Vigilar lo público: transparencia presupuestal
Comunicación Política

Vigilar lo público: transparencia presupuestal

Norma Julieta del Río Venegas*

Vigilar el presupuesto equivale a vigilar el destino del país. La supervisión de lo público representa las prioridades de cualquier gobierno más allá del discurso, así como su nivel de compromiso con la garantía, protección y respeto de los derechos humanos. El presupuesto es una herramienta muy poderosa para vigilar el ejercicio del poder.

Cobra relevancia en medio de los esfuerzos de recuperación para superar los efectos de la pandemia; controlar la corrupción y los gastos superfluos de las autoridades; reajustar la estructura programática presupuestal; e impulsar mecanismos de democracia participativa.

La transparencia presupuestal nos permite llevar a cabo esta vigilancia. Es mejor estar informados para, con evidencia en mano, interpelar a las autoridades sobre las decisiones que nos afectan a todas y a todos, defender nuestros derechos participando mediante el espacio público o cualquier otra forma de incidencia en la toma de decisiones.

Gracias a la información pública presupuestal, periodistas, activistas, académicos y otros actores sociales han podido contribuir a la identificación de mal uso de recursos públicos y actos de corrupción. La transparencia presupuestal también es un poderoso antídoto contra la desinformación.

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Entre octubre y mediados de noviembre de este año, se discutirá el Proyecto de Presupuesto de Egresos Federal 2022. Su aprobación está en manos del Poder Legislativo, pero la discusión nos debe involucrar a todas y a todos porque se trata de nuestro dinero, con cual se harán valer nuestros derechos, especialmente hacia los sectores más vulnerables.

Durante este tiempo, la transparencia presupuestal se vuelve nuestra mejor herramienta para vigilar las decisiones de los legisladores decidan, Por esta razón, decidí dedicar esta colaboración para hacer un recuento de las principales fuentes de transparencia presupuestaria que nos ayuden a involucrarnos. Aunque lo ideal es que estemos pendientes de todas las fases del ciclo presupuestal: diseño, aprobación, erogación y evaluación y fiscalización.

Los esfuerzos de más de diez años han rendido frutos. Hoy tenemos información pública sobre cada una de las fases del ciclo presupuestal federal. México se ubica en el cuarto de los cinco primeros lugares del Índice Global de Transparencia Presupuestal (la última edición es de 2019 y se trata de un índice bianual). Antes, en 2006 nuestro país estaba en el lugar 50 del índice mencionado.[1] Había alguna información sobre el ejercicio anual del presupuesto, pero hacían falta datos oportunos, desagregados y accesibles sobre cada fase del ciclo presupuestal.

La principal fuente de información en este campo es el portal transparenciapresupuestaria.gob.mx. En este sitio web existen datos desde 2008 que nos permiten conocer el destino de recursos públicos durante más de una década. Es evidente el esfuerzo realizado para ciudadanizar el lenguaje presupuestal de los últimos 10 años (presupuesto ciudadano), así como para hacer accesible la información al público no experto a través de esquemas, datos abiertos, visualizaciones y otras herramientas. Incluso, se ofrecen capacitaciones y diplomados en línea sobre estos temas, y hay una estrategia de comunicación digital que potencia la difusión de los datos disponibles.

En cuanto al Proyecto de Egresos Federal, los datos del portal van más allá de lo que gastarán las distintas secretarías y demás instituciones de la administración pública federal. También están a disposición los datos de recursos etiquetados (aportaciones) y no etiquetados (participaciones) que ejercerán las entidades federativas, los poderes legislativo y judicial, las empresas productivas del Estado, los organismos autónomos, las instituciones de seguridad social y otros. En este espacio también se encuentra información sobre los recursos destinados a pagos ineludibles como la deuda pública y el pago de pensiones y jubilaciones.

Después de la aprobación por ambas Cámaras, el Proyecto se convierte en el Presupuesto de Egresos Federal y todos los datos son actualizados y puestos a disposición para que sirvan de referente para la siguiente fase, el ejercicio.

Para esta fase el portal de transparencia presupuestaria ofrece más datos cuyo nivel de desagregación nos permiten realizar búsquedas muy específicas: las bases de datos de los informes trimestrales y semestrales, la vinculación de los programas presupuestarios a indicadores de desempeño siguiendo la metodología de presupuestación basada en resultados; la geolocalización a nivel municipal y local de la asignación, ejercicio y nivel de avance de los recursos asignados a obra pública (obra pública abierta); los datos de las contrataciones públicas que se gestionan a nivel federal (contrataciones abiertas); la iniciativa para la transparencia de industrias extractivas (EITI, por sus siglas en inglés) y los apoyos del gobierno federal a personas físicas, empresas y gobiernos locales.

La siguiente fase es la de evaluación y fiscalización. El portal de transparencia presupuestaria federal pone a disposición la Cuenta Pública para informar cómo se gastó en el ejercicio fiscal anterior.  Actualmente, están disponibles los datos del año 2020. Cabe aclarar que estos datos también son reportados a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), órgano de la Cámara de Diputados con autonomía técnica y de gestión, cuya misión es fiscalizar los recursos públicos federales independientemente de quien los haya captado, recaudado, administrado o ejercido.

Aquí entra en juego otra fuente de transparencia presupuestal. La ASF revisa la Cuenta Pública y difunde a través de su página electrónica asf.gob.mx los resultados mediante el denominado “Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública” que se lleva a cabo en por lo menos dos entregas. Existen auditorías de desempeño y de cumplimiento financiero; en cuanto a estas últimas, hay diversos tipos: de inversiones físicas, forenses, de tecnologías de información y comunicaciones, de sistemas de control interno y gasto federalizado. También se realizan evaluaciones de políticas públicas y otros estudios especiales.

Cada auditoría identifica puntualmente los errores cometidos, las áreas de riesgo y los cambios necesarios para un mejor desempeño del ente que fue fiscalizado. Lo anterior se ejecuta a través instrumentos jurídicos llamados “acciones preventivas o correctivas” cuya atención y cumplimiento es vinculante.

Las primeras se emiten para fortalecer el cumplimiento de objetivos y la documentación de los recursos públicos. Las segundas se llevan a cabo cuando se presume un daño o perjuicio al ejercicio del presupuesto público como desvío de recursos, incumplimiento del pago de impuestos, o actos u omisiones de los servidores públicos.

Estas acciones son reportadas a la Cámara de Diputados, pero también las personas interesadas podemos darles seguimiento. Estas acciones deberían llevar a la recuperación de recursos públicos, pero se tiene evidencia de entidades públicas que no lo reintegran o simulan hacerlo. En esto podemos colaborar con la ASF para lograr denuncias que deriven en sanciones administrativas o penales.

Una última fuente de información presupuestal complementaria son las solicitudes de acceso a información específicas y la consulta de información pública de oficio a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), cuyo sitio en línea es plataformadetransparencia.org.mx. Algunas veces hacen falta datos más específicos para profundizar los datos de transparencia presupuestal proactiva. Conscientes de esto, en marzo pasado, en el Consejo Nacional del Sistema Nacional de Transparencia (SNT) votamos a favor de cambiar el nombre de su Comisión de Rendición de Cuentas, al añadirle “y Combate a la Corrupción”.

El fin fue evidenciar sus atribuciones para identificar las necesidades de información en las áreas de riesgo identificadas por la fiscalización superior, las áreas de oportunidad en el cumplimiento de las obligaciones de transparencia en materia de contabilidad gubernamental, así como las necesidades de información para la vinculación efectiva del SNT con los Sistemas nacionales de fiscalización y anticorrupción.

En México, la transparencia presupuestal continuará fortaleciéndose. Sin embargo, los avances pierden sentido si la información no es utilizada. Les invito a visitar los sitios en línea que comparto en el presente texto para explorar la información y utilizar los datos. Entre más personas conozcan y utilicen la transparencia presupuestal, habrá una mayor participación social en el control de lo público.

Comisionada del Instituto Nacional de acceso a la Información y Protección de Datos Personales


Referencia:

[1] La información sobre las diferentes ediciones del índice global de transparencia presupuestaria está disponible en https://www.internationalbudget.org/open-budget-survey/rankings

5 de octubre de 2021