó libros donde tuvo como invitado a Francisco Pérez Arce, coordinador de brigadas para el cerco al Senado, cámara de San Lázaro y el palacio legislativo en Tlaxcala y fue responsable de recabar más de 28 mil firmas en Tlaxcala para solicitar la consulta ciudadana “Qué nos pregunten a todos” Sobre la privatización de los recursos energéticos.
A nivel nacional fue responsable de brigadistas militantes de Morena Tlaxcala, que ayudaron en las Asambleas Constitutivas de Hidalgo, Guanajuato, Colima y Nuevo León, en 2013 y 2014. Fue presidente de la Asamblea Constitutiva del partido Morena el 6 de octubre de 2013 en el zócalo de Tlaxcala. Asistió al Primer curso de Formación y capacitación política para jóvenes realizado en Villahermosa, Tabasco en 2013. Participó en la promoción del voto para el candidato Andrés Manuel López Obrador, en el reparto del periódico Regeneración casa por casa.
Actualmente, Joel Flores participa en el proceso de elección del nuevo presidente de Comité Ejecutivo Nacional. Su aspiración es legítima toda vez que lo respalda su trabajo y trayectoria partidista. Conoce la situación actual por la que atraviesa Morena y las causas que dieron origen. Su plan de trabajo tiene entre sus ejes: la redemocratización nacional de morena; la instauración de la planificación de la vida partidaria; la transparencia en el manejo de los recursos y, continuar la lucha social. Joel es un genuino protagonista de la historia y garantiza el cambio verdadero.
