Víctor Trujillo, el misógino creador de estereotipos que violentan a la mujer
Comunicación

Víctor Trujillo, el misógino creador de estereotipos que violentan a la mujer

Gerardo Israel Montes

Cuando se crea un personaje, éste seguramente contiene algunos rasgos de la personalidad de quien lo creó. Si este personaje se mantiene por tantos años, la identificación y vinculación con su creador se vuelve más estrecha. Es el caso de Víctor Trujillo y de su vulgar personaje del payaso “Brozo”. 

Durante más de 40 años este comediante, convertido en opinador de asuntos políticos, se ha dedicado a crear un estereotipo sexualizado de las mujeres: Isabel Madow, “La Secretaria” vestida de minifalda y quien nunca hablaba en el programa El Mañanero; Ingrid Brans, “La Reata”, mujer que apareció en otra etapa de esta misma emisión, con una máscara y en bikini o ropa ajustada; o Liliana Lago, edecán que participaba en el programa El Diario de la Noche, y a quien Víctor Trujillo bautizó como “La Nacha Plus”. 

Victor Trujillo-«Brozo»

Este tipo de “cosificación” de la mujer ha sido abordado desde hace ya varios años en distintos análisis periodísticos, académicos y de organismos de derechos humanos. Por ejemplo, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) publicó en abril de 2017 el texto: “Violencia contra las mujeres en los medios de comunicación y la publicidad” (https://www.gob. mx/conavim/articulos/violencia-contra-las-mujeres-en-losmedios-de-comunicacion-y-lapublicidad), en el cual aparecía una foto de Brozo y “La Reata”, durante el programa El Mañanero de Televisa, como ejemplo de la cosificación de las mujeres y la promoción de la violencia hacia ellas. 

En dicho texto, la Conavim hizo notar que, además de los golpes físicos y de la modalidad más extrema de violencia contra las mujeres que conlleva el asesinato por razones de género, el feminicidio, prevalecen otros tipos de violencia que son mucho más sutiles, “pero que también generan un daño profundo en la sociedad, pues muy silenciosamente van normalizando la violencia que se ejerce hacia ellas”. 

Brozo y Madow

Conocida como violencia “simbólica”, explicó la Conavim, ésta ocurre “cuando se transmiten patrones de comportamiento y actitudes que justifican un trato desigual, promoviendo la cosificación de las mujeres —que conduce a la violencia sexual— y reforzando los roles de género y estereotipos de sumisión y dominación, que con frecuencia otorgan una posición de superioridad, control y poder a los hombres”. 

En esta definición encuadra en el actuar de Víctor Trujillo cuando le da vida a su grotesco personaje de “Brozo”, con el cual, escudado en el concepto de “entretenimiento” informativo, ha reproducido modelos de violencia y discriminación en contra de las mujeres. 

Así que cuando ejerció su legítimo derecho a criticar la polémica candidatura de Félix Salgado Macedonio a la gubernatura de Guerrero –sobre quien pesan acusaciones por presuntos delitos sexuales–, Víctor Trujillo debió evaluar primero si él ha tenido una conducta recta en su forma de tratar a las mujeres que lo han acompañado en los distintos programas televisivos, antes de atreverse a tirar más de una piedra, con una intención más política que de genuino interés por acabar con las múltiples formas de violencia en contra de ellas. 

Sin tener en cuenta que en su actuar como comunicadorpayaso-vulgar, nunca ha tenido un comportamiento de caballero con las mujeres a quienes ha “utilizado” y ha puesto en roles de sumisión, todo por ganar rating para sus programas. Víctor Trujillo, envalentonado y bravucón e hipócrita, usó su cuenta de Twitter el tema del feminismo y la celebración del Día internacional de la Mujer para fustigar la candidatura de Félix Salgado Macedonio y al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, al expresar: 

“No, mujer. Si no le aplaudes, si no eres sumisa y silenciosa (como el rol que jugaban en sus programas personajes como La Secretaria o La Reata), ni importas porque no te doblegas. Si persistes en tus demandas y derechos importados, sólo serás una adversaria para él y los hombres como él” (25/02/21). 

“En el colmo de la incongruencia, el presidente y el gobierno en turno pretenden cuidar edificios, pero destruyen instituciones, derechos y políticas públicas que benefician directamente a millones de mujeres”. (09/03/21). 

Pero, hasta “el colmo de la incongruencia” mostrada por Trujillo, varias usuarias y usuarios de las redes sociales le recordaron su doble moral, publicando fotos que evidencian su forma de degradar a las mujeres que lo han acompañado a lo largo de sus programas. 

En su cuenta de Twitter, @ El_Che_Nosdrol, LucianoVoreno difundió un video en donde Isabel Madow comentaba: “Carolina, que en paz descanse, que era la esposa de Víctor Trujillo, que falleció, bueno, hace varios años, también, justo cuando yo me salí, me decía qué hacer. Entonces me dijo: ´llévate un traje de baño’. Y yo: ‘pero por qué’. Me dijo: ‘tú llévate un traje de baño y ahí vemos’. 

Total, en el foro me hicieron que me lo quitara, el vestido. Y de repente me empezaron a filmar el cuerpo, ¿no? Este. La verdad si fue un poco terrible, porque aparte yo estaba casada, con mi primer pareja (…) Y, pues la verdad es que fue así como que, ‘híjole, va a ver esto en México, y no creo que le cause mucha gracia’. Y yo aparte, yo estaba en vivo, ni modo que me salga corriendo (…). 

Ante la presión en redes sociales, el 14 de marzo en su cuenta de esa misma red social, Víctor Trujillo publicó: “Declaro: no soy violador ni acosador ni misógino. Quienes me conocen en lo personal y lo profesional, lo saben. Interpreto personajes, soy actor. Repudio la campaña inquisitoria q pretende diluir la postulación de un presunto violador al gobierno de Guerrero”. 

Esta declaración contrastó con la burla que Trujillo hizo un día antes en Twitter sobre el “linchamiento político y mediático”, del cual Félix Salgado acusó había sido objeto. El actor acompañó su mensaje con un video de Tik-Tok donde aparecía un perro con ojos expresivos y cara sorprendida. 

El 19 de marzo, en su programa TeneBroz, difundido en Latinus, el actor-payaso, más no periodista, con toda la ira que lo caracteriza, con el lenguaje soez que acostumbra y la vulgaridad que trae a cuestas desde sus inicios en Imevisión, le dio el paso a su creador, quien con sonrisa falsa de por medio se presentó: 

“Soy Víctor Trujillo. No, no se preocupen, sólo les voy a robar dos minutos”.  

Y enseguida se soltó a decir medias verdades y francas mentiras, como sostener que de forma repentina surgió una campaña en contra de uno de sus personajes, cuando, la verdad, es que desde hace tiempo se ha criticado a varios de sus personajes por su misoginia y tosquedad. 

Luego Trujillo no fue claro al mencionar quiénes son aquellos que, según él y su mundo imaginario, le aplaudían cuando criticaba a los ex presidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, y ahora lo fustigan por atacar a López Obrador. Y después, asumiendo su falso papel de hombre perseguido por el gobierno, trató de evadir su responsabilidad de utilizar los medios de comunicación para cosificar a las mujeres, alegando que el problema no era la misoginia de un payaso, sino la intolerancia, la censura y la amenaza de que nos estén llevando hacia un pensamiento único. 

Y para colmo del cinismo, cuando uno estaba esperando que ofrecería disculpas sinceras a las mujeres, por la misoginia emanada de sus personajes, no lo hizo. Sólo les espetó: 

“si alguna de ustedes se sintió ofendida por lo que yo dije o hice a través de cualquiera de mis personajes (…) lo lamento muchísimo”. 

Pero ese “lo lamento” sonó a una especie de elipsis cuya omisión narrativa fue decir: “lo lamento muchísimo, (pero lo seguiré haciendo)”. 

Entre la lluvia de mensajes que en redes sociales y páginas de Internet brindaron su apoyo o denostaron el posicionamiento de Trujillo, entre los primeros destacó un video por la simpleza y decadencia de quien alguna vez fue crítico de los fenómenos mediáticos: Marco Levario Turcott, director de la revista etcétera (https://www.etcetera. com.mx/video/redamlo-lanzacontra-feministas-brozo/). 

En el video, donde Turcott destaca la grata presencia de una colega periodista que días anteriores expresó su apoyo a través del silencio a Víctor Trujillo, el director de etcétera explica que “ahora, ella misma ha querido, y nosotros con mucho gusto, ¡cómo no!, hemos aceptado expresar su opinión”. En ese momento –mientras en su papel de cómico Turcott dice que: “calladito me veo menos feo”– aparece a cuadro el cuerpo de una mujer de espaldas, vestida al estilo de “La Reata”, acompañada de una voz, que se escucha en la oficina utilizada para la grabación, expresando: 

“Brozo tiene mi cariño y solidaridad. Muchas mujeres ejercemos nuestra libertad para vestir y trabajar donde queramos, cumpliendo la ley. Nosotros exigimos respeto, y Brozo ha sido respetuoso (…)”. 

Y por supuesto que es respetable la libertad de “muchas mujeres” para vestirse y trabajar donde quieran. Pero igual de respetable es aceptar y asimilar la crítica que desde hace muchos años, se ha hecho al papel y responsabilidad que varios medios de comunicación han tenido en la creación de estereotipos que perpetúan la violencia en contra de las mujeres. 

ONU Mujeres lo ha establecido así: “Se ve en películas, en programas de televisión o de radio, o al hojear las páginas de una revista o navegar por Internet. Independientemente del medio de comunicación elegido, hay muchas posibilidades de encontrar estereotipos que perpetúan la visión de que la mujer es un objeto sexual, o perpetúan la discriminación de género. 

“En todo tipo de medios de comunicación, las mujeres suelen estar delgadas y aparecer sexualizadas. Hablan menos que los hombres. Tienen menos opiniones. Y en la industria del entretenimiento todavía es más difícil que desempeñen un papel protagonista o de profesional, o incluso como mujeres que trabajan para ganarse la vida”. (https://beijing20.unwomen.org/ es/in-focus/media). 

8 de abril de 2021